Milei dejó para el verano la reforma laboral
Tras la aprobación del Presupuesto 2026, el presidente Javier Milei, aprovechará el receso para reagrupar fuerzas y volver a la carga a fines de enero o principios de febrero con el paquete de leyes estructurales que conforman el núcleo duro de su plan de ajuste.
La agenda para las sesiones extraordinarias de verano incluye cuatro ejes que son resistidos por la oposición, los sindicatos y las organizaciones ambientales: la reforma laboral, el nuevo régimen penal, la Ley de Glaciares y el Compromiso Fiscal.
En un artículo El Destape destaca que la reforma laboral es, sin dudas, la "madre de todas las batallas" para el modelo libertario. El proyecto sufrió un traspié significativo a mediados de diciembre, cuando el tratamiento tuvo que ser pospuesto en el Senado. Aquel episodio marcó el primer tambaleo legislativo serio de Patricia Bullrich en la Cámara Alta, donde la vicepresidenta Victoria Villarruel no logró alinear a los bloques dialoguistas que exigían cambios en la letra chica.
Modificaciones.
El Gobierno no está dispuesto a ceder. La iniciativa busca modificar de raíz las relaciones de trabajo y afectaría no solo a las nuevas contrataciones, sino que tendría un impacto directo en los contratos vigentes. Los puntos más polémicos incluyen la extensión de los períodos de prueba, la eliminación de multas por mal registro de empleados y un esquema de indemnizaciones que abarata el costo de despido para las empresas. En febrero, el oficialismo intentará conseguir los números para una ley que considera vital.
Otro de los debates polémicos será el de la Reforma del Código Penal. Este paquete fue presentado por Patricia Bullrich casi como una despedida de su gestión en el gabinete, bajo el eslogan de "el que las hace, las paga". El proyecto endurece las penas para los delitos de calle, baja la edad de imputabilidad y, fundamentalmente, busca legalizar la represión de la protesta social, tipificando como delito los cortes de ruta y las manifestaciones que "impidan la circulación".
Aunque Bullrich haya presentado los cambios cuando todavía era ministra de Seguridad, la defensa del proyecto en el recinto quedará en manos de los diputados y senadores de La Libertad Avanza, que buscarán capitalizar el discurso de la inseguridad para aprobar una normativa que organismos de derechos humanos ya calificaron de inconstitucional.
Ley de Glaciares.
En el plano ambiental, el Gobierno insistirá con la modificación de la Ley de Glaciares, un proyecto diseñado a medida de las grandes mineras transnacionales. La reforma busca habilitar la actividad económica en zonas periglaciares, hoy protegidas, lo que pone en riesgo las principales reservas de agua dulce del país.
Los puntos más polémicos de la reforma, presentados por el Ejecutivo en diciembre, generaron un fuerte rechazo de las asambleas ambientales, que prometen mantener la presión en las calles si el Congreso decide avanzar con la entrega de los recursos naturales
El cuarto eje de la segunda parte de las sesiones extraordinarias será el "Compromiso Fiscal". Detrás de ese nombre técnico se esconde la estrategia de Milei y Luis Caputo para someter a las provincias al ajuste nacional. Tras la aprobación del Presupuesto, la Nación busca ahora una herramienta legal para obligar a los gobernadores a replicar el recorte del gasto público en sus distritos.
La intención es someter por vía judicial y administrativa a aquellas jurisdicciones que no se alineen con el déficit cero, condicionando el envío de fondos coparticipables y discrecionales a la firma de este nuevo pacto de austeridad. Febrero será, entonces, el mes donde se definirá si el ajuste se federaliza o si la resistencia del interior logra ponerle un freno a la motosierra.
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