Formosa va a las urnas
Este domingo Formosa irá a las urnas y más allá de la renovación parcial de la Cámara de Diputados, clave para la toma de decisiones de gestión de gobierno, las miradas estarán puestas en la conformación de la Convención Constituyente que deberá reformar la Carta Magna provincial, en la que el oficialismo estaría dispuesto a ceder el artículo que garantiza las reelecciones indefinidas del gobernador.
Ámbito indicó que el resultado de ambas elecciones, mostrará si el “modelo formoseño” logró adaptarse al nuevo escenario en el que irrumpió La Libertad Avanza o si es un punto de inflexión en la gestión del peronista Gildo Insfrán, que es gobernador desde 1995.
Desde 2024, a meses del triunfo de La Libertad Avanza, hubo varios intentos en la oposición formoseña para conformar un solo espacio que pudiera enfrentar en las urnas al Partido Justicialista, que tiene una poderosa presencia en todo el territorio provincial, de la mano de intendentes y comisiones de fomento. Los diálogos para acordar un frente fracasaron, entre otras razones, por las crisis de la Unión Cívica Radical y el PRO, partidos que todavía están atravesados por debates internos que tienen como eje la cercanía con LLA.
Reforma.
En 2024, antes que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expresara en contra de las reelecciones indefinidas, tras una denuncia de un referente de la oposición formoseña, Insfrán convocó al debate sobre una reforma total de la Constitución provincial. En 2003 ya había sido "actualizada" y entonces se incluyó un artículo, el 132, que aunque no habilita de manera taxativa las reelecciones indefinidas, lo permite. Por ello, Insfrán pudo ser candidato desde 1995 hasta 2023, de manera consecutiva.
Para esta vez, el peronismo empujaría un artículo que establezca una reelección del gobernador pero que recién rija desde 2027, lo que le permitiría a Insfrán presentarse una vez más como candidato para sucederse a sí mismo. Se señala que, de conseguirlo, porque el justicialismo aspira a controlar la constituyente con una mayoría, la oposición daría una batalla legal para bloquear esa posibilidad.
El escenario electoral, en donde son inexistentes las siglas UCR y PRO, aunque algunos de sus referentes sí integran otras listas, pareciera ser un traje a medida del oficialismo por su fragmentación. El peronismo se presenta con una nómina, LLA tiene dos versiones -con sublemas incluidos- y hay una cuarta que aglutina a sectores del progresismo.
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