Lunes 15 de abril 2024

"Me dijo que ni loco contrataba a una mujer"

Redaccion Avances 08/01/2022 - 08.57.hs

Paulina Lescano es ingeniera agrónoma y brinda todo tipo de asesoramiento, incluidas charlas y talleres a empresas y particulares.

 

“Cuando me recibí me imaginaba que iba a trabajar en el campo, pero después por la realidad misma y por diferentes cuestiones me encontré trabajando para el agro pero desde lo comercial, desde una oficina. Y le pude encontrar la vuelta, eso es lo que más valoro”, resalta Paulina al recordar que cuando cursaba la carrera de Agronomía en las aulas de la Universidad Nacional de La Pampa pensaba en un futuro rodeado de tierra, semillas y cosechas.

 

“En ese momento no había tantas empresas agrícolas en el interior como sucede ahora y me resultó difícil encontrar trabajo en el campo. Estaba recién recibida y quería trabajar, así que me fui a Buenos Aires a buscar una oportunidad en empresas del sector pero en algo más vinculado a lo comercial”, agrega Paulina Lescano (50 años) quien luego de mucho tiempo de aportar su experiencia, capacidad y conocimiento para otras firmas finalmente puso en marcha su propia marca.

 

“Hago consultoría, tengo posgrados en negociación y finanzas, entre otros, y desde hace más de 20 años trabajo en el negocio agroindustrial, por eso hoy tengo una visión muy integral de toda la cadena, y por eso también brindo charlas y talleres grupales para ayudar a empresas a mejorar su rentabilidad y a anticiparse a los cambios del mercado”, resume Paulina quien tiene su propia página web (su WhatsApp es 2954 324820).

 

En el comienzo tuvo que “patear” la calle. Hasta que logro insertarse en el mundo laboral donde debió atravesar distintas etapas, como le sucede a cualquier joven con un título debajo del brazo y recién salido de la universidad. Pero una vez que arrancó no paró más.

 

“Una amiga que trabajaba en un banco multinacional me ayudó. En ese momento los currículums se entregaban impresos en papel y me acuerdo de que repartí un montón hasta que conseguí trabajo en una exportadora de cereales, en el área de insumos y canje. Luego me trasladaron a un acopio que tenían en Colón (provincia de Buenos Aires) y de ahí a Rosario, a la Bolsa de Comercio, donde en ese momento era la única mujer operadora de cereales y oleaginosas en la Bolsa. Después se fueron agregando otras, pero en ese momento era la única”, resalta Paulina sobre su costado pionero.

 

“Luego volví a Buenos Aires y entré a trabajar en un pool de siembra, en el área de producción, así que pasé al otro lado de la cadena. También trabajé en un corretaje de cereales y en la cadena Carrefour, específicamente en el desarrollo de marcas de la empresa en productos frescos que no llegaban a ser orgánicos pero que tenían todo un procedimiento específico. Más adelante pasé a una consultora de granos así que asesorábamos a productores a definir sus ventas. Eso fue lo último en relación de dependencia porque cuando me volví a La Pampa para instalarme definitivamente seguí haciendo lo mismo pero a la distancia”.

 

 

Mujeres.

 

Paulina cuenta que desde hace unos años se propuso crecer en lo profesional y por eso comenzó con charlas y capacitaciones. “En los últimos años siempre estuve haciendo especializaciones en mi área para sumar conocimientos, además generé más contactos con muchas mujeres profesionales del sector del agro, por eso integro la Red de Mujeres Rurales y también la Fundación Flor, que en realidad son mujeres de todo el país pero que abarcan todas las áreas. De esa forma fui potenciando mi crecimiento profesional con todo lo que logré anteriormente y lo que fui sumando con cada actividad”.

 

-¿El hecho de ser mujer en un ambiente históricamente dominado por hombres, te significó más dificultad para poder trabajar?

 

-Hace 25 años era bastante distinta toda esta cuestión. De arranque tomé la decisión de no insistir en conseguir trabajo en el campo acá en la provincia porque a un lugar que fui, el dueño, al que yo conocía y respetaba mucho, me dijo que ni loco contrataba a una mujer para dejarla sola trabajando con un hombre, pero más que nada fue por un tema de la inseguridad que le generaba a él esa situación. Después, en la Bolsa de Rosario, tuve la suerte de tener un jefe que era muy buena persona y que me enseñó cómo operar, cómo relacionarme con el resto de los operadores, y en cierta forma eso me permitió ir aprendiendo de manera más tranquila”.

 

Y agrega: “Quizá sí era distinto (algo que en muchos casos sigue ocurriendo pero en menor medida) que en ese momento la mayoría de los operadores eran hombres, entonces muchas reuniones o relaciones comerciales se hacían fuera de la oficina, en salidas a la noche, y entonces ahí no participaba. En ese punto no podía llegar a tener la misma relación de cercanía que había entre ellos, pero de todas formas eso no me impidió para nada hacer bien mi trabajo”.

 

Según Paulina, “hoy las cosas cambiaron mucho y, si bien sigue habiendo gente que quizá se quedó en el pasado, se nota mucha evolución y mayor reconocimiento a la capacidad personal y profesional de las mujeres. No creo que hoy pese la diferencia de género”.

 

Actualmente Paulina trabaja desde La Pampa para clientes de otras provincias y del exterior.  “Este año participé en forma virtual de un congreso de agronegocios en Ginebra y antes de la pandemia di una charla presencial en Curitiba además de realizar viajes por todo el país".

 

Una emprendedora de larga trayectoria y que siempre está en movimiento.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?