Zubeldía: el técnico más joven
La carrera de Luis Zubeldía sigue creciendo a pasos agigantados. Ayer, en el empate 1 a 1 entre Lanús y Chivas de Guadalajara por la primera fecha del su grupo de la Copa Libertadores de América, "Lucho" se convirtió en el primer entrenador pampeano en estar en este prestigioso torneo, y en el más joven de toda la historia de la copa, que está cumpliendo 50 años.
Así, con poco más de 28 años, el joven santarroseño dio otro salto enorme, en esa escalera que sube día a día, transformándose en la gran promesa del país en cuanto a entrenadores se refiere. Y como le ha ocurrido a lo largo de su carrera, tuvo que sufrir para terminar con una sonrisa. Es que el partido ante los mexicanos no fue fácil, y su Granate terminó empatándolo en el tercer minuto de descuento con un tanto de José Sand (ver aparte).
Antes, "Lucho" vivió su presentación en la Libertadores con la tranquilidad que lo caracteriza. Desde que llegó al estadio, saludando a la gente y a periodistas como si fuera un día más, hasta cuando parecía que a Lanús se le escapaba el triunfo, Zubeldía no cambió la cara y mantuvo la tranquilidad, confiando en las cualidades de sus jugadores, y en las suyas para manejar el grupo aún en momentos complicados.
Por eso, cuando terminó el juego y se encendieron las luces de las cámaras y los micrófonos lo apuntaron, "Lucho" volvió a mostrar una sonrisa y no dudó en afirmar que se iba tranquilo a pesar del empate, porque su equipo había sido superior.
Luego, en un momento en exclusiva con LA CHUECA, Zubeldía -que se hizo un lugarcito para el medio pampeano a pesar del asedio de otros colegas- se refirió a su vivencia personal en este debut continental. "Lo que puedo decir es que a los 28 años uno no tiene que hacer otra cosa que disfrutar de todo esto, porque sé que no es común", comentó, aunque aclaró -como es su costumbre-, que el disfrute llega junto a la responsabilidad que le corresponde por su cargo.
"Sé que debutar en una Copa Libertadores no es poca cosa, pero en lo personal trato de no diferenciar lo que es el campeonato local de la copa, más allá de que a la gente, a los jugadores o a los dirigentes les pueda atraer más una copa internacional. Pero como conductor debo estar a la misma altura en los dos torneos", explicó, redondeando un concepto que lo pinta de cuerpo y mente.
Luego, con la personalidad que lo caracteriza, mostró las "uñas" al hacer un análisis del partido. "Lanús fue superior en todo momento, más allá de que en los últimos metros no tuvimos la precisión para que alguien quede cara a cara con el arquero. Pero hicimos un buen partido y estoy contento por ello", analizó.
Y agregó: "No nos olvidemos que Chivas es un equipo grande, es en México como Boca o River en Argentina, y sin embargo vino a una cancha en la que no se lució así. Por eso estoy contento, porque Lanús, con poca historia, hoy hace que vengan rivales con mucha historia, como Chivas, y sean ampliamente superados. Y a eso hay que decírselo a la gente, porque a veces no tiene tanto conocimiento del rival de turno y cree que porque viene alguien de afuera hay que ganarle fácil. Eso es mérito de Lanús, de los jugadores, que hacen que un grande haga un planteo mezquino. Y eso es lo que me pone feliz".
Así, de frente y sin rodeos, como es su personalidad, se mostró ayer Zubeldía, incluso en un momento tenso del partido, cuando perdían en el minuto final y el arquero Carlos Bossio (famoso por hacer un gol de cabeza) lo miraba de reojo y toda la hinchada le pedía que "Chiquito" fuera a cabecear.
Pero "Lucho" ni lo miró, prefirió mantener el orden de su equipo, y le salió bien, como casi todo lo que hace desde que a mitad del año pasado se hizo cargo de la primera división del Granate, tomando la posta de su "padre" Ramón Cabrero y transformándose en ese momento (con 27 años) en el segundo técnico más joven en debutar en la primera argentina, detrás de Carlos Cavagnaro, DT a los 22 años de Argentinos Juniors en 1969.
"Son decisiones que se toman en el campo de juego", dijo con respecto al no a Bossio, y como siempre, al estilo Marcelo Bielsa, dio una explicación lógica de la decisión: "Cuando hay buenos cabeceadores no es necesario que vaya el arquero, porque puede condicionar el centro y a los demás, y todo se desordena".
Así es Zubeldía, un trabajador incansable de la táctica y la estrategia, pero que a la vez le suma su talento en decisiones claves. Un introvertido y hasta tímido en la intimidad, pero en lo suyo con mucha autoridad, voz de mando y una personalidad que "excede" a un muchacho de 28 años.
Así es "Lucho", que ahora vive en Buenos Aires, pero que es orgullo de todos los pampeanos; de aquellos que lo vieron crecer y de aquellos que lo descubren hoy, justamente cuando está quedando en la historia.
“Es la envidia de cualquier técnico”.
Cuando terminó el partido con el empate Lanús 1–Chivas 1, Luis Zubeldía se acercó al técnico mexicano Efraín Flores para saludarlo, y luego confió que le dijo “esto tiene revancha en México, nos vemos allá”. “Lucho” lo dijo respetuosamente, pero a la vez le dejó en claro a su colega que, a pesar de la igualdad agónica del local, se iba convencido de que el partido hubiera sido otro –o será otro en la revancha– si los mexicanos no se replegaban tanto.
Esa muestra de personalidad, a esa edad, fue luego elogiada por el experimentado Flores, que ante una pregunta puntual de LA CHUECA comentó: “Cualquier entrenador quisiera a los 28 años estar dirigiendo una Copa Libertadores. Muestra carácter y firmeza, y le auguro un futuro muy prometedor, porque además se ve que la gente lo quiere y que sus jugadores lo quieren, y eso es muy bueno a esa edad”.
Y para cerrar, con una sonrisa cómplice, y como refiriéndose a algo imposible, agregó: “La verdad; dirigir una Libertadores a los 28 años es la envidia de cualquier técnico”.
Por otra parte, dos referentes de Lanús, como Carlos Bossio y Diego Valeri, se refirieron a este presente de Zubeldía. “Es joven pero tiene mucha personalidad. No parece que tuviera 28 años, y si sigue así creo que no tiene techo”, comentó “Chiquito”. Y el volante ofensivo agregó: “Ya es un gran entrenador. Es muy disciplinado, pero a la vez es simple y da libertades, y creo que es el combo perfecto”.
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