Una apelación retrasó una ejecución
Una apelación de último momento ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos demoraba la ejecución del mexicano Edgar Tamayo en Texas, programada para ayer, y parecía aplazar la resolución del caso al menos hasta pasada la medianoche.
El recurso, presentado minutos antes de las 18 (las 21 en la Argentina), hora prevista para la aplicación de la inyección letal a Tamayo, "podría tener posibilidades, ya que al final de cuentas
Estados Unidos está incurriendo en una responsabilidad internacional", dijo Max Diener, consultor jurídico de la cancillería, citado por el diario La Jornada.
Todo parecía dispuesto ayer a la tarde para que se cumpliera la pena, luego de que las autoridades ejecutivas y judiciales de Texas rechazaran todos los pedidos para aplazarla, incluso los de los gobiernos de México y Estados Unidos, así como los recursos interpuestos en los últimos días por los abogados de Tamayo.
El reo ya había sido trasladado desde Livingston, en cuya prisión estuvo recluido hasta ayer al mediodía, al penal de Huntsville, a 65 kilómetros de aquélla y a 216 kilómetros al noreste de Austin, la capital de Texas.
Estaba "tranquilo y resignado", dijo que "estaba listo para irse, que 20 años en la cárcel ya era mucho", y comió costillas de cerdo, arroz, vegetales verdes, tomó café y té en lo que parecía ser su última cena, reveló Jason Clark, vocero del Departamento de Justicia Criminal de Texas, informó la agencia noticiosa Notimex.
Por la mañana, aún en Livingston, había recibido durante dos horas a sus padres y luego, por un lapso similar, a sus dos hijas, para despedirse. "Está bien", comentó escuetamente Héctor Tamayo tras haber visitado a su hijo. (Télam)
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