"Una deuda de la democracia"
La Comisión Bicameral del Congreso que debe estudiar el proyecto de reforma y unificación de los Códigos Civil y Comercial organizó ayer su primera jornada de audiencias con la presencia del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti; su vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco; y la jurista mendocina Aída Kemelmajer de Carlucci.
Al hacer uso de la palabra, Lorenzetti declaró que la reforma de los códigos es "una deuda de la democracia" y consideró que, de sancionarse, Argentina "tendrá un código modelo que será citado en todo el mundo".
Durante su alocución se refirió a algunas dudas planteadas por la oposición en cuanto a los artículos 765 y 766, que establecen que las deudas privadas pactadas en moneda extranjera pueden ser abonadas en pesos, a diferencia del artículo 1390 que señala que los depósitos bancarios deben ser devueltos en la moneda que se depositó.
En ese sentido, Lorenzetti aclaró que "esto no tiene nada que ver con una pesificación", y explicó que se establece que "si uno hace un contrato lo puede pactar en moneda extranjera, pero el deudor está permitido de liberarse de esa deuda en el equivalente de moneda nacional".
"En cuanto al régimen bancario, que obliga a devolver en la moneda original el depósito, no es incompatible con los otros dos artículos", señaló el juez.
La jornada fue abierta por el vicepresidente Amado Boudou, quien destacó que la discusión sobre el nuevo código "es fundamental para seguir avanzando en el país en términos de la calidad de vida de los argentinos y argentinas".
Lorenzetti.
Lorenzetti calificó de "momento histórico" el debate sobre las reformas y advirtió que "hace muchos años que existe una deuda de modificar y tener nuevo código civil".
"Desde que se sancionó en el siglo 19 no hubo una reforma integral, sino sólo reformas parciales en una época que no fue de la democracia", explicó, y consideró que "todos pueden convivir con este nuevo código, aún con ideas diferentes".
Lorenzetti advirtió que ahora "es la hora del Congreso"; aceptó que "nuevamente habrá que discutir estos lineamientos"; y resaltó el hecho de que actualmente "no hay discusión como en los 90 a favor o en contra de la reforma", sino que "hay una conciencia muy clara sobre la necesidad de tener un código nuevo".
"Hay un cambio muy importante en favor de la libertad de todas las personas, se establecen normas protectoras del ciudadano y se introduce por ejemplo la figura del consumidor en el código con toda una categoría de derechos importantes", acotó.
Kemelmajer.
A su turno, la jurista Kemelmajer de Carlucci hizo referencia a las cuestiones de familia contenidas en los nuevos códigos, mencionando cambios a la denominación de "bien de familia", a las viviendas, incluyendo a la persona que vive sola.
En cuanto al tema de reproducción, la jurista recomendó a los legisladores que "vayan mirando siempre lo que pasa en la ciencia" a la hora de redactar una ley específica, ya que el Código tiene una vocación de "permanencia".
Kemelmajer también dijo que el nuevo código ratifica que "no se hacen distinciones entre matrimonios heterosexuales y homosexuales". (Télam)
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