Para armas, sí hay plata
Con el argumento de que constituye una condición necesaria para custodiar el espacio aéreo nacional, el gobierno argentino inició el reequipamiento de las Fuerzas Armadas con la adquisición de cazas supersónicos F-16. Esta compra se complementaría con estaciones de radar en tierra, sistemas de artillería para el Ejército, cañones y misiles de diverso rango y grandes aeronaves reabastecedoras de combustible en vuelo.
En su reciente informe de gestión ante los senadores, el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, aseguró que el gobierno está “evaluando la incorporación de aeronaves KC-135 Stratotanker, para reabastecer en vuelo a los F-16”, ante la incompatibilidad de los aviones Hércules para realizar esta tarea, así como las inversiones necesarias en pistas y plataformas aéreas para utilizar el nuevo armamento.
La compra de los aviones cisterna se ubicaría dentro de un plan para adquirir armamento produdico por Estados Unidos para eliminar definitivamente la probabilidad de comprar armas a China. Así el bazar de armas estadounidense vuelve a estar abierto para la Argentina y los asesores militares ya especulan con la posibilidad de adquirir más armas para las tres fuerzas.
Soñando con helicópteros.
La compra de helicópteros medianos es una de las prioridades para los generales del ejército porque son un medio de transporte muy versátil para desarrollar sus misiones. Durante la gestión de Jorge Taiana en Defensa se firmó una Carta de Intención con Airbus para adquirir doce unidades H215M, que fueron diseñadas en Francia y realizaron su primer vuelo el 13 de septiembre de 1978. Desde entonces, se comercializan para usarse en el ámbito civil y militar en tareas de búsqueda y rescate y guerra antisubmarina.
Según las Operaciones de Crédito Público del Presupuesto 2024, el ministro Luis Petri tiene ahora la posibilidad de adquirir hasta 20 unidades de Helicópteros Utilitarios Medianos, con un presupuesto total de 400 millones de dólares.
Mientras sus mecánicos trabajan para mantener operativos los helicópteros de la Segunda Escuadrilla Aeronaval integrada por los Sea King, las autoridades de la Armada sueñan con nuevos helicópteros livianos para complementar la acción de los buques desplegados en la zona económica nacional.
En cuanto a los submarinos, Posse le contó a los senadores que están evaluando propuestas para fabricar en el país tres sumergibles clase Scorpene, un proyecto hispano-francés de buena acogida internacional. Se trata de un submarino de quinta generación capaz de lanzar torpedos de distintos tipos, contramedidas, minas y misiles de crucero. Además, puede incorporarse una propulsión independiente de oxígeno, que le otorga una autonomía sumergida de varias semanas en lugar de algunos días. Si bien el jefe de Gabinete no especificó plazos, es uno de los intereses más importantes de la Armada tras el hundimiento del ARA San Juan.
(NA)
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