Jueves 05 de junio 2025

Túnez: se fue el presidente

Redacción 15/01/2011 - 00.49.hs

El presidente de Túnez, Zine al Abidine Ben Ali, dejó el gobierno y abandonó el país, jaqueado por una ola de protestas populares que dejó decenas de muertos y heridos, y el primer ministro, Mohammed Ghannouchi, confió el poder a un comité de seis personas y asumió provisoriamente las funciones de presidente.
La jornada final de Ben Alí en el gobierno comenzó con una dura represión a los manifestantes que, como lo vienen haciendo desde hace tres semanas, recorrieron las calles de la capital
tunecino al grito de "Ben Ali, fuera", o "Ben Ali, asesino", y portaban un cartel que decía: "No olvidaremos", en referencia a las personas muertas durante la represión de las protestas, que
comenzaron hace tres semanas.
Las manifestaciones se iniciaron por los altos precios de los productos y servicios de primera necesidad y en reclamo del incremento de subsidios, además de rechazo al alto grado de
corrupción que se le achaca popularmente al gobierno.
En definitiva, la sangrienta ola de protestas, inédita en los últimos 23 años, pudo más que los intentos de Ben Alí por mantenerse en el poder, quien horas antes de abandonar su país,
rumbo a París, había disuelto su gobierno y ordenado anticipar las elecciones legislativas para dentro de seis meses.
En las últimas horas llegaron a Francia la hija y la nieta de Ben Alí, pero ese país no tendría intención de que el ahora ex presidente permanezca en su territorio, según anunciaron fuentes
gubernamentales a la cadena de televisión LCI. Otros parientes de Ben Alí, entre otros su yerno, fueron detenidos ayer en Túnez.
Anteanoche, en respuesta a la ola de movilizaciones, Ben Alí había recibido al secretario general de la principal central sindical de Túnez, la UGTT, Abdessalem Jrad, a quien le prometió la liberación de los detenidos durante los disturbios.
Luego, en un nuevo intento por sofocar las protestas, el ahora ex presidente dirigió una mensaje al país por cadena televisiva y radial, en el que aseguró que había "comprendido" al
pueblo tunecino y dijo entender a "los huelguistas, los necesitados, los políticos y todos los que pedían más libertades".

 

El discurso
Ben Alí, quien no se dirigió al pueblo en árabe clásico sino que utilizó el dialecto local, solicitó en ese discurso el fin de las movilizaciones de protesta y convocó a todos a conducirse como
tunecinos "civilizados y tolerantes".
Además, llamó a "todos los partidos políticos, las organizaciones nacionales, la sociedad civil, los intelectuales y los ciudadanos comunes" a terminar con "el miedo y la inseguridad"
y "enfrentar" a "los grupúsculos que cometen pillajes y agreden a las personas".
En esta tesitura, Ben Alí informó que había ordenado a la policía que dejase de utilizar municiones de plomo en la represión de las protestas y anunció la constitución de "una comisión independiente" para investigar lo ocurrido.
Por último, el ahora ex presidente acusó a sus colaboradores de no haber cumplido con sus deseos y de haberles ocultado hechos de gravedad, a la vez que desmintió que tuviera intenciones de ser reelecto en 2014 o de ejercer una presidencia vitalicia, como aseguraban varias versiones.
En los hechos, Ben Alí gobernó en Túnez durante los últimos 23 años sin elecciones realmente competitivas. El caso es que pese a estos intentos por mantenerse en el poder, los principales partidos de la oposición pidieron ayer en una declaración común publicada en París que Ben Alí dejara el país y la instauración de un gobierno provisorio. Este gobierno debería organizar elecciones libres en seis meses.
Además, los partidos exigieron una amnistìa política general, el retorno de los exiliados y una comisión independiente que investigue los asesinatos ocurridos bajo el gobierno de Ben Alí. (Télam)

 


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