Falleció Adrián Marcenac, padre de víctima del “tirador de Belgrano”
La Red Argentina para el Desarme informó el fallecimiento de Adrián Marcenac, quien había perdido a un hijo a manos de Martín Ríos, “el tirador de Belgrano". El 6 de julio de 2006, Alfredo Marcenac, un joven de Necochea, caminaba por la avenida Cabildo de la CABA Aires cuando fue víctima de Ríos, "una persona que, utilizando un arma de fuego autorizada por el Estado, disparó abiertamente en la vía pública", recordó la Red. En el ataque hubo seis heridos, además de la víctima fatal. Ríos fue detenido ocho días después.
El asesino, entonces de 26 años y desempleado, era adicto a las drogas, había comenzado a disparar a instancias de su padre en un polígono de tiro, cuando ya mostraba signos de agresividad. Fue el padre quien firmó los papeles ante el Renar (Registro Nacional de Armas) para que su hijo tuviera dos armas. En el juicio desarrollado en 2009 fue declarado inimputable, fallo ratificado en dos instancias superiores.
El padre de Marcenac "supo convertir ese inconmensurable dolor en un reclamo de justicia que luego se tradujo en lucha colectiva" e "impulsó políticas públicas y acciones comunitarias destinadas a prevenir la violencia con armas de fuego y a construir una cultura de la paz que evitara muertes injustificables como la de Alfredo".
Desde entonces, la familia Marcenac acompañó la lucha que derivó en leyes y programas como el Plan de Desarme y la creación de la Agencia Nacional de Materiales Controlados, que reemplazó al Renar. Gracias a su esfuerzo se intensificaron los controles para el acceso a armas, lo mismo que las pericias psicológicas.
"El infatigable esfuerzo de Adrián no fue en vano", manifestó la Red. "Deja una Argentina con una política de control de armas de fuego y desarme antes inexistente, y una sociedad mucho más consciente de los riesgos que implica la proliferación de armas de fuego".
Armas.
La muerte de Marcenac se produce cuando el gobierno de Javier Milei reduce la edad mínima de tenencia de armas de 21 a 18 años. El presidente cree en el libre albedrío en la materia, aun con todas las estadísticas en contra y con los antecedentes de lo que pasa en Estados Unidos con la libre portación.
"Se va un papá enorme que supo transformar su tragedia en horizonte. Nos deja el sueño de una sociedad sin violencias. En ese camino estaremos todos nosotros y esperamos siempre ser muchos más", se cierra la despedida de la Red.
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