Sabado 28 de junio 2025

Los asaltantes de Heguy torturaron con electricidad a los empleados

Redacción 27/10/2011 - 04.08.hs

Nuevos datos del robo a la empresa Heguy Proveeduría Agropecuaria SRL salieron a la luz ayer tras permanecer una semana ocultos por la policía: los asaltantes torturaron a los rehenes con descargas eléctricas. La información fue confirmada por el jefe de la Seccional Sexta, Daniel Müller, quien omitió el "detalle" de los tormentos cuando reportó los sucesos ocurridos el jueves de la semana pasada.
Según los dichos del jefe, los asaltantes aplicaron descargas eléctricas a los empleados con dos cables pelados de un radiograbador que había dentro del galpón asaltado. "¿Por qué no lo informó el mismo día que se conoció el ilícito?" se le preguntó desde este medio al jefe, quien respondió que era "secreto de sumario", pero al mismo tiempo admitió que "en ese momento no había ninguna persona detenida"... como si semejante revelación hubiera afectado de alguna manera la investigación.
Por el momento hay una persona detenida: Jorge Omar Valquinta (27), alias el "Sapito", un ex púgil que según la policía contaría con antecedentes penales y que, tras la resolución que tomó la jueza Florencia Maza el martes pasado, permanecerá los próximos 8 días en la Alcaidía bajo prisión preventiva.
El "Sapito" fue capturado el sábado pasado en su vivienda del barrio Matadero luego de que las víctimas del robo lo identificaran mediante fotografías. Es el único sospechoso del ilícito, ya que la identidad del otro ladrón permanece desconocida.

 

El robo.
El violento episodio ocurrió el jueves de la semana pasada entre las 20.30 y las 21.30. Los dos asaltantes abordaron a un trabajador de la empresa Heguy, ubicada en el Parque Industrial de esta ciudad, mientras se retiraba. Lo encañonaron con una pistola y lo condujeron al interior del galpón donde se fabrican alimentos balanceados. Allí los ladrones redujeron mediante "culatazos" a otro empleado que continuaba con sus labores y luego a un tercero, que arribó a bordo de un camión.
Una vez atados, las víctimas fueron golpeadas y luego torturadas con electricidad ante la exigencia de que entregaran la llave de la caja fuerte. Pese a que los empleados explicaron desde un primer momento que no la tenían, los ladrones le aplicaron descargas con los cables pelados de un radiograbador, de un voltaje de 220 watts.
Posteriormente uno de los asaltantes intentó abrir la caja fuerte con una amoladora, pero antes de cumplir con su cometido escuchó una sirena (de un camión cisterna de los bomberos que pasaba casualmente) y huyó junto a su compañero. En total sustrajeron 1.000 pesos, siete chequeras en blanco, una notebook y un teléfono celular de uno de los trabajadores.

 


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