Megaestadio: "Está mal hecho, por eso no lo terminan"
Redacción 24/10/2014 - 04.39.hs
Un panorama alarmante fue el que dejó después de su exposición en la Sala Acusadora de juicio político la arquitecta Adriana Kuntz Aza. La profesional, entre otros muchos conceptos, deslizó que la construcción del Megaestadio era "una aberración", que ella "nunca" hubiera hecho algo así, que se "armó un expediente trucho" para cumplir con los plazos, y que el entonces gobernador Carlos Verna no fue informado (por algunos funcionarios) de algunas cosas que sucedieron en torno a la obra.Kuntz Aza tuvo a su cargo adaptar el plano del polideportivo de Santa Cruz para el de Santa Rosa, y dijo que concluyó diseñando una obra nueva. Por momentos emocionada, hasta llegar al sollozo, la arquitecta contó que fue convocada por el gobierno de Verna "para que adaptara aquel proyecto en un terreno y un clima distintos. Pero no fue una readecuación, porque esa palabra en arquitectura no existe". En ese período, señaló, los interlocutores desde el gobierno provincial fueron "el ex funcionario Julio Rojo y el arquitecto Iñaki Insausti", con quienes finalmente iba a terminar mal, al punto que dijo haber sido insultada por este último.Un proyecto nuevo.Explicó que finalmente terminó siendo "un proyecto totalmente nuevo. Es como si me dicen que quieren una casa para un matrimonio y dos hijos y después que quieren un hotel. Tal es así que desde el Consejo de Arquitectura me dijeron que tenía que cobrar honorarios por una obra nueva", porque "primero pretendían un polideportivo de 5.000 butacas, pero luego quisieron un edificio de semejante estructura que necesitaba una estación transformadora" para algún caso de emergencia que pudiera presentarse.Señaló que los funcionarios querían en el Megaestadio "un museo del deporte, trasladar el Coprode, un área de salud deportiva, un espacio para prensa escrita, oral y televisiva para transmitir eventos internacionales, una sala de conferencias, camarines y un escenario. La superficie cubierta pasó de 6 mil metros cuadrados a 26 mil".Un calvario.Kuntz Aza iba a cobrar 14 mil pesos por su trabajo, que era realizar algunas modificaciones al estadio de Río Gallegos, pero terminó proyectando una obra nueva: "Metele para adelante, de alguna forma te vamos a pagar", le dijo Julio Rojo, entonces subsecretario de Obras Públicas.Kuntz Aza les dijo a los diputados de la Sala Acusadora que desde aquel momento empezó a soportar un calvario. "Cuando vi todo eso, me empecé a enfermar, no lo podía creer. Fue una aberración, y por eso estuve con tratamiento psiquiátrico".¿Riva no se pudo presentar?Entre otros conceptos que dejó en Diputados, y también ante los periodistas, opinó que "la única que tenía antecedentes y capacidad probada para construir una obra como el Megaestadio era la empresa Riva, que entre otros trabajos fue la que hizo el polideportivo de Mar del Plata", y en Santa Rosa levantó la ciudad judicial. "En La Pampa ninguna empresa podía hacer" el Megaestadio, completó.Pero fue más allá sobre Riva. El día anterior LA ARENA le había preguntado a Julio Bargero si la empresa hizo consultas sobre el pliego, y el ex ministro respondió que "en el expediente debe constar que se le contestaron". Kuntz Aza señaló ayer que a ella la llamaron de Riva para pedirle especificaciones, y que dedujo que había comprado el pliego en la Casa de La Pampa, y que la empresa seguramente no tenía toda la información que necesitaba. "Nos dejaron afuera", dice que le dijeron desde Riva.El juicio a la provincia.La arquitecta Kuntz Aza, que concurrió a la Sala Acusadora acompañada de su esposo, José Matielli, ingeniero civil, y portando gran cantidad de planos, dijo que efectivamente le inició juicio a la Provincia para cobrar los honorarios que entendía le correspondían.Le apuntó al Estudio Badeni, "porque tuvimos sentencias favorables", pero cuando llegó a la Corte Suprema con una apelación, después de la última instancia que se encargó de la causa, el máximo organismo judicial se aferró al artículo 280, señalando que no se iba a abocar al tema, con lo que la Provincia se terminó favoreciendo.Se encargó de señalar la "coincidencia" conque por esos días el gobernador Oscar Mario Jorge contrató a Badeni en el marco de la causa del río Atuel.Expediente "trucho"La arquitecta Kunz Aza hizo una revelación de una maniobra que, aseguró, "siempre se hace" en La Pampa: "armar un expediente trucho para poder cumplir con los plazos. Cuando reclamó por nuevos honorarios, de acuerdo al trabajo que le tocó hacer -pidió 500 mil pesos-, no le hicieron lugar, y le llegaron a ofertar un máximo de 43 mil. Fue en esos momentos -afirmó- que Julio Rojo le habría propuesto "armar un concurso con dos profesionales" que "iban a perder". En la práctica habría sido un concurso fraguado para que ella pudiera cobrar sus honorarios. "Siempre se hace en la provincia", completó.Citan a RojoEl ex subsecretario de Obras Públicas de Carlos Verna, Julio Rojo, fue citado por la Sala Acusadora del juicio político que se le sigue al actual ministro Jorge Varela, para el martes 28 a las 8 de la mañana.Ayer la arquitecta Kunz Aza lo mencionó en varias oportunidades, y la Sala consideró que podría ser importante su declaración en relación a la denuncia presentada por el Fiscal de Investigaciones Administrativas Juan Carlos Carola por posible incumplimiento del deber del ministro de Obras Públicas Jorge Varela en la construcción del Megaestadio.Después de que pase Rojo por la Sala, se acordará la fecha en que se deberá votar para determinar si el juicio a Varela pasa o no a la Sala Juzgadora.Enormes dudas sobre la construcción"Ni un inconsciente hace eso", disparó Kuntz Aza sobre lo que se lleva construido del Polideportivo de Santa Rosa. Reveló que tiene "serias irregularidades, y no se puede terminar por eso. Al proyecto lo hice a conciencia: cómo no sufrir cuando vi cómo lo hicieron. Nunca hubiese hecho lo que se construyó, con bloques de hormigón que cuando llueve se humedecen, sin aislamiento térmico, ni hidrófugo. Es una locura", reafirmó.Agregó que una preocupación es que "el estadio está a nivel de la laguna y estaba pensado a 1,20 metros con tosca aprisionada para darle rigidez a la estructura", dijo mientras se paraba para dar una idea de la altura que debía tener esa base. "Cómo está si la laguna creciera se podría inundar, y la estación transformadora estaba pensada en la planta baja".La profesional mostró planos que daban cuenta de la gran diferencia entre el Boxing Club de Río Gallegos, y el polideportivo que terminó diseñando. "El proyecto que salió a licitación no era el que presenté, hubo ocho planos y muchas empresas me mandaron mails preguntando cómo podían haber hecho una cosa así. Hicieron un desastre", juzgó.Sobre su relación con los funcionarios de Obras Públicas explicó que luego de entregar su trabajo se interrumpió. "No me abrieron más las puertas", dijo.Especuló conque los funcionarios habrían hecho recortes para llegar al presupuesto que Verna manejaba para el Megaestadio, y que podría ser que no le hubieran contado algunos "entretelones".Las explicaciones de Kuntz Aza dejaron muchos interrogantes sobre la obra: ¿se podrá continuar y que una vez lista sea confiable?
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