Bochornoso final de la Sudamericana
En una bochornosa noche en el Morumbí, San Pablo se consagró campeón de la Copa Sudamericana de fútbol sin haber jugado el segundo tiempo porque los jugadores de Tigre se negaron a salir al campo al denunciar agresiones por parte
del personal de seguridad.
Tras esperar casi media hora, el árbitro chileno Enrique Ossés dio por terminado el partido y de esta manera se le otorgó la Copa a San Pablo, que en el primer tiempo se había adelantado en el marcador por 2-0, por los goles de Lucas y Osvaldo.
Una vez culminado el primer tiempo, el técnico de Tigre Néstor Gorosito acusó a personal de seguridad de mostrar armas y agredir a jugadores. Gorosito y auxiliares denunciaron que el plantel de Tigre fue agredido por integrantes de la seguridad de San Pablo cuando los jugadores se dirigían a los vestuarios para descansar en el entretiempo.
"Liberaron la zona y dos integrantes de la seguridad de San Pablo agredieron a los jugadores que están ensangrentados. Incluso sacaron revólveres y amenazaron a los jugadores. No volvemos a jugar", señaló Gorosito.
En tanto, el encargado de seguridad de Tigre confirmó que los jugadores fueron "emboscados" por personal de
seguridad de San Pablo cuando llegaron al vestuario.
"Nos emboscó la gente de seguridad, en la primera escaramuza uno sacó un revolver y se lo apoyó a Albil en el pecho. Nos pegaron con palos y hay varios jugadores ensangrentados, como Gastón Díaz, Rubén Botta, Damián Albil y Matías Escobar", aunque "ninguno de gravedad", aclaró.
Y agregó: "Había un tal Ze Carlos, que ayer (por el martes) fue como representante del club a la reunión técnica, y hoy (por ayer) estaba pegando en la primera fila al que se le cruzaba. Una vergüenza". (Télam y DyN)
Artículos relacionados