Martes 06 de mayo 2025

Jugadores anónimos y la recuperación

Redacción 19/11/2013 - 01.41.hs

A raíz de los 400 millones de pesos que se llevó este año como ingresos el casino y los más de nueve mil jugadores compulsivos que se calculan en la provincia, un ex jugador explicó que "cada uno debe tocar fondo para salir a buscar ayuda". Señaló las pérdidas que sufre la persona que padece la enfermedad y las mentiras que se crean para mantener la compulsión.
Néstor B, integrante del grupo de autoayuda Jugadores Anónimos, accedió a dialogar durante la mañana de ayer, con Radio Noticias. Se le consultó por los 9.000 jugadores compulsivos y la cantidad de asistentes al grupo de autoayuda, respondiendo que "nuestro grupo debiera ser más grande, pero cada uno sabe cuándo le llega el momento de tocar fondo, como decimos nosotros, y buscar ayuda para recuperarse del juego compulsivo. Particularmente, no hablamos de montos porque se es compulsivo cuando se juega poco o mucho; no nos interesan los números sino que más gente pueda recuperarse del juego como lo hacemos nosotros", indicó.
Hizo referencia a que compulsivo es "jugar cualquier tipo de juego; ya sean los que se han masificados y son públicos o clandestinos también. Es la adicción al jugar con una apuesta de por medio", clarificó.
-¿Llega un momento en que se recupera la racionalidad y uno se da cuenta que está dominado por esa compulsividad?
-Exactamente, la compulsión del juego es lo único que te interesa y no medís trato con la familia, con el trabajo ni con las amistades. Uno está enfrascado solamente en la vorágine del juego, lo único que se buscan son recursos para seguir jugando y uno se va endeudando cada vez más, con financieras, prestamistas y demás.
-Cuándo el casino no estaba, ¿había más o menos jugadores compulsivos?
-No voy a entrar en controversias, pero jugar se ha jugado siempre. Lo que pasa es que se ha masificado más el juego en todos los ámbitos con la apertura de casinos, tragamonedas, juegos por televisión; se ha hecho más público jugar, aunque siempre existió.
-¿Cómo empezó en la ludopatía?
-Comencé a jugar cuando tenía 14 años, me hacía la rata al colegio. Nunca tuve delirios de jugar para ganar dinero, me atrapaba jugar. Si ganaba no me daba cuenta que ganaba, era porque volvía a perder.
-Luego de poder recuperarse de esta adicción, ¿cuándo se hace el "click"?, ¿es por la ayuda de los demás o por un momento de claridad de uno mismo?
-Es lo que decía antes de tocar fondo en lo económico y como persona. A mí la cabeza me hizo click en el momento en que tuve que llegar a mi casa y decir que había perdido mi trabajo digno y de muchos años de antigüedad, y que no lo tenía más.
-¿Te echaron de tu trabajo por haber incumplido varias veces?
-Exactamente. Lo mío era insostenible en el trabajo; yo no rendía en lo que mi patrón necesitaba, después de llamados de atención, perdí el trabajo. Fue cuando busqué ayuda en jugadores anónimos y voy pudiendo controlar la enfermedad.
-Esta adicción no se cura, sino que se controla, ¿no?
-Es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud y es para toda la vida. Nosotros lo que hacemos es detenerla. Sigo concurriendo a Jugadores Anónimos y tengo muchas posibilidades más de estar sin jugar que si no fuera.
-Cuando hizo el 'click', ¿en qué se reemplazó el juego, en algo puntual o solo en la contención?
-En la contención, porque la adicción no me demandaba mucho tiempo, aunque sí lo hacía el conseguir dinero e inventar mentiras para seguir jugando. Lo reemplacé pasando más tiempo con mi familia, escuchando, terminé los estudios y procuro mantener mi tiempo ocupado. Me siento mejor persona.
Al final, Néstor remarcó que hay gente que lo pierde todo. "Hay compulsivos que pierden la casa, el auto y aparte, se pierde la dignidad como persona y eso no tiene precio. Por ejemplo, a mí me daba lo mismo vestirme bien o mal, bañarme o no hacerlo; uno se abandona como persona. La situación es muy denigrante", concluyó.

 

Reuniones semanales
Jugadores Anónimos se reúne los lunes, miércoles y viernes a las 21.30 en Neuquén 745. "Esto es así gracias a quien en vida, (el sacerdote) Ricardo Ermesino nos diera un lugar para juntarnos", recordó Néstor. La entidad mantiene abierta la línea telefónica Vida, las 24 horas del día durante todo el año, que corresponde al 02954-15530752. "Siempre es atendida por un jugador compulsivo en recuperación, que trata de ayudar a quien lo necesite", agregó.

 


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