Sabado 05 de julio 2025

Sufrió, la rompió y va por la Selección

Redacción 24/12/2024 - 10.08.hs

El mediocampista pampeano Rodrigo Garro fue uno de los mejores jugadores del Brasileirao 2024. Con la '10' del popular Corinthians de San Pablo, el oriundo de General Pico se convirtió en un jugador clave para un equipo que estaba en crisis y peleando por no descender, y que terminó en alza y clasificando a la Copa Libertadores 2025.

 

El ex Talleres fue una pieza fundamental en el elenco que terminó dirigiendo Ramón Díaz, a tal punto que lo terminaron eligiendo como el mejor mediocampista del competitivo torneo brasileño y ubicándolo en el once ideal, con números impresionantes: fue el máximo asistidor (10) de las 38 fechas del Brasileirao y también líder en ocasiones claras creadas, pases claros y goles desde afuera del área.

 

Además, el pampeano marcó 10 goles y jugó 61 partidos a lo largo de la temporada, que le permitieron quedarse con el premio Bola da Prata al mejor volante de la liga brasileña a poco menos de un año de su llegada al Timao.

 

De visita en Argentina -pasará las fiesta en General Pico con su familia-, el ex Talleres de Córdoba habló con Olé sobre su gran temporada, destacando que fue un año complicado en el inicio por la difícil situación que atravesaba el club, pero que luego terminó disfrutando.

 

"Para mí fue un año difícil en cuanto a la adaptación. Cuando llegué, Corinthians estaba mal, me tuve que pagar el hotel yo. Estaba muy difícil todo porque hubo cambio de presidente, jugadores que se iban... Estuve un mes y medio sin jugar por un problema de habilitación con Talleres. Después empecé a jugar e hice el primer gol contra Palmeiras en un clásico. El Corinthians es como un Boca de Argentina", dijo Garro, con pasado formativo en Atlético Rafaela e Instituto.

 

"Yo tenía a mi mujer embarazada de 8 meses y estuvo 15 o 20 días en el hotel. Fue un semestre muy difícil porque estábamos peleando el descenso", agregó sobre esos primeros meses en el Timao, que empezó a remontar desde la llegada de Ramón Díaz como DT y con el neerlandés Memphis Depay como refuerzo estrella.

 

-¿Qué cambió con Ramón para pasar de pelear el descenso a meterse en la Libertadores?

 

- La llegada de Ramón fue muy importante por la inyección anímica que nos dio. El grupo estaba muy golpeado porque estuvimos 24 fechas en zona de descenso. No podíamos salir a la calle, estamos hablando de un club que tiene 30 millones de hinchas y juega con 48.000 personas todos los partidos. En la Copa era más fácil porque seguíamos pasando de fase. La llegada de Ramón fue un clic, empezamos a ver las cosas de otra manera. Memphis (Depay) también revolucionó el equipo. Se formó un grupo increíble.

 

- Ramón venía de una situación similar en Vasco. ¿Qué les dijo para cambiar la mentalidad de un equipo que estaba en la lona?

 

- Ramón nos quería autoconvencer de que teníamos un buen equipo. Un jugador sin confianza es un medio pelo, pero uno con confianza juega bien en cualquier lado. Nosotros, como equipo, estábamos golpeados, la gente invadía el centro de entrenamiento, la hinchada estaba enojada, habíamos perdido los clásicos... Ramón nos hizo agarrar ritmo sin cambiar tanto el equipo.

 

- ¿Con Ramón encontraste tu lugar en la cancha?

 

- Sí, antes había un portugués (António Oliveira) que me ponía de interior. Ramón me puso de enganche detrás de los dos delanteros, que es lo mismo que yo hacía en Talleres. Es donde más tranquilo me siento; igualmente me tengo que adaptar porque son pocos los equipos que utilizan el enganche.

 

- Ramón dijo que te quiere en la Selección Argentina. ¿Te ves cerca?

 

- El tema de la Selección se habla en Brasil. Siempre que me preguntan digo lo mismo, tengo que respetar a los que están ahora porque ganaron todo. Son ídolos en su país y en sus equipos. Es un sueño que está ahí. Cada vez que pasan cosas buenas como este año o el 2023, que fui el mejor jugador del fútbol argentino, soñás o creés que estás un poco más cerca. Siempre intento tener los pies sobre la tierra. Las palabras de Ramón son un orgullo porque es un técnico muy reconocido. Sé que tengo que trabajar y seguir estando a la altura, no me siento ni más ni menos que nadie. Tengo que ganarme esa oportunidad.

 

- Nunca estuviste en la Selección. ¿Si te llaman sería el primer encuentro con Messi?

 

- Nunca me tocó estar. A Messi no lo conozco, cuando me fui de mi casa me llevaron a la Fundación Messi. Para mí es un dios, no lo pude ver ni jugar, así que imaginate lo que sería jugar con él. Me fui por un tema futbolístico, él tenía su fundación que estaba en sociedad con un club de la liga rosarina. Nosotros jugábamos contra los equipos de la liga que tenía Newell's y Central mientras vivíamos en la pensión de él. Fueron los primeros pasos. Eso me permitió irme a jugar a Rafaela, que me dejó libre para después jugar en Instituto.

 

- En la última convocatoria Scaloni dijo que los que vayan a la Selección van a tener que jugar en sus equipos. Vos jugaste 61 partidos en el año, así que ritmo no te falta...

 

- Esa es una de las cosas que más me sorprende de Brasil, son muchos partidos. Jugamos cada tres días, llegás a tu casa y te tenés que ir a concentrar o a viajar de nuevo. Jugás tres veces por semana, tuve 61 partidos en un año. Es muy lindo el nivel de competencia que tenemos.

 

- ¿Qué diferencias notás entre el fútbol argentino y el brasilero?

 

- En cuanto a intensidad, el fútbol argentino es increíble. Cada vez que tocás la pelota te cortan con falta o tenés dos jugadores encima. Eso no quiere decir que el fútbol de Brasil sea menos intenso. Cuando llegué pensé que había menos intensidad por la cantidad de partidos que se juegan, pero no. Lo que pasa acá es que hay muchos equipos grandes, todos los partidos son difíciles. Un día jugás con Cruzeiro, al siguiente con Fluminense y después con Botafogo. En donde perdiste dos partidos, te metiste en zona de descenso, pero si ganás uno estás en Sudamericana. En cuanto a lo futbolístico, el control y el pase son superiores. La intensidad y la garra con la que se juega en Argentina hace que sea un poco más desprolijo.

 

- ¿Cómo es tener de compañero a Memphis Depay?

 

- Nosotros sabíamos que existía la posibilidad de que llegue. En Brasil siempre se rumorea que pueden llegar nombres pesados. En algún momento se habló de (Angel) Di María. Cuando salió lo de Memphis estábamos tranquilos porque podía ser una noticia más. Me sorprendió como persona más que nada, nunca te dice lo que tiene o lo que ganó. Futbolísticamente, es un crack. Tiene cosas con las que te deja mano a mano en una jugada. Se puede sacar a tres tipos de encima. Después es muy fuerte mentalmente, tiene un temperamento especial.

 

- Siempre se mostró cercano a Neymar y los sudamericanos. ¿Cómo es él fuera del fútbol?

 

- Fuera de lo que es el fútbol, él dedica mucho a su vida personal, a su imagen. Él no es solo un jugador de fútbol, sino que tiene un circo armado por fuera que es increíble cómo lo maneja. Se va a la favela a ayudar a la gente que no tiene. Hoy me pidió un video para un nene que tiene cáncer. Es muy especial en ese sentido, no es solo fútbol. Me sorprendió.

 

- Hace un par de meses se rumoreó que podías llegar a River. ¿Tuviste esa posibilidad?

 

- La verdad es que sí, no puedo negarlo. Tuve contacto con la gente de River, pero mi contrato estaba en Corinthians que estaba en una situación difícil. No era adecuado salir por la situación en la que estaba el club. Mi representante recibió el llamado de la gente de River cuando estaba Demichelis. Crucé una llamada con gente del cuerpo técnico, pero solo eso.

 

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