Domingo 08 de junio 2025

Un acto con memoria y reclamos

Redacción 25/03/2013 - 03.55.hs
Entre el público que asistió a la plaza estuvo Julio Ferreyra, madre de Andrea López, el poeta Edgar Morisoli y el sindicalista Ricardo Araujo. A la misma hora, en la laguna, hubo un acto de agrupaciones kirchneristas.
Alejado de otros actos oficiales y repitiendo una costumbre que realizan desde hace muchos años, integrantes del Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos y otras organizaciones sociales y estudiantiles realizaron ayer una actividad pública para recordar el último golpe cívico militar, ocurrido en 1976.
En la tarde de la plaza San Martín se reunieron distintos movimientos sociales, universitarios y partidos políticos. Se escucharon diversas consignas aunque todos coincidieron en recordar a las víctimas del terrorismo de Estado, en reclamar "juicio y castigo" a los responsables, ya sea militares como civiles, y en criticar al gobierno nacional por algunas de sus políticas sociales y económicas.
"Estamos pidiendo que se juzgue a los integrantes de la Triple A, que contaron con la complicidad del Ejército para reprimir y matar pero que hoy no están siendo juzgados. También reclamamos que se cambie la Ley que rige a la Policía, que es la misma que la de la dictadura, como sucedía con la Ley de Medios. También decimos basta a la violencia institucionalizada", comentó Víctor Giavedonni, integrante del Movimiento y uno de los impulsores del acto.
La jornada comenzó con la intervención de las Mujeres Tamboras. Vestidas de negro y con caretas blancas recordaron a las mujeres pampeanas desaparecidas durante el proceso militar del '76 al '83. También recordaron a las víctimas de la violencia de género, como Carla Figueroa, Sofía Viale y Andrea López.

Presencias.
Entre el público que asistió a la plaza estuvo Julia Ferreyra, junto a Carlitos, su nieto e hijo de Andrea. También se pudo ver al poeta Edgar Morisoli y al secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Ricardo Araujo, quienes participaron del acto.
El Partido Comunista, el Partido Comunista Revolucionario, el Partido Socialista Auténtico, la agrupación Surcos, Los Susurradores, Juventud Guevarista, Mujeres por la Solidaridad, la Utelpa y estudiantes de la UNLPam se sumaron a la jornada que tuvo como consignas "Memoria, Verdad y Justicia"; "Castigo y cárcel común para los genocidas"; "Basta de criminalizar la lucha social"; "Por una justa distribución de la riqueza".
En los discursos hubo repudios al denominado "Proyecto X" (un programa de espionaje de la Gendarmería) del gobierno nacional y a la Ley Antiterrorista, al tiempo que se cuestionó que los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) "mantienen un paradigma de castigo al mínimo incumplimiento de las reglas mientras sigue encubriendo a los verdaderos dueños de la riqueza y de la impunidad".

 

En la laguna.
Al mismo tiempo que se realizaba el acto en la plaza céntrica, agrupaciones kirchneristas de La Pampa se reunieron en el Monumento a la Memoria que se ubica en el complejo Don Tomás. La Cámpora, Unidos y Organizados y Kolina fueron los referentes de una convocatoria que recordó los 37 años del golpe cívico militar.
La diputada nacional María Luz Alonso, junto al legislador provincial Luciano Di Nápoli, fueron los referentes que encabezaron la actividad que incluyó música y discursos.

 

"No podré entender nunca la mente de los represores"
Nélida de Orzoacoa conmovió al público durante su discurso frente al monumento a las víctimas pampeanas del terrorismo de Estado. Un lonko de una comunidad rankulche comparó el genocidio de los '70 con el que sufrieron sus ancestros.
El Parque Don Tomás fue el epicentro del acto oficial por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, organizado por el gobierno provincial y la comuna santarroseña. El hecho destacado de la jornada fue la participación de Nélida Decristófano de Orzoacoa, quien lleva años buscando a su nieta o nieto desaparecido.
Con la voz quebrada, la mujer pronunció un discurso conmovedor donde defendió las ideas de la generación que sufrió los secuestros, torturas y muertes del terrorismo de Estado desatado en el país en la década del setenta.
"Seguramente que eran ideas demasiado progresistas para la época, pero por qué no dialogaron con ellos. No. Era mejor matarlos para que el mundo no conociera sus pensamientos. ¿No sabían que la vida la da el amor y que nos vamos de este mundo cuando Dios lo dispone? Yo no podré entender nunca la mente de los represores. Eran personas instruidas que habían estudiado en establecimientos prestigiosos. No se arrepintieron. Se les otorgó todos los medios de defensa cuando los juzgaron, cosa que ellos no hicieron con sus víctimas", dijo.
Pero el tramo más emotivo de su alocución estaba por venir: "Yo perdí una nuera maravillosa, que llevaba un bebé en sus entrañas. Su delito fue trabajar en una villa de Córdoba. Era enfermera y daba los primeros auxilios y además era catequista. A mí me queda muy poco tiempo para abrazar a mi nieto o mi nieta, si es que le permitieron nacer. Pero si en algún lugar está, será una persona honesta y solidaria como era su madre y como es su padre, que todavía trabaja para ayudar a los que más lo necesitan". La locutora tuvo dificultades para proseguir con la ceremonia.

 

Ancestros.
Antes de Nélida de Orzoacoa, el lonko de la comunidad ranquel Nazareno Cerraíno leyó un discurso en idioma rankulche. Luego de cada párrafo, el lonko interrumpía sus palabras para dar lugar a la traducción al castellano por parte de María Inés Canhué, otra integrante de la comunidad.
"Vuestros familiares y nuestros ancestros fueron aniquilados por el solo hecho de pensar diferentes por la intolerancia y los intereses mezquinos", dijo Cerraíno. El ranquel trazó un paralelismo entre el genocidio perpetrado a partir del golpe de 1976 y el sufrido por sus ancestros.
En ese sentido, dirigiéndose a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, dijo que entendían el dolor que los embargaba porque también ellos lo habían sufrido. "Quisimos estar presentes acompañando esta memoria, memoria imperfecta, pero memoria al fin", concluyó. Luego, el lonko llamó a los presentes a acompañar una rogativa rankulche con los brazos alzados hacia el cielo.
Los otros oradores de la jornada fueron la directora municipal de Derechos Sociales, Paula Lasalle, y el secretario de Derechos Humanos de La Pampa, Rubén Funes.
Entre las autoridades se contaron la vicegobernadora Norma Durango, en representación del Poder Ejecutivo; el viceintendente Angel Baraybar; las diputadas nacionales Cristina Regazzoli y María Luz Alonso; las diputadas provinciales Claudia Giorgis y Carmen Bertone, los diputados Juan Pablo Morisoli, Mariano Fernández, Miguel Tanos y Luciano Di Nápoli; la ministra de Cultura y Educación, Jacqueline Evangelista; el subsecretario de Salud, Carlos Delgado; los secretarios municipales José Sevilla y Javier Schlegel; y los jefes policiales Ricardo Baudaux y Juan Domingo Pérez.

 

Música.
El acto había comenzado a las 11 con una bella interpretación del Himno Nacional Argentino por parte de Marcela Eijo, quien luego cantó una versión de La Cigarra, de María Elena Walsh. El cierre también estuvo a cargo de la artista, en este caso con una canción de Teresa Parodi. Las clásicas ofrendas florales tampoco faltaron. En este caso fueron colocadas por autoridades comunales, provinciales y de la Cámara de Diputados al pie de las placas con los nombres de las víctimas pampeanas.
A su vez, los familiares de las víctimas, colocaron rosas rojas sobre la placa, visiblemente emocionados.

 

La historia de dolor de Nélida.
Nélida Decristófano de Orzaocoa es la madre de Carlos "Vasco" Orzaocoa. Abogado, de 65 años, padre de cuatro hijos, sufrió en carne propia el terrorismo de Estado. Mercedes Gómez era su esposa en los '70. Ella estaba embarazada de siete meses cuando fue secuestrada en Córdoba en marzo de 1975. Su desaparición fue un anticipo de lo que vendría un año después. Carlos, junto a su hija, también fruto de su pareja con Mercedes, se exilió en Europa y en América Latina. El militante regresó al país en 1987 y empezó a colaborar con Abuelas. Hoy encauza su compromiso social en organismos de DDHH.

 

"Faltan todavía muchos responsables".
En su discurso durante el acto, el secretario de Derechos Humanos, Rubén Funes, hizo un repaso cronológico de la historia de las represiones contra el pueblo por parte de lo que denominó "minorías oligárquico-militares". Comenzó por lo ocurrido en el siglo XIX con el intento de aniquilar a los pueblos originarios y su cultura; el Siglo XX con los bombardeos a Plaza de Mayo y con los fusilamientos de junio de 1956 y también en el siglo pasado con la interrupción de los gobiernos constitucionales de 1962 y 1966.
En ese contexto planteó que en marzo de 1976, en el marco de una Latinoamérica plagada de dictaduras, las fuerzas armadas, con el apoyo de los grandes grupos económicos allanaron el camino al neoliberalismo. "Implementaron un plan económico-político-social-cultural contra el pueblo, que colocaba la economía al servicio de las multinacionales y otros grupos", dijo.
Entonces citó a Rodolfo Walsh, quien describió lo ocurrido: 30 mil detenidos-desaparecidos, hombres, mujeres asesinados, niños apropiados ilegalmente, centros clandestinos de detención que fueron catacumba secreta donde se torturaba y se dejaba pérdida de todas las libertades civiles y políticas, la implementación de un plan económico basado en la deuda internacional, la especulación financiera y la dependencia económica que quebró todas las estructuras productivas de nuestro país.
Funes valoró lo actuado a partir de 2003, cuando el presidente de entonces, Néstor Kirchner, impulsó la reapertura de los juicios contra los represores. Actualmente, dijo, hay 13 Juicios en curso y se esperan otros que comenzarán este año, todos son orales y públicos, cada uno de ustedes puede participar en este momento histórico y escuchar a los testigos, sobrevivientes y también a los represores, como ocurrió en el histórico Juicio de la Subzona 14.
Afirmó que son casi 300 los genocidas condenados y casi 800 los que están procesados y listos para ser juzgados. "Faltan todavía muchos responsables en los juicios porque fueron muchos más los que instalaron un régimen terrorista de estado con más de 500 centros clandestinos de detención y tortura donde desaparecieron miles de argentinos".
El funcionario no se privó en su discurso de citar las palabras pronunciadas por Jorge Bergoglio, luego de ser entronizado: "Como dijo el Papa Francisco: hay que unir lazos sociales, lazos que quebraron para implantar el individualismo, política que se continuó con los sucesivos gobiernos posdictatoriales con el liberalismo. Este es el desafío hacia el futuro: la transformación, el cambio de lo que consideramos injusto. Llegamos a otro 24 de marzo más para seguir construyendo todos juntos una Latinoamérica con más Memoria, con más Verdad y con más Justicia".

 


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