Sabado 28 de junio 2025

El TC, una fiesta de día y de noche

Redacción 04/11/2013 - 05.09.hs

Las principales hinchadas se ubicaron en la recta principal. El sábado a la noche el autódromo se convirtió en una ciudad y se vivió una verdadera fiesta. El TC sigue siendo un fenómeno único, capaz de reunir a cerca de 50 mil personas, como sucedió el fin de semana en Toay.
El público vivió una fiesta con la llegada del Turismo de Carretera al Autódromo Provincia de La Pampa, en Toay, en la decimocuarta fecha de la temporada. Todo comenzó hace una semana cuando los hinchas armaron la cola poder encontrar un buen lugar frente al enorme portón de ingreso.
Las puertas del circuito se abrieron el jueves a la mañana y desde ese momento ingresó gente sin parar. Carpas, trailers, casillas y motorhomes se ubicaron en los alrededor del trazado. Los simpatizantes, mucho de ellos expertos en acampar cada vez que corre el TC, desplegaron las banderas y armaron andamios y mangrullos para tener la mejor vista.
Las principales hinchadas, la 15 de Chevrolet y la cuatro de Ford, se ubicaron en la recta principal, para luego estar cerca de los boxes. En la primera curva se estacionó el enorme micro de La Barra de la Sodería, de San Andrés de Giles, un grupo de alrededor de 13 personas que van a todas las carreras, reconocido por la ACTC.
Simpatizantes de todo el país se diseminaron por el predio del autódromo, que cuenta con una tribuna natural que es elogiada continuamente. "Estos son los baños más lindos y limpios que conocemos", manifestó Elsa, una cincuentona de la provincia de Buenos Aires, que acompañada por su esposo siguen al TC por todos lados.
"Nosotros somos hinchas de Ortelli, por eso tenemos cuatro banderas de Chevrolet. Queremos que quede bien claro", indicó José de Tres Arroyos, quien estaba subido a un camión con varios amigos, mientras la cerveza pasaba de mano en mano.
El sábado, después que finalizaron las clasificaciones, las cientos de hectáreas del circuito se convirtieron en una verdadera ciudad. Mientras el sol desaparecía, se prendieron los generadores eléctricos y el cielo se tiñó de humo por el fuego de los asados.
A medida que transcurría la noche, la fiesta continuaba. Un joven victoriquense sacó un teclado e inmediatamente se armó un baile, sin necesidad de invitar a los vecinos. A unos 400 metros, otra persona prendió la computadora e hizo de disc jockeyy, y otro pequeño baile se armó de un momento a otro.
Frente a la bajada del tobogán, en el inicio de la tribuna natural, se encontraba el corredor de TN Fabián Pisandelli con un grupo de amigos, entre ellos el "Loro" Fernández y su ex acompañante en el TC Pista, Darío "Tory" Casais, y más adelante armaron un enorme gasebo los Basualdo, conocidos por correr en safari y ahora en kárting.
También se pudo ver al piloto de Supercar Claudio Brunengo, que llegó con varios de sus amigos piquenses. "Esta fiesta no me la quería perder. Mañana hincho por Chevrolet", dijo el carismático corredor de Supercar, mientras se dirigía entusiasmado a saludar a conocidos en el ambiente del automovilismo.
Las calles asfaltadas se convirtieron en verdaderas avenidas. Gente que caminaba de un lado al otro, autos que entraban y salían. Las horas fueron pasando y de a poco el silencio se fue apoderando del lugar.
El domingo fue distinto: el público dedicó todo su tiempo a mirar hacia el circuito, a vibrar con las series y las finales. Los cánticos se hicieron notar especialmente en la recta, y los hinchas de Ford tuvieron argumentos de sobra para salir con el pecho hinflado: el "Pumita" Aventín enmudeció a los de Chevrolet cuando superó en la última vuelta a Guillermo Ortelli, que sigue sin poder ganar.

 

El gobernador, feliz.
El gobernador de La Pampa, Oscar Mario Jorge, arribó alrededor del mediodía al autodromo y se encontró con el presidente de la ACTC, Hugo Mazzacane, quien lo invitó a subir al trailer para mantener una reunión. Al concluir la final, Jorge se dirigió al podio para premiar a los pilotos. "Nos pone orgulloso que venga el TC", dijo Jorge.

 


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