La canción de los departamentos

Cientos de alumnos y alumnas de las escuelas primarias de La Pampa han aprendido a enumerar los Departamentos provinciales gracias a la canción escrita por Aldo Umazano. En este artículo, él mismo cuenta cómo fue su creación.

 

Juan Aldo Umazano *

 

Cada canción tiene su historia. Transcurría el año 1986, cuando mi hijo mayor cursaba cuarto grado –debo hablar de él y de mí porque somos protagonistas– y una tarde lo encontré en su pieza estudiando:

 

– Papá, para mañana debo saber los nombres de los Departamentos de La Pampa y no los puedo memorizar. Se me confunden: ¿Esto es inglés?

 

– No. Son palabras araucanas.

 

– Ayudame.

 

No tenía idea de cómo ayudarlo.

 

– Preparo el mate y vengo. Cuando regresé le dije que trajera el mapa de La Pampa y lo colgara de la perilla de la puerta del ropero. Ahí comprobé que era fácil confundirse con los nombres; había muchos “co”.

 

Después de un momento le dicté las dos primeras cuartetas como si nos estuviesen escuchando el resto de los niños del curso; las dos cuartetas era una especie de introducción describiendo que hacíamos en ese momento, y las anotó:

 

“Atención, hagan silencio

 

Escuchen y estén atentos

 

Que nombraré si me acuerdo

 

Todos los departamentos

 

Por si me olvido de algunos,

 

Por si alguno se me escapa

 

Vayan leyendo juntitos

 

Controlándome en el mapa”.

 

Mientras tomaba mate revisé los nombres de los Departamentos y corroboré la repetición de los “co”. Fue entonces que le dicté el tercer verso rimando:

 

“En el norte está Rancul,

 

Chapaleufú, Realicó,

 

bien pegadito a Trenel

 

con Conhelo y Maracó”.

 

Seguí mirando el mapa y me llamó la atención un departamento rectangular que estaba en el medio. Se llamaba Utracán, y como habíamos colgado el mapa en la puerta del ropero parecía estar sosteniendo a Loventué. Loventué, Guatraché, rimaban y eran vecinos, entonces me permitió armar la cuarteta. Esa fue una de las estrofas que más tiempo me llevó construir.

 

Para el sexto verso descubrí que podía rimar Calel con Puelén. Musicalmente permitía nombrar:

 

“Con Hucal, Limay Mahuida,

 

Curacó, Lihué Calel

 

Caleu-Caleu, allá abajo

 

y en el oeste Puelén”.

 

Me faltaban dos Departamentos, debía nombrarlos y formar con ellos el séptimo verso. No sé por qué se me dio por contarlos y descubro que eran 22. Se me ocurrió que el último verso podía ser:

 

“Sólo restan por nombrar

 

Chalileo y Chicalcó

 

Que entre todos bien contados

 

Siempre suman veintidós”.

 

Al día siguiente mi hijo fue a la Escuela y cuando la maestra preguntó “¿quién estudió los departamentos?”. “Yo señorita”. Pasó y dijo el verso de memoria. Cuando terminó la maestra preguntó:

 

– ¿De dónde sacaste eso?

 

– Me lo escribió papá para que lo memorice.

 

– Dame–, dijo la maestra. Y desde esa mañana la Canción de los Departamentos inició un largo viaje con una fotocopia y no paró más. Debo confesar que recién de grande supe que La Pampa tenía 22 departamentos. Cuando iba a las escuelas del oeste, como no estaba grabada, cada profesor de música le había puesto música para cantarla con los chicos. Pero ya tenía la actual de Ludueña. Me hubiese gustado que tuviese distintas músicas porque de esa manera le daba un sentido de autoría colectiva. Pero ya estaba en marcha la primera grabación que me gustaba mucho. El primer conjunto en cantarlo fue Ensamble, que para el día de La Pampa apareció por televisión cantándola en un campo con una tranquera al fondo. Ensamble estaba integrado por Ludueña, Oscar Salazar, el “Toto” López, Ibarra y Beto Leguizamón. Esta canción se estudia en cuarto grado y creo que es de mucha utilidad.

 

* Escritor, dramaturgo, titiritero