La urbanización
La mayor tragedia natural provocada por la lluvia en décadas en Brasil, ocurrida la madrugada del miércoles en una turística área montañosa de Río de Janeiro, fue producto de lluvias extremas y de la urbanización irresponsable, dijeron ayer expertos y autoridades. Tres municipios distribuidos en valles rodeados de altas montañas, se convirtieron en pocas horas, en la madrugada del miércoles, en un escenario de devastación, con masivos aludes de lodo y agua, que provocaron más de 400 víctimas mortales, en un balance que aumenta hora a hora. "Tras días lloviendo continuamente, tuvimos una lluvia absolutamente extraordinaria. En ocho horas llovió lo previsto para todo el mes y eso provocó avalanchas con piedras y tierra, que fueron ladera abajo, llevándose las casas por delante", explicó el coordinador del laboratorio de Hidrología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Paulo Canedo. Casas de lujo, posadas de veraneo, barrios de clase media y comunidades pobres, unos autorizados y otros ilegales, pagaron con la misma intensidad la furia de la montaña y la lluvia.
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