Sabado 05 de julio 2025

Néstor Soto condenado a perpetua

Redacción 20/03/2025 - 00.33.hs

Néstor Soto fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Catalina Gutiérrez, asesinada el 17 de julio de 2024 en la ciudad de Córdoba. La sentencia fue dictada por los jueces Susana Frascaroli, Horacio Carranza y María Gabriela Rojas Moresi, del Tribunal II, tras el veredicto emitido por un jurado popular.

 

Soto, de 22 años y oriundo de Bariloche, había llegado a juicio imputado por homicidio calificado por violencia de género y criminis causa, es decir, matar para ocultar otro delito. De este modo, el ex compañero de la facultad de la joven recibió la pena máxima en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de Córdoba.

 

Soto escuchó atento la resolución. Con una mano apoyada en su rostro y el otro brazo sobre el escritorio, el responsable no se inmutó en ningún momento. Mientras, los padres y la hermana de la joven que estudiaba Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba se abrazaron de forma emotiva tras conocer la sentencia, mientras los presentes aplaudían y gritaban: "¡Catalina presente. Ahora y siempre!".

 

Durante el juicio, el fiscal Marcelo Sicardi sostuvo que el acusado mató a Catalina para encubrir las agresiones previas y calificó el crimen como un femicidio. Soto había confesado el asesinato, pero negó que se tratara de un crimen de género. “Yo soy un homicida, pero quiero defenderme: no soy un femicida”, declaró el joven rionegrino durante la audiencia.

 

A pesar de ese intento de desligarse de la figura de femicidio, el fiscal Sicardi insistió en que el asesinato de Catalina fue un acto de violencia de género y definió a Soto como “un lobo con piel de cordero”.

 

La calificación legal de la causa había sufrido una modificación en los últimos días, cuando el fiscal eliminó el agravante de alevosía y sumó el de criminis causa, lo que no alteraba la pena máxima posible.

 

La querella, representada por los abogados Carlos Hairabedian y Santiago Capdevilla, pidió que se mantuviera la figura de alevosía y argumentó que Soto actuó con ventaja y premeditación, algo que finalmente no prosperó.

 

Por su parte, la defensa, encabezada por la abogada Ángela Burgos Niño, sostuvo que no fue un femicidio, sino un homicidio simple, al considerar que no existió violencia de género, lo que implicaría una pena menor. La letrada también cuestionó el proceso y afirmó que la condena no resistiría una casación.

 

Padres de Catalina.

 

Durante la audiencia de este miércoles, en los momentos previos a que se conociera el veredicto, estuvo presente Eleonora Vollenweider, la madre de Catalina. Habló ante el tribunal y se dirigió directamente a Soto. “Mi hija está en un cajón por culpa tuya”, le dijo mientras él mantenía la mirada baja.

 

Vollenweider relató el dolor por la pérdida de su hija y le pidió a Soto que la mirara. “Me gustaría que me miraras Néstor, mirame. No te voy a volver a ver. Lamento tanto el día que Catalina te conoció”, expresó. A pesar de la insistencia, Soto permaneció con la cabeza gacha.

 

Por otra parte, en su confesión, Soto había revelado que cuando la Policía lo fue a buscar para ir a declarar, pidió ver al padre de Catalina. También le pidió “perdón de todo corazón a los padres”. Sin embargo, Marcelo Gutiérrez sostuvo en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas que "jamás en la vida" aceptará las disculpas del autor del crimen y que la frase de Soto es un "invento". "Fue muy feo escucharlo, sentí asco, impotencia y bronca. Hablaba más de él, de lo que lo acusan, que del hecho en sí. Es un psicópata con todas las letras", añadió.

 

Confesión.

 

El crimen ocurrió el 17 de julio de 2024, cuando Catalina pasó a buscar a Soto en su auto para ir a una reunión con amigos en Patio Olmos. La mató en la residencia que alquilaba en barrio Jardín y abandonó el cuerpo en el Renault Clio de la víctima, en la zona de Ampliación Kennedy, donde intentó incendiarlo para ocultar el asesinato.

 

Soto había confesado el femicidio este martes, en la anteúltima audiencia del juicio. Admitió que la asesinó tras una discusión en su departamento. Tras darse cuenta de que Catalina estaba muerta, Soto intentó prenderse fuego junto al cadáver, pero no logró concretarlo. Luego, subió el cuerpo al auto de la víctima y comenzó a conducir en dirección al sur, hasta que llegó a un descampado del barrio Ampliación Kennedy, donde lo abandonó junto al vehículo.

 

Durante la audiencia, reconoció que fingió desconocer lo ocurrido en las horas posteriores al femicidio: “Perdón, por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona”.

 

(NA/Infobae)

 

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