Aumenta la tensión
Tras una jornada de represión que dejó al menos 80 muertos y cerca de 800 heridos en Egipto, el gobierno golpista volvió a amenazar ayer con responder con "toda dureza" a cualquier intento de "perturbar el ambiente", pese a lo que los islamistas prometieron seguir en las calles.
Apenas un día después de la jornada más violenta desde el golpe de Estado que derrocó al presidente islamista y democráticamente electo, Mohamed Mursi, y pese a la lluvia de críticas de gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos, el ministro del Interior no dudó hoy en lanzar una nueva amenaza.
"Aseguro al pueblo de Egipto que los hombres de la Policía se comprometen a lograr la seguridad y la estabilidad en el país y no permitirán a ningún envidioso que perturbe el ambiente", prometió Ibrahim en un acto de graduación de estudiantes de la Academia de la Policía, según informó la agencia de noticias EFE.
Los islamistas no reaccionaron a la advertencia del ministro del Interior, excepto aumentando las medidas de seguridad alrededor de la plaza de Rabaa al-Adaweya en El Cairo, donde acampan desde el golpe de Estado en reclamo por la vuelta al poder de Mursi.
El vocero de la Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad adelantó que convocarán más marchas. (Télam)
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