River Plate se coronó campeón

El equipo de Gallardo impuso su jerarquía individual ante Atlético Tucumán, ganó 2-1 y terminó dando la vuelta olímpica en Mendoza. Scocco y Pérez fueron los mejores de la noche, para darle al Millo su segunda copa consecutiva.
Con el peso de la jerarquía individual de sus futbolistas y ratos en los que apareció el respaldo colectivo del equipo, River se consagró bicampeón de la Copa Argentina al vencer anoche 2-1 a Atlético Tucumán, en un partido disputado en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
El Millonario se puso en ventaja con un tanto de Ignacio Scocco a los 10 minutos del primer tiempo, pero rápidamente el Decano empató a través de Luis Rodríguez, a los 11 de la misma etapa. En el complemento, Ignacio Fernández, a los 2 minutos, convirtió el tanto que le terminaría dando el título por segundo año consecutivo, ya que en la edición anterior había batido a Rosario Central en la final.
River volvió a mostrar flaquezas en defensa, sobre todo en la primera parte cuando Atlético lo complicó, pero en la segunda mejoró el nivel y hasta pudo haber sacado una diferencia mayor.
De esta manera, el equipo de Marcelo Gallardo finaliza el año con un título tras haber tenido unas semanas muy duras producto de la eliminación ante Lanús por la Libertadores y una serie de derrotas en la Superliga.

Dos caras.
En la primera parte, a River lo salvó la jerarquía de Scocco para definir y el cerebro de Enzo Pérez para manejar la pelota. Pese a esos dos puntos importantes, el Millonario tuvo el balón casi siempre, aunque muy pocas veces pudo ser profundo, en parte porque Nacho Fernández y Pity Martínez no supieron ser laderos del propio Pérez. Además, Saracchi se proyectó siempre por izquierda, pero nunca la terminó bien.
Atlético Tucumán, ordenado, detectó que el negocio consistía en aprovechar las espaldas del lateral uruguayo y Guillermo Acosta y David Barbona se hicieron un festín por allí, porque Javier Pinola solía perder en el 2-1 y, encima, no estaba veloz.
Por ese sector, Atlético tuvo dos chances para marcar pero Gervasio Núñez y el Pulguita Rodríguez fallaron en la terminación y una tercera de cabeza de Cabral luego de un tiro libre.
En el complemento, el equipo de Gallardo mejoró sustancialmente por su propio mérito y por haber tenido la suerte de marcar de entrada. El gol de Nacho Fernández, de muy buena confección por la definición y porque se movió la pelota por todo el ancho del campo, le facilitó las cosas.
Lejos de relajarse, River intentó siempre ir en busca del arco rival, manejó los tiempos a partir de Enzo Pérez, un intenso Ponzio para defender y un mejorado Nacho Fernández.
De hecho, contó con varias oportunidades para liquidar la historia, hasta un tiro en el palo de Jonatan Maidana, que no tuvo una buena noche a la hora de marcar. Ya jugado, Atlético Tucumán -que tenía en cancha a Ismael Blanco como delantero por el mediocampista Grahl- nunca fue profundo y se le hizo difícil poder atacar porque River se defendió bien con el balón.
Sin embargo, sobre el final y con el centro como único argumento, pudo haber empatado con un cabezazo de Favio Alvarez que se fue por encima del travesaño. Así, River terminó festejando y cerrará el año con una sonrisa y una nueva copa en sus vitrinas.