El voto en blanco tendría 5 bancas en la Legislatura
Más allá de cuestiones tecnicistas, como que para definir los cuerpos colegiados se tienen en cuenta solamente los votos afirmativos y no los totales, el aluvión de votos en blanco emitidos el domingo en las urnas pampeanas -con porcentajes records-, lleva a buscar los porqué de esa conducta ciudadana y hasta a imaginar otra "conformación" de la Cámara de Diputados que, desde el punto de vista legal, sería imposible.
¿A qué se apunta con este pensamiento? Con el 95 por ciento de las mesas escrutadas por el Tribunal Electoral Provincial, y de acuerdo al sistema D'Hont, que es el que se aplica para la integración de la Legislatura, los votos en blanco (31.871, o sea el 16,23 por ciento) no sólo representarían la tercera fuerza sino que ocuparían cinco de las 30 bancas puestas en juego.
En ese esquema imaginario, el Partido Justicialista, que contando solamente los votos afirmativos accederá a 16 diputados, perdería la mayoría ya que con los 75.244 sufragios (38,32 por ciento) se quedaría con 13 representantes.
También perderían las otras dos fuerzas. El Frepam, que obtuvo 51.461 votos (26,21 por ciento), bajaría de diez a nueve legisladores; y Comunidad Organizada, que sumó 19.017 adhesiones (9,69 por ciento), se quedaría con tres y no con cuatro diputados, de acuerdo al conteo provisorio.
Lo mismo ocurriría con el Concejo Deliberante de Santa Rosa que, de acuerdo a los números que surgieron del 94 por ciento de las mesas escrutadas, le están dando seis ediles al PJ, cinco al Frepam y uno a Comunidad Organizada.
En la capital provincial, el justicialismo obtuvo 20.350 votos para concejales (33,56 por ciento), el Frepam 18.819 (31,04), los votos en blanco 10.387 (17,13) y Comunidad Organizada 5.031 (8,3). En el escenario con los votos totales y no solamente los afirmativos, el peronismo accedería a cinco bancas, los frepamistas a cuatro, el voto en blanco ocuparía dos lugares y CC, el restante.
En los comicios del domingo, el voto en blanco tuvo su piso en las boletas presidenciales con el 11 por ciento y su techo en las de diputados nacionales con el 21,8 por ciento.
Como los índices fueron altos en todas las categorías, y quizá estas elecciones se prestaron a situaciones confusas para los votantes porque hubo mucho corte a favor de Cristina y partidos que no tenían candidatos a presidente, también puede entenderse que los años acumulados de democracia llevan a los ciudadanos a no pensar más que el voto blanco es inútil. Quizá sea, para muchos de ellos, la forma más clara de mostrar disconformismo con los candidatos.
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