“Gran desafío para cualquier atleta”
El santarroseño Marcelo Millán (54 años) clasificó para disputar la 43 edición de la Espartatlón (Spartathlon), la competencia de ultradistancia más importante del mundo. La carrera, a llevarse a cabo en septiembre, consiste en recorrer 247 kilómetros, desde Atenas hasta Esparta, en Grecia.
Millán es un profesor de educación física apasionado por el atletismo, de hecho es entrenador internacional de esa disciplina deportiva, y disfruta planificar los entrenamientos de otros atletas. Todos los años, organiza un encuentro de mini atletismo entre alumnos de varios colegios en la pista del Parque Don Tomás de Santa Rosa. Su entusiasmo por este deporte también lo llevó a impulsar la construcción de una pista en el colegio Claro en el Monte de Toay, que se terminó de concretar en 2022.
Su pasión por las ultramaratones inició hace alrededor de cinco años. Millán primero disputó ultra trail para luego dedicarse a las pruebas de ultradistancias, logrando subir al podio unas 15 veces.
El año pasado, merced a sus victorias, terminó primero en el ránking argentino de ultradistancia en la categoría 50 a 55 años, que le valió posicionarse sexto a nivel mundial en 12 horas, y de esta forma lograr el pasaporte para la famosa y exigente Espartatlón, en la que largarán 400 atletas de todo el mundo.
Su mejor marca es de 12h en 128 kilómetros. Fue en junio del año pasado en Zárate, cuando en un circuito de 800 metros en el Campo Olímpico Municipal se alzó con el triunfo, que le valió para seguir posicionándose como uno de los mejores del país.
-¿Qué significa haber clasificado a la Espartatlón?
-Es un gran desafío para cualquier atleta. Poder llegar es el principal objetivo porque la carrera es muy exigente. De los 400 que largan, un alto porcentaje, que ronda entre el 40 o 50 por cientos, terminan abandonando porque es brutal.
-¿A que se enfrenta un atleta en esa carrera?
-De día se corre con muchísimo calor, unos 47 grados, y a la noche la temperatura es bajo cero, en la montaña. El cuerpo se expone a una exigencia terrible.
Millán tiene más que claro lo difícil que será competir en Grecia, pero su confianza en enorme. “Yo voy a llegar. Vas a ver”.
-¿En qué consiste tu preparación pensando en Espartatlón?
-Corro unas tres horas por día de lunes a viernes y los fines de semana, cinco horas. El entrenamiento se completa con ir al gimnasio y hacer una estricta dieta, que me la prepara el nutricionista Juan Pablo Bruno. Mi equipo se completa con los médicos Fabio Russo (cardiólogo) y Diego Roca.
-¿Cuándo te surgió la idea de correr en Grecia?
-Hace dos años me di cuenta que podía lograr la clasificación, aunque también supe que no sería algo fácil. Luego de las carreras y de los tiempos que hice el año pasado, comencé los trámites, que fueron aprobados por las marcas, que me permitieron posicionarme sexto y séptimo en el ránking mundial”.
Agregó: “Dicen que los atletas que nos dedicamos a las carreras de ultradistancias estamos medios locos. Para mí es un desafío mental y una pasión”.
La organización de la Espartatlón ya le asignó el número del dorsal, el 5009, que llevará Millán en la carrera. Resta ahora solo cumplir con todos los controles médicos que deberá completar tres meses antes de la competencia (solicitado por el Comité Olímpico Griego), y poder reunir el dinero para viajar a Grecia representando a La Pampa y al país.
El primer pampeano.
El pampeano Daniel Hernández fue hasta hoy el único pampeano en disputar el Espartatlón. Fue en 2017, y si bien no llegó, quedó conforme con la experiencia vivida.
Tras esa competencia, el ultramaratonista piquense contó que la carrera fue brutal, y que el solo hecho de haber podido largar significó cumplir un sueño.
La carrera.
La competencia Espartatlón se disputa desde 1983, cuando un grupo de ingleses rememoraron la hazaña lograda por el mensajero Filípides, que fue enviado desde Atenas a Esparta para pedir ayuda durante la invasión persa.
La ultradistancia inicia todos los años a las 7, a los pies de la Acrópolis de Atenas y se extiende a lo largo de la costa hacia Corinto a través de Eleusis, Megara y Cineta. La ruta llega al Canal de Corinto, para seguir hacia la antigua Corinto, Nemea, Lyrkia hasta alcanzar la cima del monte Partenio. Desde allí, continúa hacia el sur, hacia Nestani y Tegea, justo antes de la marca de 200 km. Aquí, según Heródoto, Filípides tuvo una visión del dios Pan. Finalmente los corredores llegan hasta Esparta, en cuya calle principal termina la ultrafondo.
Los atletas deben pasar por los 75 puestos de control y cada uno tiene un horario de cierre. Los corredores fuera del corte pueden ser retirados de la carrera.
Zisimopoulos.
El griego Fotis Zisimopoulos logró el año pasado su tercera victoria en la Espartatlón. En esa última edición registro un tiempo de 20 horas y 18 minutos, exhibiendo un gran desempeño.
El segundo lugar fue para el uruguayo Fernando Román Martínez, que hizo historia al completar la prueba con 23h28m46s. El argentino Santiago Trull fue octavo.
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