Subirá impuestos a quienes ganan más
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó ayer un presupuesto de 3,5 billones de dólares que incluye planes de redistribución de la riqueza y un mayor gasto público para atacar la recesión de la economía del país y reformar el ineficiente sistema de Salud pública. "Unas veces te puedes permitir redecorar tu casa, otras sólo puedes centrarte en reconstruir sus cimientos", dijo Obama al presentar su proyecto de presupuesto para el años fiscal 2010, que abarca los esfuerzos del presidente de sacar al país de su peor crisis financiera desde la Gran Depresión, hace 80 años. Además de enviar al Congreso su presupuesto de 3,5 billones de dólares, que contempla subir impuestos a quienes más ganan, recortar gastos militares y reducir los costos de las guerras en Afganistán e Irak, Obama propuso otros cambios más inmediatos que llevarán el gasto público de este año hasta los 3,94 billones.
Para el corriente año fiscal, que comenzó durante la gestión del anterior presidente, George W. Bush, el presupuesto prevé un déficit de 1,75 billones de dólares, lo que representa un 12,3% del PBI nacional, el mayor porcentaje en relación al valor total de la producción dentro del país desde la Segunda Guerra Mundial. Para el año fiscal 2010, que comienza el próximo 1 de octubre, el presupuesto indica un déficit menor de 1,17 billones de dólares, y Obama reiteró su promesa de poner bajo control el rojo en las cuentas públicas en los próximos años con aumentos de impuestos y recortes de gastos.
"Mientras que debemos incrementar nuestros déficits en el corto plazo para dar alivio inmediato a las familias y poner nuestra economía en movimiento, sólo restaurando la disciplina fiscal es que podremos generar un crecimiento sostenido", dijo Obama en la Casa Blanca, citado por la cadena de noticias CNN. Como parte de los planes para resolver la crisis financiera, el mandatario propuso también al Congreso disponer de hasta 250.000 millones de dólares más para el programa oficial de salvataje de bancos e instituciones de crédito.
El gobierno aún no tiene planes de usar estos fondos extra, pero quiere que los fondos se incluyan como parte de un "reservorio demasiado conservador" en caso que sea necesario echar mano al dinero, informaron colaboradores del presidente. Si la administración finalmente decide inyectar estos fondos al sistema bancario, la plata lograría financiar hasta 750.000 millones de dólares en compra de activos, agregaron las fuentes. Esta última cifra implicaría doblar los 700.000 millones de dólares del paquete de salvataje financiero que el Congreso aprobó en octubre pasado. (Télam)
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