Perpetua para una pareja
Redacción 30/04/2010 - 01.37.hs
Ni se cruzaron miradas. Juan Manuel Gómez entró esposado, se sentó y dejó la mirada perdida. María Laura García lo hizo en muletas y no paró de pasarse la mano sobre la cara. Ninguno de los dos lloró ni hizo gestos de desazón. Pareció que sabían lo que venía. Y lo que venía fue una condena a prisión perpetua por el delito de homicidio criminis causa porque la Cámara en lo Criminal 2 entendió que fueron coautores de la muerte de Rosa Ubando, ocurrida en junio del año pasado en Toay. La mujer de 68 años, que había alojado a la pareja hasta que alquilaran una casa, apareció sin vida en el baño, luego de ser golpeada, atada de pies y manos, tirada en el piso y asfixiada.
Gómez, un albañil de 26 años nacido en Santa Rosa, y García, de 40, dos hijas y oriunda de Carlos Casares, pasarán por lo menos los próximos 20 años en prisión si el fallo quedase firme. Recién en ese momento podrían solicitar que les fijen una pena y eventualmente obtener una salida condicional.
Ambos eran pareja cuando el 18 de junio pasado mataron a Ubando, de 68 años, en su afán de hacerse con un plazo fijo de 15.000 pesos que la víctima tenía en el Banco de La Pampa y que vencía casi un mes después, el 10 de julio. En ese contexto golpearon brutalmente a quien los había hospedado gentilmente para robarle 700 pesos y exigirle la clave del cajero automático. Pero luego no pudieron hacerse de más dinero porque la tarjeta estaba vencida y tampoco acceder al plazo fijo. Por eso volvieron a castigarla, la ataron, la arrastraron hasta el baño, la asfixiaron, cerrando la casa con un candado y se fueron dos días a un hotel. El hijo de la occisa descubrió lo que había pasado un par de días más tarde.
Más allá de que Gómez acusó a García y García a Gómez del homicidio, el tribunal consideró que los imputados actuaron "en forma conjunta, existiendo en ellos una real coincidencia de intención y voluntad para dar muerte a la víctima, con la finalidad de ocultar dicho acontecimiento para no ser denunciados por la mujer; y además luego de darle muerte le sustrajeron otros bienes personales".
Los jueces añadieron que "cada uno sindicó al otro como autor único de los sucesos para tratar de desvincularse del hecho, pero existen numerosas evidencias que desmienten dichas posturas, y que acreditan que actuaron en conjunto y voluntariamente, sin ningún tipo de sometimiento o temor del uno hacia el otro, como recíprocamente se atribuyeron". En ese sentido, remarcaron que en el propio baño se hallaron huellas dactilares y palmares de ambos imputados, creando "un fuerte indicio sobre la acción de ellos en la manipulación del cuerpo de la víctima".
Otra prueba fue el hallazgo de "restos de hilo color rosa en la entrada del baño, en el cuerpo de la víctima y en un colchón, que se corresponde con una especie de chalina confeccionada con un resto de cubrecama (secuestrada en el lugar) que por los dichos del nieto de Ubando, utilizaba García". Inlcusive se incorporaron al expediente fotografías que mostraron a la condena con una prenda de ese color.
En definitiva, la Cámara 2 condenó a Gómez y a García a perpetua por los delitos de homicidio criminis causa y robo simple, y al primero también por encubrimiento por receptación dolosa, en otra causa donde le encontraron en su poder ropas que habían sido hurtadas de una vivienda de Toay. Además de los 700 pesos, le robaron a Ubando una radio marca Kchibo, una camisola celeste, una camisa blanca con flores bordadas, un adorno de cerámica con forma de ángel; un par de aros, un hacha de mano con mango de madera, un candado con cadena y llave, un par de alpargatas blancas, un pantalón jogging y documentacion a su nombre.
Así se cerró una historia película, con once policías en la sala, durante la lectura de la sentencia, para custodiar a los imputados y a familiares de Ubando, y evitar incidentes.
Gómez, un albañil de 26 años nacido en Santa Rosa, y García, de 40, dos hijas y oriunda de Carlos Casares, pasarán por lo menos los próximos 20 años en prisión si el fallo quedase firme. Recién en ese momento podrían solicitar que les fijen una pena y eventualmente obtener una salida condicional.
Ambos eran pareja cuando el 18 de junio pasado mataron a Ubando, de 68 años, en su afán de hacerse con un plazo fijo de 15.000 pesos que la víctima tenía en el Banco de La Pampa y que vencía casi un mes después, el 10 de julio. En ese contexto golpearon brutalmente a quien los había hospedado gentilmente para robarle 700 pesos y exigirle la clave del cajero automático. Pero luego no pudieron hacerse de más dinero porque la tarjeta estaba vencida y tampoco acceder al plazo fijo. Por eso volvieron a castigarla, la ataron, la arrastraron hasta el baño, la asfixiaron, cerrando la casa con un candado y se fueron dos días a un hotel. El hijo de la occisa descubrió lo que había pasado un par de días más tarde.
Más allá de que Gómez acusó a García y García a Gómez del homicidio, el tribunal consideró que los imputados actuaron "en forma conjunta, existiendo en ellos una real coincidencia de intención y voluntad para dar muerte a la víctima, con la finalidad de ocultar dicho acontecimiento para no ser denunciados por la mujer; y además luego de darle muerte le sustrajeron otros bienes personales".
Los jueces añadieron que "cada uno sindicó al otro como autor único de los sucesos para tratar de desvincularse del hecho, pero existen numerosas evidencias que desmienten dichas posturas, y que acreditan que actuaron en conjunto y voluntariamente, sin ningún tipo de sometimiento o temor del uno hacia el otro, como recíprocamente se atribuyeron". En ese sentido, remarcaron que en el propio baño se hallaron huellas dactilares y palmares de ambos imputados, creando "un fuerte indicio sobre la acción de ellos en la manipulación del cuerpo de la víctima".
Otra prueba fue el hallazgo de "restos de hilo color rosa en la entrada del baño, en el cuerpo de la víctima y en un colchón, que se corresponde con una especie de chalina confeccionada con un resto de cubrecama (secuestrada en el lugar) que por los dichos del nieto de Ubando, utilizaba García". Inlcusive se incorporaron al expediente fotografías que mostraron a la condena con una prenda de ese color.
En definitiva, la Cámara 2 condenó a Gómez y a García a perpetua por los delitos de homicidio criminis causa y robo simple, y al primero también por encubrimiento por receptación dolosa, en otra causa donde le encontraron en su poder ropas que habían sido hurtadas de una vivienda de Toay. Además de los 700 pesos, le robaron a Ubando una radio marca Kchibo, una camisola celeste, una camisa blanca con flores bordadas, un adorno de cerámica con forma de ángel; un par de aros, un hacha de mano con mango de madera, un candado con cadena y llave, un par de alpargatas blancas, un pantalón jogging y documentacion a su nombre.
Así se cerró una historia película, con once policías en la sala, durante la lectura de la sentencia, para custodiar a los imputados y a familiares de Ubando, y evitar incidentes.
No a un planteo de la defensa
El defensor de García, Pablo De Biasi, había planteado la inconstitucionalidad de la prisión perpetua argumentando que al no otorgar la posibilidad de que sea condicional es violataria del artículo 18 de la Constitución Nacional. El fiscal Jorge Amado se opuso con el fundamento de que una persona que es condenada a perpetuidad puede conseguir a los 20 años que se le fije una pena y que ella en algún momento pase a ser condicional. La Cámara 2 no hizo lugar al pedido de la defensa.
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