Martes 16 de abril 2024

«Quiero que se vea el trabajo»

Redaccion 22/05/2020 - 22.34.hs

(Santa Isabel) – La docente Sonia Ana Lía Díaz, que expuso como nadie la realidad educativa del oeste en tiempos de pandemia, contando la historia de Jeremías, está sorprendida de las repercusiones mediáticas tras la nota de LA ARENA. «Nos llamaron de todos lados, la verdad, nunca pensé que nos iba a pasar esto, pero lo que quiero es que se vea la labor de la familia y de los docentes en este momento tan especial», aseguró.
Es que a través del testimonio de ella, Jeremías atravesó la inmensidad. Llegó a los corazones. Y, con su historia, fruto de la educación en tiempos de coronavirus, generó un ciclón afectivo de aquellos que se conmovieron al verlo aprender.
La docente, con más de 27 años de servicio, indica que siempre hizo las cosas por y para los chicos. «Después que se dio a conocer la historia de Jeremías nos llamaron de todos lados: de Canal 9, de A24, y de Telefé entre tantos otros», detalló.
La crónica, publicada por éste diario, en la edición de este jueves, expuso un tramo de la vida de Jeremías Gonzáles Ordienco: un niño de 7 años, que busca educarse, pese a las adversidades, desde el puesto rural donde vive con su familia a unos 30 kilómetros de Santa Isabel.
El niño es alumno de la Escuela Hogar 99 de esta localidad y, desde que comenzó el aislamiento, fue al campo con su familia donde envía todas sus actividades por celular. Pero no todo le resulta tan fácil. Estudia desde una loma, único lugar con señal que está a unos cuantos kilómetros, donde un video, expuesto por su profe, lo muestra haciendo una devolución montado en el petiso «Peludo», su mascota que lleva a través del campo lleno de olivillos, y le hace el aguante.
«Detrás de Jeremías, y de su historia, que es maravillosa, veo una familia con gran responsabilidad a pesar de todas las dificultades por las que deben atravesar», afirma la profesora en diálogo con LA ARENA. El hecho que el alumno vaya acompañado hasta la loma por sus padres implica, para la docente, «un fuerte compromiso con la educación de su hijo».
Sonia no para de recibir mensajes de apoyo y acompañamiento. La historia que difundió, y que lo tiene al pequeño Jeremías, como protagonista, tuvo una repercusión inesperada para la docente y hasta para todos los habitantes de la zona.

 

El desafió.
«La verdad yo no quiero que mis padres se cansen, estamos en pleno armado de videos, todo esto es un gran desafío», afirma Sonia desde su casa.
La profesora, que en sus primeros años de actividad fue docente de música, recuerda que desde que comenzó la cuarentena todo fue bastante vertiginoso. «La primera noche, de la cuarentena, no dormí pensando en las actividades que debía dejar programadas», sostuvo.
Amplía que debió reacomodar actividades, y tratar de resolver todas las dificultades que se iban presentando acompañado de otros docentes y, sobre todo, de los padres de los estudiantes. Uno de los principales objetivos propuestos por Sonia radicó en la creación de vínculos entre docentes, padres y chicos. La pandemia los puso frente a una inesperada situación que los obligó a consignar el ingenio como herramienta pedagógica fundamental.

 

Orgullosa.
Sonia destaca en todo momento el rol familiar para lograr la labor educativa en la actualidad. «No solo en el caso de Jeremías, sino con todos los chicos de la escuela, quiero destacar la labor que cumplió y que cumple la familia en este proceso», resalta.
Y agrega: «Desde el primer día les pregunté a los padres si me podían acompañar y así lo hicieron y me siento orgullosa».
Sonia, profesora de Nivel Inicial, de segundo grado, tiene a su cargo 17 chicos con quienes se reencuentra hoy gracias a las plataformas digitales. «Siempre les trasmití a los chicos tranquilidad y esperanza», dice la docente que creó un grupo de WhatsApp y otro privado de Facebook donde, de lunes a lunes, recibe la tarea y las devoluciones. «Quiero seguir con ellos el año que viene», se sincera.

 

Solidaridad.
La docente informa que en la escuela se realizan por día unas 270 viandas y que «todo el mundo» está comprometido ayudar en estos duros tiempos. Y cuenta que en un ratito comienza con un programa de radio de la escuela, otro aporte de comunicación.
«Todo esto es muy difícil, todos lo sabemos, pero tengo mucha esperanza de cara al futuro, ojalá sea pronto, si bien trabajar a distancia es lindo no hay nada como el vínculo personal a la hora de enseñar y aprender. Todo esto nos sirvió para darnos cuenta de lo importante que es la escuela: una institución que abre caminos, que abre puentes y que le permite a todos los chicos ir un poco más allá de las cosas», concluyó Sonia Díaz.

 

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