Miércoles 17 de septiembre 2025

Se “irán” 20 mil millones de dólares

Redaccion 17/09/2025 - 01.09.hs

Al evaluar el texto del proyecto de Presupuesto 2026 que el lunes fue enviado al Congreso Nacional se advierte que Javier Milei “confesó” que se le van irán casi 20.000 millones de dólares en una economía recesiva y sin dinero. De espaldas a las demandas sociales y de cara a los mercados anunció lineamientos con supuestos de comportamiento para los próximos tres años. Entre ellos destaca la profundización de una economía desbalanceada incapaz de generar dólares genuinos producidos por el comercio exterior, por lo cual acumulará hasta 2028 un déficit de 18.866 millones de dólares.
Este rojo comercial, que justifica en una supuesta mejora de la actividad económica demandante de insumos y maquinaria importada, seguirá presionando sobre las reservas del Banco Central. Sólo en 2026 el saldo comercial será negativo por 5.751 millones de dólares, mientras que este año cerraría con un rojo neto de 2.447 millones. La Casa Rosada espera compensar esa falta de divisas con mayor endeudamiento, mientras el riesgo país vuela por encima de los 1.100 puntos. La otra apuesta es a la inversión, que a mitad de su mandato sigue en mínimos históricos.
Las premisas supuestas de los próximos años son inconsistentes y contradictorias. Una economía creciendo de manera constante en torno al 5 por ciento anual hasta 2028 es incongruente con un mercado interno derrumbado, un dólar que seguirá atrasado, e importaciones que cuadruplicarán las exportaciones.

 

Sordo, ciego y mareado.
El gobierno no sólo no escuchó las urnas, tampoco es capaz de leer un mercado al que quiere seducir. Los hombres de negocios consideran agotado este modelo y la falta de reservas, cada vez más evidente, requiere mayores controles a la salida de divisas y estímulos a la generación. Sin embargo, la apertura indiscriminada se quedarfía hasta el final de la administración libertaria y el programa endeudador continuará a toda máquina en los próximos años. Ni hablar de acumular reservas genuinas.
Según los supuestos presupuestarios, “las cantidades exportadas de bienes y servicios se estiman con un incremento de 10,6 por ciento en 2026, manteniendo una trayectoria de crecimiento en 2027-2028, mientras que el volumen importado también continúa en alza, impulsado por la expansión económica”. “El valor exportado de bienes y servicios aumenta 9,1 por ciento y el valor importado 12 por ciento en 2026, resultando en un déficit comercial de 5.751 millones. Hacia adelante, dicho déficit se estima en 3.707 millones para 2027 y en 6.961 millones para 2028”.
Eso da como resultado un déficit acumulado de 18.866 millones de dólares en tres años, que se suma a los compromisos de deuda, tanto el pago al FMI como a acreedores privados y los gastos de los hogares, tanto por viajes como para atesoramiento y compras en el exterior. Por lo cual, la canilla sigue abierta.

 

Sin obra pública.
Mienttas tanto, aunque el Presupuesto 2026 estima un aumento del 50% en partidas de gastos de capital de la administración nacional, muy por encima de la inflación proyectada (10,1%), el gasto total representaría aproximadamente un 0,3% del PBI. Es un nivel incluso más bajo que el de 2024, año que el propio presidente definió como “el ajuste más grande de la historia”. Desagregado, el componente más importante de esos gastos corresponde a transferencias de capital, que absorben el 49,7% del total y aumentan un 81,4%: mientras la inversión real directa alcanza sube 26,1%, la inversión financiera asciende al 41%, según el proyecto. El total a gastar en 2026 sería 3,286 billones de pesos, un aumento de 50,3%, respecto a 2025.
Consultado de Ambito, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, recibió con frialdad el anuncio. “No hay ningún aumento. Es el mismo porcentaje del 0,4% del PBI, igual que este año”, respondió. Según los datos del Presupuesto, sería incluso menor: con un PBI estimado en 1.033 billones para 2026, el gasto de capital equivaldría a 0,32% del PIB, según cálculos de ASAP. Para 2025, el porcentaje sería aún más bajo: 0,25% del PBI.
Si esa estimación se cumple, implicaría que el envío de recursos fue menor que durante el primer año de gestión. De acuerdo a cifras de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la inversión pública el año pasado fue de $2,09 billones, lo que representó una disminución real del 75,1% interanual en la comparación con el último año de Alberto Fernández. Pasó de representar el 1,3% del Producto en 2023, a solo 0,4% en 2024.
La novedad se enmarca dentro de una situación delicada para el sector de la construcción, uno de los más golpeados por el ajuste que llevó adelante el equipo económico. Según datos del Indec, la construcción cayó un 20,77% entre noviembre de 2023 y julio de este año.
Ese desplome en la actividad también trajo aparejada la pérdida de puestos de trabajo. Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), hubo una reducción del 16% desde el cambio de gobierno a junio, equivalente a 67.934 empleos menos.
(Ambito y El Destape)

 

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