La Pampa, quinta en estructura apícola nacional
El precio pagado a productores según la Dirección Nacional de Alimentos y Desarrollo Regional trepó durante el mes de mayo de 2024 a 1.750 pesos por kilogramo para las mieles claras y 1.400 pesos para las oscuras.
JUAN JOSE REYES
Según el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa) del Ministerio de Bioeconomía, La Pampa se posiciona quinta a nivel nacional en estructura apícola después de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba. Hay 2.378 apiarios de 48.804 del país y 313.519 colmenas de las 5.733.420 registradas en Argentina.
Se destaca el departamento Conhelo con 298 apiarios y 41.207 colmenas, seguido de Trenel con 203 y 31.553; Rancul 202 y 33.129; Maracó 189 y 26.359; Realicó 185 y 23.291; Atreucó 181 y 26.793 y Quemú Quemú con 165 apiarios y 16.965 colmenas.
Para el titular del área apícola del Ministerio de la Producción, Santiago Audisio, en Toay hay oficialmente 233.427 colmenas; 330 Apicultores; 69 salas de extracción; cuatro depósitos y cinco salas fraccionadoras. En otras palabras, dentro de la estructura mielífera, La Pampa ostenta el 4,9% del total de apiarios y el 5,46% del global de las colmenas de todo el país.
El precio pagado al productor sin IVA y flete, según la Dirección Nacional de Alimentos y Desarrollo Regional trepó durante el mes de mayo de 2024 a 1.750 pesos por kilogramo para las mieles claras y 1.400 pesos para las oscuras. Se trata de un precio promedio de compra que refleja el precio razonable que debería recibir un productor por la miel comercializada.
Esto contempla una miel de calidad que cumple con los estándares medios requeridos por los mercados del exterior en cuanto a características organolépticas y físico químicas además de tener los envases acordes a la normativa nacional junto con los registros nacionales correspondientes (Renapa actualizado y Sala de Extracción de miel). Según el último anuario estadístico provincial las exportaciones totales durante el año 2022 llegaron a los U$S 26 millones, no conociéndose aún los datos de 2023.
El oro líquido.
La miel, el polen y la jalea real son solo algunas de las extraordinarias bondades que le debemos a las abejas y a los apicultores en La Pampa. La visita a cualquiera de los 2.378 apiarios que tiene la provincia, es sin dudas una experiencia única. La colmena es una caja de 40 centímetros de ancho por 50 de fondo y 25 de alto, en la que viven alrededor de 80.000 y 100.000 abejas.
Está dividida en nueve partes por unos marcos de madera. En cada uno de ellos, las abejas obreras construyen el panal en cera formando miles de celdillas hexagonales donde depositan la miel y la jalea real. Cada panal refleja su enorme trabajo realizadas en celdillas milimétricamente elaboradas y la cadena de procesos que demuestran la perfección de la naturaleza, y que se traducen en la miel. Sin embargo, la historia comienza mucho antes de que lleguen a la colmena.
Las abejas viajar de flor en flor alimentándose de polen, néctar y otras esencias que producen las plantas y las almacenan en su buche mielario, en sus patas y en unos pelos plumosos a los cuales se adhieren partículas de polen. La obrera ingiere el néctar y lo convierte en miel que deposita en las celdillas del panal. Solo cuando este está completamente colmado de miel y las celdas selladas con cera, se puede extraer el oro dulce.
Beneficio.
Su principal beneficio es la energía que proporciona y la naturaleza le permite a la abeja batir sus alas –que son dos veces más pequeñas que su cuerpo– tan rápido que las hace volar. Paradójicamente los humanos la consumimos como endulzante natural, para fortalecer el sistema inmunológico y como regenerador de tejidos.
El otro ingrediente estratégico es el polen que en realidad es una proteína vegetal que contiene todos los oligoelementos básicos para alimentar a un ser vivo. Otro de los productos más preciados es la jalea real; este se genera por segregación glandular en las abejas nodrizas, es decir, aquellas recién nacidas.
Con esta sustancia ácida, blancuzca y ligeramente picante se alimentan exclusivamente las larvas que van a ser reinas. Ese almíbar les proporciona los nutrientes necesarios para que puedan multiplicar el panal y producir cerca de 1.500 huevos al día.
Comercio exterior.
La miel es un producto que puede guardarse hasta dos años en tambores de rebalse de 210 litros, y por supuesto quien tenga mayor respaldo económico puede soportar y esperar mejores precios en el futuro. Pero la mayoría la tienen que vender enseguida para solventar sus ingentes costos que se han incrementado notablemente en el presente año.
Sin embargo en la campaña recién finalizada, aunque con datos no oficiales aún, se habrían logrado producir unos 24.700 tambores, es decir 5,18 millones de litros. Si bien los exportadores son pocos, eso hace que el precio de la miel sea fácil de manejar por los monopolios.
Más de 2.500 tambores salen desde la zona franca de General Pico. Entre los distintos eslabones que constituyen a la cadena apícola tanto el BLP como el Ministerio de la Producción son las principales fuentes de financiamiento de los activos fijos de los productores apícolas (colmenas, carros, vehículos, equipos de extracción, etc.) y también el capital de trabajo (insumos para la alimentación, productos veterinarios, gastos de traslados de apiarios, etc.) para quienes tienen además salas extractoras e industrializados de miel.
Esta campaña seguramente será superior ya que el clima sigue ayudando y la trashumancia de provincias vecinas sigue aumentando el stock de colmenas en la región. El otro motivo es de orden bélico ya que es el principal productor de miel de Europa es Ucrania con una cantidad que oscila entre 65.000 y 75.000 toneladas por año (la mitad lo exporta) y la guerra hará que suban más los precios y se abran mayores nichos de mercado.
En La Pampa se destacan dos cooperativas, la Cosedo de Doblas y la Cooperativa Apícola Patagonia, de Gral. Pico además del Parque Apícola de la ciudad norteña inaugurada en 2009 junto a otras 69 salas de extracción; una planta de homogeneizado y cinco establecimientos que acopian miel y cera a granel con destino a los mercados externos además de generar unos 1.700 puestos de trabajo de manera directa e indirecta y su ingente crecimiento en la Zona Franca (Geomiel).
Según datos del último Anuario Estadístico de La Pampa (2023) las exportaciones totales durante 2022 fue de U$S 26 millones. En la última semana del mes de mayo en la sede del municipio de la localidad de Toay se realizó el cierre de la “Semana de la Miel” con la finalidad de promover las mieles pampeanas como alimento de calidad, dando relevancia al producto como identidad de la región, además de poner en valor la actividad productiva y la cadena de valor.
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