Domingo 28 de abril 2024

Máquinas Bono, la virtud de crear y hacer

Redacción 14/05/2017 - 18.17.hs

Horacio Bono se hizo un lugar con su fábrica de máquinas embotelladoras: tiene clientes en gran parte del país y la provincia. También hizo todas las mesadas de acero inoxidable del nuevo Hospital de Medicina Nuclear y experimenta con ósmosis por energía solar.
Una gigantografía sobresale entre algunas de las cosas de la modesta oficina. El mapa de la Argentina aparece atravesado por decenas de líneas rectas que, desde el centro del país, indican en qué lugar hay un cliente. Ese centro es La Pampa y el proveedor está en el Parque Industrial de Santa Rosa, allí donde Máquinas Bono funciona como lo que es: una Pyme cuyo objetivo es industrializar productos hechos ciento por ciento con mano propia.
"Tenemos 53 máquinas automáticas instaladas. Estamos en el centro del país y eso es una ventaja grande: nuestros grandes clientes, además de los de la provincia, son de la Patagonia, sobre todo de Neuquén y Río Negro, pero también trabajamos con gente de Córdoba, San Luis, Buenos Aires e incluso provincias del norte como Salta y Misiones. También de Chile", cuenta Horacio Bono (56), el responsable de una firma que se dedica básicamente a la fabricación de máquinas embotelladoras de agua, soda, jugos, gaseosas.
En la planta ubicada sobre la calle Tita Merello al 2361, en el interior del Parque Industrial, también elaboran destapadores de bidones, pulidores de agua y equipos manuales de soda de dos picos con cinta transportadora para sifones, entre otras cosas.
Nacido en Eduardo Castex, Bono creció rodeado de artefactos porque su padre tenía un taller de reparación de maquinaria agrícola. Se perfeccionó en el arte de crear objetos a partir de una materia prima y la fabricación de máquinas le marcó el camino hacia el sustento diario.
"Trabajé un tiempo en Córdoba, también estuve como dos años en Chile, hasta que a mediados de los '90 me vine a Santa Rosa", recordó Bono. "El comienzo fue duro, uno se la juega, tiene confianza en lo que hace y si el producto es bueno la cadena arranca, pero no es fácil. Pasé hambre, la primera máquina la hice gratis, por suerte el producto gustó y de a poco me hice un lugar...", reconoce.
Las máquinas que comercializa la fábrica son íntegramente diseñadas por Bono. "La idea siempre fue industrializar, nosotros completamos todo el círculo: fabricamos, vendemos, hacemos el control y proveemos el repuesto".
Industrializar.
Dentro del galpón, Bono, su pareja Laura Ponce (se encarga de las relaciones comunicacionales de la Pyme) y sus dos empleados "transforman" la materia prima. "Ese es el principio de la industria porque de lo contrario sería comercio. Transformamos la chapa en una herramienta, es como un artista con un pincel, solo que nosotros buscamos industrializar, hacerla siempre igual, hacerlas en serie, estandarizar. Eso es lo que uno persigue y al mismo tiempo es lo más difícil, porque para hacer una máquina eficiente y sencilla se requiere de mucha infraestructura. Si hago una silla, para que tenga éxito necesito hacerla en serie, y para ello se necesita gente y equipamiento", explica con pericia docente.
"Desarrollamos todos los dispositivos, no es que compramos elementos y los adaptamos, nosotros manufacturamos todo. Siempre digo que es más barato fabricar una Ferrari Testarossa que un VW Gol. Podés hacer tres Ferrari en un mes con 40 empleados en cambio para el Gol necesitás hacer 200 por día, y para eso se requiere de una infraestructura impresionante, por eso las cosas sencillas las hacen las grandes máquinas. A mí no me sale nada desarrollar una máquina nueva, a una fábrica grande una fortuna, pero ahí es donde me vuelvo competitivo", añadió Bono.
La fábrica santarroseña también provee a varias de las cooperativas (Macachín, San Martín, Ingeniero Luiggi) y municipios de la provincia además de la franja privada del comercio. "El 80 por ciento de las plantas en La Pampa están vinculadas de alguna manera con nosotros", resalta Bono.
Hospital.
En busca de la necesaria diversificación la empresa comenzó hace un tiempo a trabajar con equipamiento para hospitales y clínicas. "Hacemos mesadas de acero inoxidable, mesitas para quirófano. Al nuevo hospital de Medicina Nuclear que tendrá Santa Rosa le hicimos todo el sistema de mesadas, que son muchísimas y que requirió de muchísimo trabajo".
En momentos donde la economía nacional es un muro cada vez más duro de saltar, Bono busca distintos caminos para sobrevivir a situaciones y modelos económicos que, como cualquier Pyme argentina, ya supo transitar (y lamentar). "Está difícil, nuestra intención es agrandar el galpón y comprar materiales, pero hoy todo está como agazapado, guardado hasta ver para dónde va a ir la cosa", advierte.
Bono rescata la alternativa que el Banco de La Pampa ofrece a través del "Compre Pampeano". También la vidriera que significa la ExpoPymes. "Con el Compre Pampeano vendimos muchísimo, es una herramienta muy valiosa y que funciona fuera de la provincia. Y en la ExpoPymes nos dieron un apoyo bárbaro, con un stand muy grande", elogió Bono, que en la edición 2009 de esa muestra obtuvo un premio a la "Creatividad", justamente una de las características que requiere el perfil de cualquier emprendedor además de trabajo, capacidad, decisión y paciencia.
RECUADRO
Osmosis por energía solar
El espíritu inquieto y la necesidad de buscar nuevos nichos para su planta llevaron a Bono a experimentar nuevas posibilidades. "Estamos trabajando con energía solar. La idea es vender ósmosis en los campos del oeste pampeano, donde el agua es muy agresiva. Con un sistema de energía solar se puede fabricar una ósmosis, porque un campo sin agua no sirve, así que hice una fuerte inversión porque poner en marcha esto no es fácil, hay que invertir mucho en los paneles solares. Sería un equipo que le saque todos los minerales nocivos al agua para que sea de consumo ganadero. Es el próximo nicho al que apuntamos: en la Argentina no existe ósmosis por energía solar".

 

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