Una definición con peligro de gol
Once Tigres de Nueve de Julio y Alvear FBC comenzarán a disputar mañana una de las finales del Torneo del Interior de fútbol, que definirá un ascenso directo al Argentino "B". El partido de ida se jugará en el estadio "El Coqueto" de la localidad bonaerense, a partir de las 15.30; mientras que la revancha tendrá lugar siete días después en General Pico.
Los dos equipos llegan por primera vez a una definición de estas características, y en ambos casos precedidos por dos muy buenas campañas, que hacen prever una final con muchas emociones, aunque se sabe que en el fútbol muchas veces se "afean" los partidos definitorios por el temor a perderlos. Lo cierto es que, al menos por los números, la final promete, porque son dos de los equipos más goleadores del torneo y, a la vez, los que menos tantos en contra han recibido.
En el caso de Alvear FBC, tuvo un mal comienzo, con tres derrotas en la fase de grupos, pero luego se recuperó y no perdió más en los cruces eliminatorios. En su grupo enfrentó a Vértiz, Ferro de General Pico y Matienzo de Ingeniero Luiggi (los tres le ganaron y a los tres les ganó), y luego fue eliminando respectivamente a Social Tres Algarrobos, Matienzo, All Boys de Santa Rosa, Once Corazones de Indio Rico y Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia.
En los dieciséis partidos que disputó, el Azul cosechó diez triunfos, tres empates y tres caídas, con 29 goles a favor (20 en la fase eliminatoria) y 12 en contra (6); por lo que llega a la final con un promedio de 1,81 tantos por partido y apenas 0,75 en contra. Su momento más difícil fue la primera fase, porque luego ganó siete y empató los tres encuentros restantes.
En la otra vereda estará Once Tigres, con una campaña aún mejor que la de los pampeanos, porque no perdieron ninguno de los dieciséis encuentros (ganaron cinco de los seis en la fase de grupos) y porque tienen la delantera más goleadora y la defensa menos vencida.
En su grupo enfrentó a Defensores de La Boca de Nueve de Julio (el único que le sacó un empate en esa etapa), Atlético Viamonte y Boca de Carlos Casares. Luego, en las eliminatorias, dejó en el camino a Villa Tranquila de Bragado, Argentino de Saladillo, Huracán de Carlos Tejedor, Bragado Club y Kimberley de Mar del Plata.
En total, el Auriazul de Nueve de Julio logró doce triunfos y sumó cuatro empates, con 35 goles a favor (un promedio de 2,18 por encuentro) y apenas 8 en contra (0,5 de promedio). Su rival más complicado, al menos por los números, fue Argentino de Saladillo, en la segunda fase eliminatoria, porque igualaron los dos partidos (0-0 y 1-1) y Once Tigres ganó la definición por penales 7-6.
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