Lunes 29 de abril 2024

"Fiorucci me dijo que iba a picanear a mi hijo"

Redacción 02/12/2017 - 01.25.hs

"Me picaneaban la boca... toda la noche la misma historia: picana, patadas, golpes, me agarraban de puching ball", contó Alberto Oscar Larrañaga (79), quien ingresó en sillas de ruedas a la sala de audiencias donde se desarrolla el juicio por la Subzona 14 II.
El hombre, que se dedicaba a hacer de gestor de pequeñas empresas constructoras, permaneció detenido una semana en la Colonia Penal, y dos días en la Unidad 13, cuando lo liberaron.
Lo acusaban de supuestas "coimas", pero en realidad la intención parecía ser que incriminara al ex ministro de Obras Públicas -años más tarde vicegobernador- Edén Primitivo Caballero.

 

"Voy a picanear a tu hijo".
Larrañaga explicó cuál era el trabajo que realizaba -en algunos casos para vincular empresas en lo que hoy sería una UTE-, y que al ser picaneado le pedían nombres. Contó que el comisario Roberto Fiorucci, al que "conocía de toda la vida", le decía que "si no acusaba a alguien iba a picanear delante de mí, lo iba a hacer bailar, a mi hijo de 14 años".
Esa presión lo hizo "aflojar y empecé a maquinar algunas novelas". Tiró el único nombre que conocía, porque en alguna oportunidad lo había ayudado en su tarea, y mencionó a la señora Trucchi (Nery Greta Sanders de Trucchi), del Tribunal de Cuentas, quien tiempo después también resultaría detenida.
Le apuntó como torturadores a Reta -"le gustaba picanear", dijo- y a Gatica. Le colocaban una bolsa en la cabeza, le daban golpes de puño y picana. "Pegále debajo de las costillas, no le vayas a quebrar una costilla", le "recomendó" uno de sus agresores al otro torturador. Con los años los médicos le indicarían que aquellos golpes le afectaron el páncreas.

 

Picana, golpes...
"Me picaneaban la boca... toda la noche la misma historia, picana, patadas, golpes", indicó.
Agregó que una vez lo llevaron frente al médico Fernández Rey, que estaba con Máximo Pérez Oneto y este les advirtió a los policías: "Tengan cuidado con este que tiene la presión por las nubes", les dijo.
Larrañaga dijo que en algún momento escuchó en un traslado a la U.4 que le pedían a un policía que dejara su arma en la guardia: "No, porque son muy peligrosos! Era para reírse", recordó.
En un pasaje de su exposición dijo que vio preso al Bocha Molina -conocido delincuente de ese tiempo-, que "estaba destrozado" por la tortura. "Tenía los testículos como una pelota", sostuvo sobre la ferocidad con que lo habían picaneado.

 

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