Viernes 16 de mayo 2025

Adrián Cernevale el hacedor del hierro

Redacción 29/04/2012 - 03.42.hs
El plástico Adrián Carnevale es parte de la movida cultural de Rosario, una cuna de artistas. Sus esculturas están presentes en numerosos espacios públicos a lo largo y ancho del país.

Adrián Carnevale nació en Rosario y su vida transcurre entre ese lugar de nacimiento y afincamiento posterior y Hasenkamp, Entre Ríos. Además de desarrollar su obra exponiendo desde 1990 -con el reconocimiento de sus pares en todo el país- ha realizado estudios en la Facultad de Ciencias Políticas y Comunicación Social.
Acreedor de numerosos premios y becas en escultura y pintura, es asiduo concurrente a simposios internacionales en estas disciplinas a los que se lo invita especialmente por su trayectoria.
Muy conocido en nuestra provincia por su activa participación en los salones realizados en el Museo Provincial de Artes, en el Centro Cultural Maracó (acreedor de un Primer Premio Adquisición), la Asociación Arabe de General Pico y las muestras colectivas realizadas en diferentes espacios alternativos provinciales.
Sus esculturas productos de soldaduras y ensambles variados están presentes en numerosos espacios públicos a lo largo y ancho del país y hacen referencia al eterno movimiento -real o simbólico- del hombre en el transcurso de su efímera existencia; piezas estas que posibilitarían una lectura individual o conjunta, equivalentes a la gota de agua y a la inmensidad del mar, o como dijera Borges. Lo que hace un hombre es como si lo hicieran todos los hombres, afirman los críticos.
No ha expresado si se considera pintor, dibujante o escultor, pero sus conceptos y acciones lo definen como un verdadero artista, en la actualidad, sus hombres simbólicos están mutando a figuras más amorfas hecho que aporta enigma y misterio a la obra en su conjunto.

 

-Me gustaría conocer tu definición sobre "arte".
-No tengo una definición precisa, siempre hablo sobre este tema, me interesa, pero voy cambiando permanentemente... A veces pienso simplemente en que es la posibilidad de construcción, con herramientas, con un oficio, con sensibilidad... Pero después me falta algo, que me parece mucho, tiene que ver con lo simbólico, tomando este tema como lo humano por excelencia, la posibilidad de crear símbolos, imaginar; la conquista humana.
Precisando más, creo que no todos los seres humanos están dispuestos, por muchas y variadas cuestiones a meterse en estos caminos tan arduos e inquietantes. De alguna manera los artistas son los que arriesgan, con muchos costos. Buscando respuestas a preguntas propias se obtienen obras, estas contrastan con las otras obras, con los colegas y en la sociedad, hacen mundo. Esto sirve a los demás porque encierra significaciones y connotaciones a problemas que son de todos...Desde hace unos miles de años ese producto inútil que es el arte, que no sirve como una taza o un carro, mejora al hombre, y le permite simbolizar, filosofar y entender el extraño mundo que lo produjo y que él modifica, aquel que le toca en suerte.

 

-¿Cómo es un día de tu rutina diaria? Me refiero a tu relación con la obra.
-En la actualidad estoy permanentemente trabajando en la obra, aunque esté en un simposio, en una muestra o en el taller, además a veces estoy pensando en un formato de una muestra, en un concepto, en algún problema. Generalmente los horarios de taller son de mañana y tarde, descansando en la siesta y no trabajando de noche. En el taller de escultura me pongo durante dos horas y trabajo duro, allí llevo protección contra el ruido, antiparras y máscara para polvos así me preservo y no tengo problemas de contaminación y riesgos de accidentes, tener comodidad en el lugar de trabajo es fundamental. Es muy importante la continuidad y la contigüidad, e incluso creo en una continuidad en aspectos inconscientes, hay soluciones a problemas que aparecen a la mañana siguiente, o veinte días después, cuando a lo mejor ya se había renegado todo un día sin lograrlo...

 

-Con tu trabajo terminado, ¿hay una mirada crítica de alguien cercano?
-Tengo la suerte de estar en pareja con una profesora superior en artes visuales y artista -Luchi Collaud-, que es mi primera espectadora. Desde que estamos juntos, siempre se habla de la obra y se contrasta, se discute y se pide ayuda.
En las muestras, en los salones, encuentros o simposios, cuando la obra esta a la vista, la gente, los compañeros, siempre opinan, hacen comentarios, critican, dicen lo que piensan, a mí siempre me sirve, tanto los aportes a favor como los en contra.

 

-¿Analizas a posteriori tu obra? ¿Cuál es tu interpretación?
-Siempre se puede analizar, y lo hago, creo que el análisis es posterior, e independiente de la obra, es otra cosa, tiene las características de una obra en sí, es un texto autónomo... Con respecto a la intuición, no me gusta mucho esa palabra, creo más en una continuidad de pequeños logros, causales-casuales, capitalizados bastante arbitrariamente por razones incomprensibles, tanto como nosotros, los autores que firmamos las obras. La reflexión siempre es interesante, aporta y permite avanzar en los caminos oscuros.

 

-Para vos, hacer una obra ¿es un trabajo? ¿Por qué?
-Vengo de familia de trabajadores, mi padre fue pasando de peón de horno de ladrillos hasta ser empleado de Obras Sanitarias de la Nación, yo fui mucho tiempo obrero de las empresas de montaje en el cordón industrial de Rosario. Estoy formado en una cultura del trabajo, del esfuerzo, del pan bien ganado, etc. Las obras que hago están construidas desde el comienzo con la intención de firmeza y durabilidad, hay certezas en la construcción, hay maneras que devienen de mis experiencias, todas mis formaciones van aportando desinteresadamente al presente de la persona y su obra, o sea al artista...

 

-¿Crees que un artista es una persona sensible socialmente o no necesariamente?
-En mi caso creo que mi accionar en el arte así como en todo, tiene que ver con lo social, mi inserción, cuestionamientos, todo lo que quiero cambiar, etc.
Siempre me pensé socialmente y siempre confié en la posibilidad del hombre de acordar, de proponer cambios, estar, vivir activamente y de modificar el estado de las cosas...

 

-¿Cómo crees que nació tu vocación y que consideras como tu primera obra aunque no lo supieras en ese momento?
-Creo que en mi familia las cuestiones artesanales fueron y son prácticas habituales a todos los miembros, música, poesía, manualidades, mecánica, horticultura, bordados, etc. En fin siempre hubo y hay actitud y ganas hacia el hacer, modificar, arreglar, transformar, reparar... Cuando chicos con mis hermanos nos hacíamos las armas con palos de escoba, los camiones y tantos juguetes, era inventar por necesidad y ganas, el juego era la construcción... Creo que allí esta el génesis de la forma en que armo mis ensamblajes, conecta con esas épocas, con esas maneras...

 

-¿Te parece importante el oficio?
-El oficio y el arte van ligados aunque el oficio no es todo. El arte es el producto simbólico de una persona y de un momento histórico, rebasan cuestiones del oficio y se convierten en síntesis perfectas de un mundo...El conocimiento y el desconocimiento ayudan en la génesis de una obra, en ese juego. Saber mucho facilita las proyecciones y pretensiones de los autores. No creo en reglas o dogmas con respecto a la formación de artistas, en épocas de abundancia parecen decrecer las intenciones y en las de necesidad y opresión surgen el ingenio y las grandes obras. De todas maneras creo que siempre da resultado el apoyo a los artistas y el estímulo es el que hace posible los desarrollos...

 

-¿Un artista siempre tiene un proyecto a futuro?
-El arte y la vida en el arte y la obra de un artista siempre está conectada al futuro, es presente pero tiene proyección. Las obras viven su propia vida, nos acompañan y a veces caminan por caminos propios... En ese sentido siempre se proyecta la obra en el tiempo por venir.

 

-¿Te parecen importantes las nuevas tecnologías para su aplicación en tu quehacer artístico? ¿En general, crees que genera mucho facilismo?
-Uno como persona curiosa y adaptada siempre esta incorporando el mundo que le rodea. No acepto la imposición desde la crítica de pasarse a nuevos soportes. Me parece una imposición teórica alejada de mi praxis... Aprecio el facilismo que se refiere a mejorar los procesos de producción, las máquinas, las condiciones de trabajo, etc.
No me interesa el facilismo de la obra como casi inexistente en lo material y solo con la pirueta conceptual.

 

-¿Un artista nace o se hace?
-El artista nace y es eso es evidente, sino no existiría, pero además, se va haciendo, con aportes del exterior que nunca son poco importantes y sus propias cuestiones interiores, sumados al factor casual-causal, suerte, etc....

 

-¿Cómo ves a la cultura en términos generales en nuestro país? ¿Para desarrollar todo el potencial artístico es necesario vivir en Buenos Aires?
-En lo referente a la plástica estoy metido desde hace unos veinte años y siento que hay producción y muchos artistas, realmente es difícil hacer visible la propuesta o el árbol propio en un bosque tan grande. En general creo que es un país con muchísimas inquietudes y formación y mambo, que siempre genera cosas interesantes...Hay buen nivel simbólico. No es imprescindible vivir en Buenos Aires para producir, y me siento en condiciones de aseverarlo por experiencia propia, pero sí creo que como proyección para poder figurar hay que tramitar en Buenos Aires.

 

 
Rosa Audisio
Artista Visual y Gestora Cultural Independiente

'
'