Pequeño J entró al país a fines de agosto desde Uruguay
Tony Janzen Valverde Victoriano, más conocido como Pequeño J, quien espera a ser extraditado desde Perú para ser juzgado en el caso por el triple crimen narco en Florencio Varela, ingresó al país el pasado 28 de agosto por la tarde y viajó, junto con otras dos personas, en Buquebus desde Uruguay.
“Se visualizan tres individuos masculinos caminar sobre la vereda de la Avenida Antártida Argentina, en dirección al ingreso de la mencionada playa de estacionamiento, quienes serán identificados como NN1, NN2 y NN3”, detalló el informe al que accedió la agencia Noticias Argentinas.
Ahora, los investigadores tratan de saber quiénes son las dos personas que lo acompañaban para constatar si están vinculados a los asesinatos de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez.
En las últimas horas la Policía de la provincia de Buenos Aires identificó a dos prófugos. Los acusados fueron identificados como Alex Roger Ydone Castillo y David Gustavo Morales Huamani, conocido como “El Loco David” o “Tarta”. Además, buscan a Manuel David Valverde Rodríguez, tío de Pequeño J. El sujeto fue identificado por Celeste Guerrero, una de las detenidas que rompió el pacto de silencio.
Cocaína.
Por otra parte, el fiscal Adrián Arribas afirmó que Florencia Ibáñez, una de los nueve detenidos por el triple crimen con sello narco en Florencio Varela, reveló que las víctimas “robaron 300 kilos de cocaína”.
Además, el fiscal explicó que las pericias a los celulares de los detenidos por el triple crimen narco de Brenda Del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi en Florencio Varela estarán el fin de semana.
Luego de que Celeste Magalí Guerrero, dueña de la casa donde hallaron los cuerpos, haya roto el pacto de silencio y dé a conocer nombres y figuras en el caso, dos de los acusados solicitaron prestar testimonio frente al fiscal y, según se supo, serían Florencia Ibáñez, quien ya había sido indagada, y Ariel Giménez, el joven que cavó los pozos.
“Celeste vino a poner los nombres en cada lugar, todos sabíamos que esas personas estaban involucradas”, destacó Arribas.
En la puerta de la Fiscalía de San Justo, el fiscal remarcó que, pese a que la acusada brindó detalles importantes, no deja de ser la “versión de un imputado” y que “ella puede decir el mejor escenario, el que le convenga”.
Al ser consultado sobre las pericias a los celulares de los detenidos, Arribas informó que los resultados comenzarán a estar este fin de semana.
Por su parte, Guillermo Endi, el defensor de ambos acusados consideró que sus clientes “no mataron a las chicas” y remarcó que la sobrina del hombre de nacionalidad boliviana “aclaró los movimientos” de la Volkswagen Fox blanca. “Fueron a buscar parte de la droga robada”, agregó en declaraciones televisivas.
Pozos.
Por otra parte, Ariel Giménez, el acusado de cavar los pozos en la vivienda de Florencio Varela, declaró ante el fiscal Arribas y manifestó que “no le resultó extraño” haber sido contratado para esa tarea porque estaba “drogado”.
De acuerdo al documento que fuentes del caso le enviaron a la agencia Noticias Argentinas, el imputado por supuesto encubrimiento expresó que es adicto a las drogas al igual que sus hermanos.
El joven de 29 años afirmó que el jueves 18 de septiembre (un día antes de los homicidios) publicó un estado de WhatsApp con la imagen de un parlante, el cual fue visto por "estas personas": "Al otro día tipo 9 de la noche me preguntan si les puedo alquilar el parlante, pero les dije que lo iba a preguntar con mis hermanos porque es de ellos".
“Mis hermanos tienen problemas de drogas igual que yo, por lo que vimos una oportunidad para poder consumir", admitió Giménez y agregó que coordinó un encuentro con una de los implicados para verificar el funcionamiento del aparato, pero "no entró a su casa" a raíz de que estaba "apurado".
El fiscal le preguntó quién era la persona en cuestión y Ariel consignó que se trata de "Gonzalo", un hombre de nacionalidad peruana que le compraba estupefacientes: "Arreglamos 30.000 pesos por el alquiler del parlante, 20.000 en drogas y 10.000 en efectivo". (NA)
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