Lunes 29 de abril 2024

Payadores urbanos

Redacción 02/12/2015 - 04.30.hs
La cultura hip hop gana espacio. Chicos que hacen del paisaje callejero su lugar de expresión con grafitis, baile, rap y música. "Es un estilo de vida", aseguró Jonatan en la previa de un encuentro a pura rima.
Están cara a cara y mientras uno lanza sus palabras el otro ya está procesando en su cabeza lo que va a contestar. Como dos boxea-dores que están solos arriba del ring y tienen que saber recibir los golpes al tiempo que contestar con los suyos. Pero en el caso del rap no siempre gana el más fuerte, en este caso la creatividad y el poder de improvisación es el secreto del éxito. Palabras que puedan dar en el mentón mientras abajo la multitud ruge.
En la plaza San Martín, en el parque Oliver o en un bar que organiza los encuentros, los chicos y adolescentes que componen la cultura del hip hop santarroseño se reúnen y despliegan las distintas ramas de una movida con larga tradición: bailar break, pintar grafitis, rapear o hacer música.
"El hip hop es un arte de la calle y quizá no se lo valora como tal porque justamente se vive y se respira en la calle, aunque si lo ponés en un teatro todo resulta distinto, con gente que hace cosas espectaculares. Todos los que empezamos nos dimos cuenta de que el hip hop es un arte con imaginación y creatividad. Es un movimiento artístico y una forma de vivir y pensar, es algo que se te impregna y no se te va nunca más", explicó Jonatan (23 años), uno de los cultores locales de un movimiento que nació en los '70 en los barrios marginales de New York de la mano de jóvenes latinos y afroamericanos y que en poco tiempo se expandió a todo el planeta.
Durante este año se hicieron tres ediciones de la "Skill Warriors" (Guerreros de la destreza), un evento que junta las cuatro expresiones del hip hop. Decenas de chicos y jóvenes que bailan, pintan, son DJ's o rapean junto a invitados llegados desde Buenos Aires, Córdoba o Bahía Blanca.
"En el verano pasado se nos ocurrió hacer algo para juntar todas las expresiones. En marzo empezamos a movernos y en la primera 'Skill' se hizo una competencia de break dance con gente que vino de afuera y estuvo muy buena. Ya en la se-gunda hubo exposición de grafitis y ahora sumamos la batalla de 'freestyle', porque está bueno no encerrarse en una sola rama del hip hop sino abrirse a todas las expresiones", detalló Facundo (19) en los terrenos del ferrocarril, mientras esperaba el inicio de la función en El Social Bar Club, sede de la movida.
"La batalla" hace referencia a los chicos que rapean frente a frente. El freestyle (estilo libre) es una versión libre del rap en la que el MC (rapero) improvisa lo que dice con las rimas como aliadas, el recurso lingüístico clave en las letras del hip hop. Cada MC las usa de una manera diferente, tanto en su sonoridad como en la ubicación. En las batallas muchas veces el tono llega a lo agresivo, aunque nunca pasa el límite de las palabras y de las miradas desafiantes.
"Estoy un poco nervioso, voy a subir por primera vez y no tengo nada preparado porque acá es todo improvisación. Vos contestás lo que el otro te dice, es lo que sale en el momento", resalta Gerónimo (13), que una vez arriba del escenario pierde cualquier rasgo de timidez y arrolla a su rival de turno a pura rima, con la ovación del público como indudable fallo ganador más allá de la opinión del jurado.
¿Se puede decir que son payadores callejeros?
"Sí, tal cual. La costumbre es la misma que el payador, nosotros nos juntamos a tomar algo o a pasar el rato y por ahí pinta rapear un poco, llega alguien y se descarga o cuenta lo que le pasó en el día. Te comunicás de esa forma aunque con mucha más energía, y no siempre es bardear, es hablar con estilo, es contar lo que querés y lo hacés con rima", resalta Jonatan.
"Lo bueno es que los otros se incentivan y te siguen. El rap es el día a día, eso es lo que tiene, la improvisación, andar en la calle, conocer a la gente, es una cultura netamente urbana y por eso muchos chicos se acercan, porque si no es rapeando se expresan con el baile, con la música o con los grafitis", agrega Facundo.
El gran evento nacional del hip hop se realizó este año por segunda vez en la feria Tecnópolis. En el Galpón Joven miles de chicos de todo el país se reunieron durante tres días de septiembre en el "Festival Néctar". Hubo feria de productos, conciertos, batallas de MC, DJ´s, grafitis, talleres, exhibiciones y foros, a cargo de artistas de la nueva escena. Y como gran atractivo también se hizo la batalla final de "A Cara de Perro Zoo", el certamen de improvisación de rap más importante del país, con representantes de todas las regiones. El concurso fue la ocasión ideal para reconocer el ingenio, la picardía y
creatividad de los rape-
ros criollos.
"Hubo un crecimiento muy importante de la movida. Antes en la plaza éramos cuatro o cinco y salíamos a competencias de break representando a Santa Rosa. A partir de eso se fue formando una cultura urbana aunque la semilla estaba plantada desde antes. En realidad es juntarse a pasarla bien y expresarse -el hip hop en estado puro- y termina siendo parte de tu vida en todo momento. Es irreversible", afirmó Jonatan sentado al borde de la calle, el hábitat natural del hip hop, sea en el Bronx neoyorkino, en el Palermo porteño o acá a la vuelta, en la plaza San Martín.

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