Miércoles 10 de diciembre 2025

«Caridad Cristiana» cumple 100 años

Redaccion 03/11/2020 - 22.17.hs

La Sociedad Espiritista Caridad Cristiana de Lonquimay arriba hoy al centenario de su fundación. La institución nació el 4 de noviembre de 1920, merced a las aspiraciones de un reducido grupo de personas, que con espíritu visionario y venciendo múltiples obstáculos dieron vida a dicho centro espírita. Así surgió la primera Comisión Directiva presidida por Florentina Moronta de Martín.
Esta es la primera institución religiosa y social centenaria de la localidad. Actualmente la Comisión la preside Germán Tapia, que en diálogo con este diario indicó que no habrá festejos debido a la situación de la pandemia. El próximo sábado, a las 18, se realizará una reunión virtual conmemorativa del centenario, e invitó a todos los interesados a que se contacten al mail ([email protected]) o al Facebook institucional.
Tapia hizo un repaso por la historia de la sociedad espiritista local. Señaló que «Doña Florentina», como se conocía en la zona a la fundadora, nació en España el 11 de marzo de 1866, cuando recién nacía el espiritismo en el mundo. Pasó su niñez y parte de su juventud en el sur de Brasil y luego llegó a Argentina, radicándose en Pehuajó. Para ese entonces ya había contraído matrimonio con Patricio Martín. Allí empieza a hacer sus primeros contactos con la literatura espírita, ya que tuvo sus primeras experiencias con el mundo espiritual.
A mediados de la década de 1910 su familia adquiere un campo en Lonquimay, llamado «La Humildad», ubicado a la vera norte de la ruta nacional 5, a la altura del kilómetro 548. Al poco tiempo se empezaron a hacer reuniones de estudio y práctica del espiritismo, conformándose un grupo familiar. El 4 de noviembre de 1920 este grupo decide conformar Caridad Cristiana.
«Florentina junto a su esposo y a su cuñado Dionisio Martín desplegaron en Lonquimay una tarea destacada dentro de la institución, evidenciando su espíritu luchador, su exquisita sensibilidad y sus facultades al servicio de quienes lo requerían, brindando a través de su palabra vibrante, el amor y la ayuda al prójimo», contó.
La mujer durante varios períodos ejerció la presidencia de Caridad Cristiana. «A los 90 años, el 9 de abril de 1956, su alma noble y generosa partió al mundo espiritual, dejándonos un hermoso legado y el compromiso de continuar su obra trascendente», manifestó Tapia.
«En esta lucha, ellos no estuvieron solos, a aquellos nombres estampados en el acta fundacional se agregaron muchos otros idealistas que no escatimaron esfuerzos ni sacrificios para sostener la sociedad», dijo.
Esta, agregó, «tiene por objeto difundir la caridad por todos los medios a su alcance; estudiar e investigar los fenómenos relativos a las manifestaciones espíritas y su aplicación a las ciencias morales, físicas, históricas y psicológicas», y ha adoptado por lema: «Sin caridad no hay salvación, sin amor no habrá vida, amar si queremos vivir».

 

Múltiples actividades.
A lo largo de todos estos años de vida «han sido múltiples las actividades desarrolladas en la sede y de manera expansiva en la zona. Recibiendo el acompañamiento permanente de la Confederación Espírita Argentina, de grupos espíritas de La Pampa y otros grupos vinculados al estudio de la doctrina espírita. Asimismo fervientes espíritas han colaborado siempre en nuestras actividades doctrinarias y continúan haciéndolo en pos del ideal».
Mención aparte merecen las actividades culturales y artísticas llevadas a cabo en todos estos años. «Hemos recibido el acompañamiento de artistas de la localidad y alrededores que siempre se dispusieron a colaborar para con la institución», sostuvo.
Los comienzos de esta no fueron fáciles y así lo registra el primer número de la publicación «Expansiones» (órgano de difusión por algunos años de la institución): «Todas las verdades, antes de apoderarse de los entendimientos y reinar en los corazones, han tenido que luchar con grandes resistencias».
«Pero la tarea prosiguió sin prisa y sin pausa, desafiando inconvenientes, teniendo como divisa la fraternidad y las relaciones armónicas con las demás instituciones espíritas, con la Confederación Espiritista Argentina, socios y allegados a la institución que hacen que la labor continúe», indicó. «Así, al amparo de los guías espirituales Caridad Cristiana fue cimentando sus bases, creciendo junto a nuestro pueblo, agregó.
En este momento, a la luz del centenario «nos encuentra trabajando con entusiasmo, como continuadores de aquellas ideas fundacionales, que permanecen aún vigentes y con una mayor proyección como consecuencia natural del progreso».

 

Objetivos.
«Si detenemos por un momento la mirada, haciendo una revisión amplia y profunda del camino recorrido, no solo por nosotros sino por nuestros predecesores, tratando de percibir la esencia de sus trabajos, la base sobre la cual fueron hechos y el esfuerzo, dedicación y entusiasmo que pusieron a lo largo del mismo, se constituye en el sentido principal de los hitos institucionales, marcados por los aniversarios», señaló.
«El recorrer retrospectivamente estos aspectos, tiene como razón de ser establecer un contacto valorativo y emocional con esos seres que sentaron las bases de nuestra Institución, pero no únicamente como mero acto recordatorio sino como ejemplos de vida en función de nuestros pasos de aquí en adelante», agregó.
Hoy, el futuro «nos impone continuos objetivos; el no perder en el crecimiento institucional la esencia íntima del conocimiento, el lograr que todas las personas se sientan escuchadas y comprendidas, el conjugar distintos puntos de vista y la extensión en la tarea de difusión».
«Como corolario de estas metas enunciadas debemos destacar la tarea de unificación, que venimos desarrollando paulatina y armónicamente y ello se ha visto concretado en las reuniones de las que hemos participado, vinculándonos estrechamente con cada una de ellas y participando en proyectos en común», manifestó.
«En esta etapa de recordación y valoración de quienes sentaron los principios de nuestra institución, el mejor homenaje que podemos hacerles es adoptar con la misma firmeza que ellos, nuestros nuevos desafíos que nos plantea el mundo actual», concluyó Tapia.

 

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