Alumnos en "lista de espera" porque faltan más docentes
Es la única institución educativa en Santa Rosa y sus alrededores que trabaja en la rehabilitación de quienes sufren una disminución visual. Al menos hay cuatro alumnos que están esperando un banco.
Felicitas Bonavitta
La Escuela Número 1 de Ciegos y Disminuidos Visuales -Jorge Luis Borges- tiene a su cargo la valiosa tarea de concretar la integración de alumnos ciegos y disminuidos visuales en más de veintitrés establecimientos ubicados en Santa Rosa, Telén, Luan Toro, General Acha, Uriburu y Toay.
Este trabajo de adaptación de contenidos y acompañamiento que facilita la inclusión de quienes tienen alguna discapacidad visual es llevada a cabo por trece docentes especializadas, un número que hace años padres e institución reclaman que se incremente mediante la creación de nuevos cargos. El cuerpo de docentes de ese centro es tan básico que no cuenta con cargos de vice dirección o secretaria.
En la actualidad la escuela trabaja con toda su capacidad aunque no llega a cubrir la demanda existente ya que hay por lo menos cuatro alumnos con disminución visual esperando una vacante para ingresar y recibir instrucción.
Otro aspecto que abarca esta institución -aunque no muy difundido- es la estimulación y rehabilitación para quienes sufren alguna disminución visual, estrabismo o problemáticas de esa índole que pueden darse de manera temporal o crónica. Es la única en Santa Rosa y zona que brinda esa atención, y en la provincia solo puede encontrarse una más con estas características en la ciudad de General Pico.
Para este servicio de estimulación visual, y estimulación senso-perceptivas requeridas a veces desde edades muy tempranas, la escuela cuenta con material didáctico y salas acondicionadas con esos fines.
El edificio -ubicado sobre la calle Leguizamón- fue ampliado recientemente y cuenta ahora con diez aulas para satisfacer las necesidades del alumnado. Diferentes centros médicos y escuelas suelen derivar a niños que sufren determinadas afecciones visuales - a veces a partir de los primeros meses de vida- para estimular su visión a través de una atención que se da de manera personalizada y gratuita.
Desde la escuela insisten en la necesidad de fortalecer la atención que se le brinda a la persona con disminución visual en las escuelas y sociedad en general, y alertan sobre la importancia de la detección precoz y un trabajo adecuado en su tratamiento y acompañamiento.
Es válido destacar que muchos de esos materiales didácticos y otros gastos de la escuela son solventados a través del trabajo de las donaciones que recibe la cooperadora y de programas que dependen de nación como el Plan Socio Educativo.
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