Presentan "Lírica al viento" en Lonquimay
La soprano Gladys Martino y el tenor Lucas Arrieta ofrecerán un recital el domingo que viene por la tarde. Serán acompañados en piano por Alejandro Graziani. La entrada al espectáculo será gratuita.
"Siempre que diseño un repertorio, lo hago pensando primero en nuestros compositores argentinos: la lírica no es solo para cantar ópera italiana, alemana, francesa y las demás expresiones extranjeras", dice la soprano Gladys Martino, mientras repasa algunos de los títulos, que llevará a en recital a Lonquimay el domingo próximo. El espectáculo, que empezará a las 19, contará con la participación de un tenor oriundo de la localidad anfitriona, Lucas Arrieta, que comenzó su formación con la cantante hace cuatro años.
El concierto se presentará en la Sociedad Espiritista Caridad Cristiana del pueblo, situada sobre la ruta 5, a la altura del kilómetro 547. "En este momento, prefiero recitales en los que puedo tener un contacto más íntimo con el público, algo que sucede siempre que se llega con una función hasta algún lugar del interior", señala Martino.
Homenaje.
El espectáculo se llama "Lírica al viento" en homenaje a esta tierra, que recibió a la soprano, oriunda de Capital Federal, hace dos décadas. "Siempre sentí una gran libertad para hacer mi trabajo aquí y es una pequeñísima muestra de mi agradecimiento", dice la cantante, que llegó con una carrera iniciada en el Teatro Colón, sala a la que ha seguido vinculada todos estos años.
Para la cantante, que además dirige varios grupos vocales en nuestra ciudad, el intérprete lírico debe "estar al servicio de todo pensamiento musical creado universalmente" y el espectáculo del fin de semana que viene propone un recorrido por diferentes composiciones argentinas, españolas e italianas (ver aparte). La entrada será gratuita.
Reencuentro.
El recital, además de una muestra de bellas piezas, será el reencuentro entre la soprano y un reconocido pianista argentino, Alejandro Graziani, radicado desde hace muchos años en Alemania. "Nos conocimos en 1991, en un camping musical en Bariloche, dedicado a la música de aquel país", relata Martino.
La amistad volvió a unirlos en 2005, durante una visita de la soprano por Alemania. "Recuerdo que tuvimos muy buena crítica de los diarios", señala. Entre los distintos escenarios compartidos, actuaron en el castillo de San Andrés de la ciudad de Bad Fiedichschall, al sur del país.
"Hicimos piezas del repertorio clásico argentino, que siempre me propongo mostrar a los públicos del exterior, pese a que plantean mayor dificultad por sus códigos musicales", apunta Martino, que el año pasado tuvo una función especial en el Teatro Argentino de La Plata.
Graziani dejó la Argentina en 1992. En Europa, encontró su lugar en diversas salas y en la conducción de distintos conjuntos corales. Cada tanto regresa al país y esta vez llegará con su arte hasta nuestra provincia.
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