El coleccionista de llaveros
Nilo García Ruiz nació hace 87 años en la provincia de Asturias, España, y a los 18 años emigró en barco a la Argentina, sin más compañía que su equipaje. Se radicó en General Pico, formó una familia y se construyó su vivienda en Barrio Pacífico, a poco más de una cuadra del Club Atlético y Cultural Argentino, del que fue presidente en seis períodos. En el garaje de su casa atesora su colección de más de 5.000 llaveros que consiguió a lo largo de su vida. Entre ellos no hay uno solo repetido, y por supuesto que tiene dos del «Cultu», el club de sus amores en esta ciudad. También es hincha de Boca Juniors y, en su España natal, del Sporting de Gijón.
Hace un tiempo que ya dejó la presidencia del club «Turco» de esta ciudad, sin embargo participa todas las semanas de las reuniones de comisión directiva y todavía camina por el club.
Durante su vida desarrolló, además, la función de vicecónsul, desde la Asociación Española de esta ciudad. A través de esta institución gestionó trámites de ciudadanía y demás, a muchos vecinos y vecinas del norte pampeano. Los y las beneficiarias de estos trámites, a modo de agradecimiento le regalaban un llavero, y cada vez que alguien viajaba, le traía uno de recuerdo para su colección.
En una de las paredes del garaje de su vivienda, tiene exhibidos más de 5.000 llaveros. Están ordenados en más de una docena de paneles de madera. Hay llaveros de clubes de fútbol, de autos, de instituciones, de lugares turísticos, de comercios y de marcas mundiales. También tiene otros más artesanales, de caracol de mar, de madera y de otros elementos, como monedas.
Coleccionista.
«No sé la cantidad de años, pero hace mucho que vengo coleccionando. Es un gusto simplemente. Tuve la suerte de haber estado en la Asociación Española como vicecónsul y mucha gente cada vez que iba al extranjero me decía que quería de regalo y yo pedía un llavero. Fue uno de los tiempos que más llaveros tuve. La gente iba a hacer trámites de pasaporte, de doble nacionalidad, y tenía que recurrir a mi y todos me agradecían de esa forma, con un llavero», le contó a LA ARENA.
Nilo le abrió las puertas de su casa a este diario, para mostrar su colección en la que «no hay dos iguales».
«Hay de todo, basta que sea un llavero, a mí no me interesa qué es. Hace unos años fui a España y un conocido de toda la vida me dio unos siete kilos de llaveros», manifestó.
Su afición por la carpintería, lo llevó a organizar su colección de manera prolija y ordenada, en una de las paredes de su casa. «Esto lo fui armando con tiempo, porque me gusta un poco la carpintería y le dedico el tiempo que me sobra como jubilado. Es una forma de entretenerme», señaló.
Especiales.
Nilo exhibe llaveros de diferentes partes del mundo y entre todos, no hay uno que sea más especial que otro.
«Hay de todas partes del mundo, pero para mi son todos iguales. No elegiría ninguno en particular porque para mi todos tienen el mismo valor. Es que simplemente vos te acuerdes de Nilo y le regales un llavero y, tiene el mismo valor uno que otro», aseguró.
Cada llavero es un recuerdo de algún lugar, y también la gratitud de alguien que se acordó de él y alimentó su hobby. Entre su colección, también hay algunos que él mismo fabricó, en madera adornada con maderas o figuras, como el mapa de la ciudad de General Pico.
Instituciones.
Nilo estuvo unos 14 años como vicecónsul en la Asociación Española y dedicó también toda su vida a Cultural Argentino. Al club Turco ingresó a los 21 años y fue seis veces presidente. Hoy tiene 87 y sigue participando de la vida institucional del club.
Además presidió las cooperadoras escolares de los colegios a los que fueron sus hijos, y siempre tuve un compromiso con la vida social de la ciudad. Es que desde ese lugar, desde las instituciones, sociales, deportivas y educativas, encontró la manera de retribuirle a General Pico, «todo lo que me dio», luego de haber llegado desde España hace casi siete décadas.
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