Unas alas que "son de todos"
"Quien se acerque a mirar el mural tiene que ser parte y sacarse una foto. Hay una página de Facebook que se llama 'Para Ir Mural' que es donde la gente puede cargar la foto, para que la obra sea de todos". Así explica Natalia Dittler una de las ideas centrales del mural que el viernes pasado se inauguró en el centro educativo terapéutico Solar de Santa Rosa.
Dittler es una reconocida artista plástica (creadora, por ejemplo, de la escultura del caballo Rayo que se ubica en el parque Oliver) y que estuvo al frente del trabajo que realizaron quienes asisten diariamente a Solar, un centro que recibe a niños y jóvenes con discapacidad.
"El proyecto se tiene que realizar con una fusión de materiales y técnica donde está incluida la pintura. Y tiene que ser de manera participativa y comunitaria, no es de un artista solo, se trabaja en comunidad. Con los chicos y chicas de Solar hicimos un mural reciclando compact disc, nos traían los CDs para reciclar y junto a las familias y a todo el grupo de trabajo del Centro pudimos completar la obra", explicó Dittler a LA ARENA.
La inauguración fue el viernes en Pasteur y Valerga y allí hubo varios artistas como Eli Martins, que cantó junto a dos chicos de Solar, y la bailarina María Espain. "Fue una fiesta junto a las familias, los chicos y personal de Crear más los vecinos y mucha más gente que se sumó", resaltó Dittler.
El proyecto "Alas para ir" nació en la localidad bonaerense de Ramos Mejía y es una obra colectiva y participativa donde hay fusión de técnicas, pintura y artes del fuego.
En el año 2012, el grupo creativo Volare, impulsado por Paulina Rucco, creó el proyecto "Fusionarse, ser uno". A partir de una tormenta que dejó graves destrozos, se convocó a la comunidad para reciclar los vidrios rotos y se los resignificó y convirtió mediante vitrofusión en mandalas. Con esa nueva forma, devolvieron los vidrios al espacio público.
Claves.
Con el tiempo, el proyecto se expandió y se crearon más de diez obras de esa serie, hasta llegar a diferentes provincias del país y recibir la declaración de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura y Educación de la Matanza. El mural de Solar es el número 11.
Para toda realización, el grupo se maneja con tres claves a la hora de poner en marcha el trabajo: La convivencia articulada de diversas técnicas y materiales. El trabajo comunitario (documentado en fotos y videos, reconociendo en los créditos del mural a cada uno de los participantes). Y la toma de conciencia del concepto de comunidad e identidad cultural del barrio a través del arte.
Alas gigantes.
El colectivo Volare es "un grupo abierto de artistas, creativos y voluntarios que tiene como principal objetivo romper con el individualismo, crear conciencia de unidad, manifestadas en obras comunitarias y participativas tendiendo puentes entre diferentes puntos del planeta, artistas y comunidades; recuperando los momentos de encuentro y dejando huellas de cada intervención en los espacios públicos; trabajando con materiales reciclados", según se describe en el proyecto.
"Lo que hicimos nosotros, que son un par de alas gigantes que se van haciendo con una fusión de técnica y materiales, donde la gente pasa a hacer participativa en la construcción de esas alas. Yo les enseñé la técnica a los chicos y ellos empezaron a trabajar, fusionaron los CDs, los pintaron y machacaron en una estructura final.
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