Miércoles 17 de abril 2024

Seguí en vivo el lanzamiento al espacio del primer satélite miniatura argentino

Redaccion Avances 13/01/2022 - 13.25.hs

Todo un país estará atento este jueves pasado el mediodía al lanzamiento del primer satélite en miniatura argentino llamado MDQubeSAT-1, "General San Martín". Lo sucedido será histórico ya que es el primer evento de este tipo para toda América Latina. El lanzamiento, desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), en el Falcon 9 de la compañía Space X, será en vivo y hasta participará el presidente Alberto Fernández, de manera virtual.

 

El lanzamiento será el primero de un proyecto de Innova Space que busca crear una constelación de satélites en miniatura que permita llevar conectividad a zonas remotas del continente.

 

COMO FUNCIONA. 

 

El picosatélite, que es una de las unidades inferiores de la escala satelital, mide 10 x 5x5 centímetros y pesa alrededor de medio kilo.

 

Está hecho sobre la plataforma tecnológica ARDUINO, que permite programar utilizando placas que se pueden conseguir a menos de $600, lo que las hacen accesibles para proyectos sin financiamiento. El escaso tamaño y su peso ligero permite llevar a cabo un lanzamiento aeroespacial a bajo costo.

 

Según un comunicado oficial de la empresa, Innova Space nace a partir de un proyecto educativo de la Escuela Técnica N°5 de Mar del Plata denominado SATDUINO liderado por el profesor Alejandro Cordero, hoy CEO y fundador de la Startup. El objetivo curricular fue introducir la nueva tecnología aeroespacial, el cual comprendió el desarrollo y la validación de un picosatélite basado en el estándar PocketQube.

 

Gracias a este proyecto educativo, los estudiantes tuvieron la posibilidad de viajar a Glasgow, Escocia, y ser partícipes del 3er Pocketqube Workshop en 2019. Además, obtuvieron el reconocimiento del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación con el primer puesto a la Innovación. La gran repercusión a nivel local y nacional de la propuesta logró el impulso de la aceleradora de startups Neutron.

 

“Durante esos tres meses trabajamos muchas horas incluso fuera de la escuela y nos empezaron a llamar de los medios de comunicación. Los chicos incluso pasaron por ‘Quién quiere ser millonario’ en busca de fondos”, relató Cordero, profesor y actual CEO Innova Space. En ese período, el equipo inicial de ocho alumnos también se redujo a dos, “los verdaderamente abocados al proyecto”.

 

Poco tiempo después el equipo ganó el primer premio de Innovación del Ministerio de Educación y también accedió al financiamiento de un ANR (Aporte No Reembolsable) del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación por $14.500.000. Al mismo tiempo, el equipo se fue profesionalizando y sumando integrantes con conocimientos específicos de materia aeroespacial.

 

COMUNICACION EN ZONAS INHOSPITAS. 

 

Una vez en el espacio el picosatélite argentino MDQube-SAT1 orbitará en la LEO (Low Earth Orbit), en una Órbita Polar a unos 400-500 kilómetros aproximadamente. “Va a ser el más pequeño de Argentina y de Latinoamérica jamás lanzado. Vamos a probar cómo funcionan los paneles solares, las baterías y las comunicaciones”, detalló Cordero. 

 

A partir de ahí, las posibilidades son infinitas. Alejandro sueña con poder lanzar una constelación de entre 85 y 100 picosatélites en un plazo de dos a tres años. Con esa red podrá dar comunicación de “Internet de las cosas” a todo el mundo.

 

En concreto, el proyecto está pensado para dar cobertura de comunicación donde no la hay, lo que en la Argentina significa el 70% del territorio, principalmente áreas agrícolas y mineras.

 

“Por ejemplo, si tenés un silobolsa, podés ponerle un sensor y nuestros satélites van a permitir que transmita información aunque esté en una región donde no hay comunicaciones; el productor va a poder saber qué pasa con su cosecha desde el celular”, indicó.

 

En la misma línea, Maximiliano González Kunz explicó que “la idea es democratizar el acceso a ciertas soluciones a partir de una constelación muy económica de satélites, por ejemplo llegar a lugares inhóspitos y poder generar comunicaciones: en un campo se puede medir humedad, riegos, etc”. La constante disminución de los costos tecnológicos podría posibilitar que un lanzamiento cueste “menos de 25 mil dólares”, una cifra accesible dado el nivel de desarrollo involucrado.

 

Una vez en órbita, los picosatélites tendrán una vida útil muy corta, de entre dos y tres años. Pasado ese tiempo, comenzarán a caer y terminarán por desintegrarse debido a la fricción del reingreso a la atmósfera. “Ya estaríamos cumpliendo con un requisito que la NASA va a pedir en los próximos años, que ningún satélite dure más de cinco años para evitar la generación de chatarra espacial”, explicó.

 

Los picosatélites son diseñados y construidos íntegramente en los talleres de Neutrón en Mar del Plata. “No hay nada estándar que compremos afuera, tanto el procesador, como el CPU, como el programa y el chasis”, asegura con orgullo Alejandro. Su sueño se entrelaza con el futuro del país: “Para el 2050 la demanda de alimentos se va a multiplicar y si el campo no se tecnifica no va a poder satisfacer esa demanda del mundo”.

 

 

 

 

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