Lunes 29 de abril 2024

"El límite está en tu cabeza"

Redacción 17/09/2014 - 04.18.hs
Muchos adolescentes van al gimnasio por una cuestión estética, pero Laura Castrilli rompe el molde porque se dedica al levantamiento de potencia. Comenzó a practicar hace ocho meses y ahora viajará al Mundial.

Es cierto que su papá tiene un gimnasio y es un cultor de la disciplina, pero a ella nunca le interesó, siempre miró de reojo a ese grupo de gente que se juntaba para hacer fuerza y tensar músculos. "Cada vez que pasaba por el gimnasio pensaba: 'nunca voy a levantar una pesa'. Pero hace ocho meses mi viejo me metió de prepo en un campeonato. Me probó a la mañana y a la tarde fue la competencia. Yo nunca había entrenado ni sabía las técnicas ni nada, pero ese día como que fue un click. Y me encantó".
Laura tiene 17 años. Está en el último año del colegio secundario Provincia de La Pampa y fuera de su actividad escolar la mayor parte de su tiempo lo dedica al levantamiento de potencia, una actividad no muy difundida como deporte y, mucho menos, entre las adolescentes mujeres.

 

Debe haber varios prejuicios sobre lo que hacés...
"Y sí, te miran un poco raro. Se piensa que es un ambiente solo de hombres y que por levantar pesas se te deforma el cuerpo. Y claro que te cambia el cuerpo, pero de la mejor manera, o al menos a mí me gusta porque tonificás y te sentís fuerte. Además, si hay algo que me atrajo de hacer este deporte es el ambiente que hay, cómo todo el mundo te ayuda y te da una mano".
Si su inesperado debut con las pesas fue promisorio, mucho más resultó la participación en el campeonato que la clasificó al próximo Mundial, que por primera vez se hará en nuestro país y que tendrá como marco el imponente paisaje de las Cataratas del Iguazú, en Misiones, desde el 28 de septiembre. Además de Laura serán otros dos adolescentes santarroseños los que irán a la competencia de Powerlifting. Facundo Piermattei y Facundo Symouang, ambos de 17 años, también estarán en la cita que empieza en pocos días.

 

"Yo entreno tres horas por día, y lo que buscás es superarte a vos mismo. Esto no es contra otro, el límite está en tu cabeza, eso lo aprendí mucho con este deporte. Todos los días me miro al espejo y digo: 'me voy a superar', creo que eso debería ser la base de todos los deportes", opinó la joven.
Laura compite en tres especialidades de potencia: sentadilla, fuerza en banco plano y despegue. Su cuerpo -que no supera 1,60 metro- tolera hasta 100 kilos de peso, un esfuerzo que requiere la unión de mente y fuerza en dosis similares.
"En cualquier deporte necesitás del cuerpo y la cabeza, y a la hora de levantar peso se nota mucho si no estás bien de arriba. Me acuerdo de que hace poco un compañero había tenido problemas en la casa y no podía levantar algo que todos sabíamos que lo podía hacer. Tuvimos una charla, se dio cuenta de que todo pasaba por su mente y finalmente pudo sin problemas. Es notorio cómo puede afectarte si tenés un barullo interno", señaló.

 

¿En qué pensás cuándo tenés que hacer semejante esfuerzo?
"En realidad tenés que estar muy concentrada, pero es cierto que a veces venís a entrenar y te motivás pensando en algo que te dio bronca, que tal profesora no te aprobó en una materia o que en tu casa no te dejan ir al boliche el fin de semana. Ahí te agarra una bronca bárbara y levantás cualquier cosa", dijo entre carcajadas.
Más allá del Mundial, Laura hace planes para su futuro mediato. Tiene decidido emigrar de la provincia para estudiar kinesiología. Una vez instalada en Buenos Aires, la prioridad la tendrán los libros, pero tampoco dejará de lado lo que más le gusta.
"Buscaré un gimnasio para poder seguir, aunque está claro que lo más importante será encontrar un buen ambiente. Para mí el levantamiento de potencia se transformó en una pasión, así que quiero seguir. Si no llego a poder estoy segura de que cada vez que vuelva me voy a sacar las ganas", resaltó.

 

¿Te tratan diferente en el gimnasio por el hecho de ser mujer?
"Hay una cuestión de prejuicios de los hombres respecto a las mujeres que está presente en todos lados. Muchas veces me dicen: 'Ah no, Laura, no pongas tanto peso, no vas a poder'. Solo por el hecho de ser mujer y de que supuestamente no podés hacer tal cosa. ¿Y por qué no voy a poder? Una conoce sus limitaciones, hasta donde puede dar, y si no te excedés de eso creo que no tenés que tener problemas".
Laura es la menor de cuatro hermanas. Como quedó claro no tiene en cuenta las miradas ajenas y sí se siente atraída por algo en especial, va a en busca del objetivo, por eso su sueño es embarcarse en una misión de paz. Ayudar a quienes más lo necesitan.

 

"Desde chica me gustó hacer ese tipo de cosas. Varias veces para Navidad y Reyes Magos con una de mis hermanas juntamos juguetes y ropa y donamos todo a barrios carenciados. Lo de la misión de paz es algo que voy a cumplir, como sea. Me acuerdo de que cuando pasó lo del terremoto en Haití yo sentía que tenía que estar ahí; me conmueve cuando sucede una tragedia y se necesita ayuda", aseveró.
El ruido de las pesas se escucha por todos lados. La respiración acelerada y la transpiración dibujan el ambiente de cualquier gimnasio. Y Laura siente que ése es su lugar. "A mí me encanta, yo puedo estar todo el día. Lo que más me gusta de este deporte es la gente y cómo se crea un espíritu solidario. Y no importa que seas mujer, todo está en la actitud".

 


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