Miércoles 11 de junio 2025

La precandidata «fierrera»

Redaccion 10/09/2021 - 06.30.hs

Proveniente de una familia rural, Élida Deanna está vinculada al radicalismo y a la política lugareña desde los albores de la democracia. Atraída por la efervescencia de aquellos tiempos de cambio que iban a terminar con la dictadura, y alentada por un entorno familiar en el que la política estuvo siempre presente, fue concejal en Anguil durante tres períodos, y también funcionaria municipal cuando Francisco Torroba era el intendente capitalino. Pasó por el programa «La Pampa Va», que se difunde por Radio Noticias y aceptó conversar sobre la persona que está detrás de la política. En las PASO del domingo será precandidata a diputada nacional en la Lista 502 C.
-¿Cómo y por qué nace Nuestra Causa?
-Primero se formó la agrupación de mujeres radicales, porque la rama femenina no existía en el radicalismo de La Pampa desde hace 24 años. Y nosotros somos un poquito más del 50% de la población, y decimos que Nuestra Causa es la voz de quienes por muchísimo tiempo no la tuvimos. En 2019 creamos la Secretaría de Género, Mujer y Diversidad en el Comité Provincia, después de diálogos, de notas, con formalismos, reclamamos espacios en la estructura partidaria, como la tienen los Trabajadores radicales, Franja Morada, y la Juventud entendiendo que la cuestión debe ser paritaria porque, somos más de la mitad del padrón de afiliados y afiliadas y merecemos tener esa representación. No hay nada que atribuya a los varones la posibilidad de ser los únicos que tomen decisiones.
-¿Nació en Anguil?
-En realidad en Santa Rosa aunque viví mis primeros años en el campo, Provengo de un hogar rural, de inmigrantes italianos, como que mis abuelos paternos vienen del norte de Italia, donde tuve la oportunidad de estar, de conocer la casa donde nació mi abuela, y fue conmocionante para comprender todo lo que atravesaron quienes dejaron todo para cruzar el océano. Y la misma situación para mi abuelo materno que era de Roma. Mi abuelo era viudo con siete hijos, y al encontrarse con mi abuela tuvieron tres hijos… Mi papá el del medio, en tanto mamá es nacida en la zona de El Indio en Anguil.
-Vivió en el campo.
-Claro, en el campo familiar, a 12 kilómetros de la ruta 5 al norte de Anguil, cerca de Colonia Inés y Carlota. Eso es Colonia Torillo, y allí fui a la escuela rural n° 137 donde hice toda la primaria con uno de esos maestros de la camada puntana que llegaron a nuestra provincia: Antonio Arturo Garro, a quien tuve durante siete años, y después fue profesor de Matemáticas. Fue un gran deportista, arquero de Atlético Santa Rosa, a quien le guardo un especial reconocimiento. Más tarde estuve en el María Auxiliadora, pupila tres años y dos como externa, cuando mi hermano Edgardo vino a estudiar en la ENET N° 1. Me recibí de Bachiller con orientación docente; después me casé y me fui a vivir al campo donde nacieron mis hijas mayores. Allá hacía cursos y capacitaciones y también estudié inglés.
-¿Por qué se nos ocurre que su familia tiene que ver con el automovilismo?
-Mi hermano Edgardo, dos años y nueve meses menor, corrió en moto, hizo motocross, en Promocional 850 y Fórmula Renault, y fue campeón en Supercar Región Pampeana.
-¿Le hubiera gustado competir?
-Debido a las circunstancias también estaba planteado que el automovilismo era para varones; pero sí acompañé a mi hermano a todas las carreras. De pequeña mi padre me llevaba al Turismo Carretera… Sí, hubiera corrido, me gusta mucho el automovilismo, verlo, y cada vez que puedo voy.
-El Turismo Carretera viene a La Pampa en noviembre. ¿Estará?
-Es un día antes de las elecciones, pero si puedo voy a estar… Me gustan todos los deportes en general, y aunque no practico sí hago gimnasia aeróbica. Camino como ejercicio y oxigenación y ando en bici.. en la época del María Auxiliadora hacía patinaje y ahora de vez en cuando…
-Tiene tres hijas…
-Sí, y son mi mayor orgullo: Paula está en Victorica, es profesora y traductora de Inglés, estudia francés y estudió italiano; Agustina terminó el profesorado de Historia, y anduvo un año por Europa (Copenhague e Italia) y cuando vino la pandemia le impidió regresar allá; y a Azul le apasionan las cuestiones del campo e hizo la Licenciatura en Administración de Empresas Agropecuarias.
No soy abuela, y lo cierto es que no existió para mis hijas esa presión que a veces se dan en algunas familias… ellas tienen todo el derecho a decidir qué harán.
-¿Qué otras actividades hizo al margen de la política?
-Mientras estuve casada (se divorció hace 26 años, pero mantiene una muy buena relación con su ex esposo) trabajé en la empresa agropecuaria de la familia, en la parte de administración… hoy el campo está alquilado. Luego me dediqué más a la docencia dando clases particulares de inglés e informática porque hice la carrera de Analista de Sistemas.
-¿Cuándo empezó su militancia más activamente?
-Soy afiliada desde 1983, y me identifico con Raúl Alfonsín en su ideología y en su línea de acción. Vengo de un hogar donde mi padre simpatizaba con el peronismo y mi madre con el radicalismo, así que la política estaba siempre presente en la mesa. Quizás por eso mi gran desafío haya sido trabajar sobre los disensos para alcanzar el consenso.
-Fue concejal.
-Fui doce años concejal en Anguil (el intendente era Eduardo Chávez). Ya mudada a Santa Rosa estuve durante nueve meses en la Secretaría de Gerencias de la CPE, en lo que fue una de las mejores experiencias de trabajo, porque tenía que ver con mi perfil cooperativista. Allí tuve la oportunidad de trabajar al lado de alguien inolvidable para la ciudad como fue Antonio Skara, quien tuvo un accidente en marzo de 2008. Más tarde cuando Francisco Torroba llega a la Municipalidad dejé la CPE y pasé a ocupar la Secretaría de Producción de su gestión.
-¿Y qué otras cosas le gustan por fuera de la política?
-Soy muy cinéfila… y como no podemos ir al cine lo reemplazo por Netflix, porque permite ampliar el horizonte y ver otras realidades. Además leo todo el tiempo y me gusta sobre todo el libro de papel.
-¿La música?
-Por supuesto, ha sido gran acompañante en mi vida, y admiro a autores pampeanos como Lalo Molina, Delfor Sombra, Alfredo Gesualdi, Alberto Cortez, Juani de Pian… Todos.
-Obviamente le debe gustar bailar.
-Me encanta… no soy buena pero me divierto mucho. En un tiempo íbamos a bailar salsa, un ritmo cubano y aprender a bailarlo es muy interesante porque tiene movimientos que son descontracturantes. Mi madre que tiene 64 años es una gran bailarina… La verdad es que al baile lo recomiendo como acción terapéutica. Cuando adolescente llegamos a hacer muchos kilómetros para ir a bailar, a Quemú, Mayer, Winifreda, Colonia Barón, y sólo algo de boliche en Santa Rosa.
-Le gustan las carreras de autos. ¿En la ruta cómo maneja?
-A la velocidad permitida… depende: 90 ó 110, según corresponda. En general trato de respetar las normas. Pero sí, me gustan los autos… con mi hermano tenemos guardado un Ford Falcon Sprint que era de mi padre… un auto que si hoy lo aceleráramos tendríamos que ser socios de YPF por lo menos.
-¿Qué sueños tiene?
-Tengo sueños libertarios. Pienso en igualdad de oportunidades para decidir lo que queremos para nosotros y nuestro entorno. Mis sueños van por el lado de lograr igualdad de oportunidades, y que todos tengan calidad de vida. Diría que muchos de mis sueños son colectivos. En lo personal deseo tranquilidad, paz… En general, y lo aprendí de mi padre, soy extremadamente serena, paciente, tolerante. Pero firme para decir hasta acá. Trato de no tomar decisiones en caliente, y en esto también me parezco a él.

 

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