Miércoles 11 de junio 2025

Aumentan los abusos en Guantánamo

Redacción 03/11/2013 - 05.45.hs

La renovada promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de cerrar la cárcel de Guantánamo cumplió seis meses esta semana, pero el gobierno liberó en ese período sólo a 2 de los 166 presos, y aumentaron los abusos y el aislamiento de los detenidos.
El desesperante vacío legal que rodea a los presos dentro de Guantánamo captó nuevamente la atención del mundo durante la primera mitad de este año, luego que más de 100 detenidos se declararon en huelga de hambre. Sin embargo, desde entonces el velo de la indiferencia volvió a cubrir la cárcel militar.

 

Huelga.
"De la misma manera que es imposible saber cuántos detenidos están en confinamiento solitario, tampoco sabemos cuántos siguen en huelga de hambre. Ni siquiera los abogados podemos hablar con todos nuestros representados", contó -frustrado- Carlos Warner, uno de los abogados defensores designados por el gobierno de Obama.
En diálogo telefónico con Télam, el defensor público del pequeño estado de Ohio explicó que la mayoría de los huelguistas abandonaron la medida de fuerza durante Ramadán, el mes sagrado del Islam, que este año comenzó en julio.
"No porque consiguieron lo que pedían, sino porque algunos estaban agotados, otros sintieron que todos, afuera y adentro, se habían acostumbrado a la huelga y que ya no era efectiva, y otros porque creyeron en la palabra de Obama", describió Warner.

 

ira de los presos.
La huelga de hambre había comenzado en febrero, luego de que el Ejército asumiera la dirección de la cárcel y adoptara un trato mucho más violento hacia los presos que sus pares de la Marina.
La medida que desató la ira de los presos fue la revisión sistemática del Corán que cada uno de los detenidos tiene en su celda para cumplir con las cinco oraciones diarias.
Luego de más de 100 días de huelgas masivas de hambre, hoy se estima que alrededor de 14 presos siguen con la medida de fuerza, lo que significa que están aislados del resto de los detenidos las 24 horas y que son alimentados de forma forzada dos veces al día.

 

Alimentación forzada.
Para el relator especial de Naciones Unidas contra la Tortura, el argentino Juan Méndez, "en determinadas condiciones la alimentación forzada puede ser un trato cruel, inhumano y degradante, y en algunos casos, hasta una tortura".
Méndez explicó a Télam que "la alimentación forzada es un procedimiento muy violento, que implica atar al detenido, introducirle tubos por la nariz hasta el estómago y forzarlo a aceptar la comida sin vomitar", algo que puede durar varias horas.

 

Tariq Ba Odah.
Mientras abogados y defensores de derechos humanos creen que la mayoría de los presos que adhirieron a la huelga de hambre de este año sufrieron en algún punto este procedimiento, hay un detenido que lo sufre todos los días desde hace más de seis años.
Tariq Ba Odah, uno de los primeros presos de Guantánamo en 2002, se declaró en huelga de hambre en febrero de 2007 y desde entonces es obligado a comer, dos veces al día, por médicos y militares.
Además de perder mucho peso, actualmente sufre de pérdida de la memoria, de insuficiencia renal, vomita sangre, tiene un constante dolor en las fosas nasales y no puede concentrarse para leer, según una carta que difundió a través de su abogado.
Hace cinco años la Casa Blanca determinó que no tenía ninguna evidencia contra Ba Odah y otros 85 presos de Guantánamo, y aprobó su liberación. Sin embargo, Ba Odah es yemenita y el gobierno de Obama se niega a repatriar presos a un país donde, sostiene, la red de Al Qaeda sigue activa.

 

Cierre.
Por eso, desde que Obama volvió a comprometerse a cerrar la cárcel de la base de Guantánamo, ubicada en una porción del territorio cubano, "no sucedió gran cosa", según Méndez.
El relator contra la tortura destacó la liberación y repatriación de dos argelinos -que eran parte del grupo de los 86 presos aprobados- en agosto pasado y la designación de dos funcionarios especialmente encargados de planear el cierre de Guantánamo, uno en el Departamento de Estado y el otro en la cartera de Defensa.
Las pocas veces que Obama se refirió al tema culpó al Congreso de bloquear sus esfuerzos, al prohibir fondos y el traslado de presos a tribunales en suelo estadounidense. (Télam)

 


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