Domingo 11 de mayo 2025

Arman un techo con botellas de plástico

Redacción 12/02/2025 - 08.00.hs

Pensar que alguna dirigencia política –y por qué no decirlo algún sector de la sociedad- fustiga a los docentes señalando que creen que lo que hacen se reduce a dar clases a los chicos, y poco más. Pero lo cierto es que hay maestras –y maestros, pero menos- que cumplen no sólo con su tarea de enseñar, sino que hacen muchas cosas más. Tareas que llevan adelante por verdadera vocación…

 

Es el caso de quienes se desempeñan en la Escuela 201 –ubicada en Antártida Argentina-, que van mucho más allá del compromiso de instruir. Como pasa en la mayoría de los establecimientos educativos, donde las carencias suelen ser grandes y hay que aguzar el ingenio para superarlas.

 

Sin sombra en el patio.

 

La Escuela “Raku Kimün”, tal como se la ha denominado –aunque algunos vecinos creen que debiera llevar el nombre de quien fuera un querido e histórico director como Reynaldo Prandi- tiene un problema. En realidad varios, pero uno muy palpable es que los chicos carecen de sombra en el amplio patio del establecimiento. Sobre todo en horas de la tarde.

 

No falta quien piensa que la dificultad se podría haber salvado plantando árboles, pero lo cierto es que eso no es posible. ¿Por qué? Sencillamente porque las napas de agua en ese sector están muy altas –tendría que ver con la cercanía de la laguna Don Tomás- y hace que las raíces de los ejemplares no se puedan afirmar en ese suelo.

 

Ideas inteligentes.

 

¿Qué hacer entonces? Procurar alternativas ingeniosas. No quedaba otra. Por eso sus autoridades, encabezadas por su directora Patricia Schoenfeld y la vice Valeria Aguilar, con la colaboración de Fernanda Giugno, la Cooperadora, alumnos, demás docentes y la comunidad educativa en general, pusieron manos a la obra, contando con la colaboración del herrero Roberto Quirolán.

 

La Escuela 201 –inaugurada como 314 el 3 de noviembre de 1940- tiene hoy una matrícula de entre 320 y 330 alumnos en dos turnos, con dos grados de cada división. Ha sido, obviamente, una “escuela de barrio” con una fuerte incidencia en Villa Tomás Mason, Zona Norte y también Villa del Busto. Muchos vecinos de esas barriadas han pasado por sus aulas.

 

Cabe decir que se ha caracterizado por comprometerse por ejemplo con proyectos como el reclamo por el Río Atuel, “en una jornada no convencional que se hace todos los años”.

 

Techo sustentable.

 

La iniciativa de un techo sustentable para el patio empezó hace tiempo. “Fue una idea que empezó buscando distintas alternativas, con búsquedas en internet, en distintas páginas, y a Fernanda que es la administrativa se le ocurrió que esto podía andar. Lo comentamos con los docentes que estuvieron de acuerdo y empezamos”, precisó Valeria.

 

Fernanda amplía diciendo que “se usa en otros países, en Europa, y en este caso es una idea que viene de mirar una página de España. Y nos pusimos a desarrollarla, hicimos un proyecto que fue aceptado y después de una jornada por el Río Atuel empezamos a trabajarlo mucho”.

 

Mucha ayuda.

 

Un herrero (Roberto Quirolán) colaboró con el tema de la estructura necesaria. “Nos ayuda siempre… Estuvimos recibiendo botellas de plástico hasta el 30 de diciembre, y ahora habíamos pedido que no nos traigan más porque tenemos suficientes. Incluso más de lo que se necesitaba. ¿Cómo las pedíamos? A través de los chicos y sus padres, de las redes… porque tenemos página de Facebook y de Instagram”, señalaron las autoridades de la escuela.

 

Inicio de clases.

 

Se mostraron muy satisfechas de “la participación de los chicos. Están entusiasmados como nosotras… Queremos tenerlo armado para el 5 de marzo cuando empiecen las clases. Que esté colocado para que ellos lo puedan empezar a disfrutar. Esa es la idea y estamos con todo para poder terminarlo ahí”, completan.

 

“Pasaba que el patio por las tardes es bastante complejo. Este es un barrio humilde, pero hay que reconocer que ante cada propuesta nos han colaborado, y también desde otros sectores de la ciudad”, reconocieron.

 

Hacer patria.

 

Y la verdad… no queda más que felicitar a todos los que participan de la iniciativa, pero especialmente a los docentes de la 201 (ex 314), por esa verdadera muestra de vocación para acompañar a los chicos y chicas y ayudarlos a crecer. Si esto no es hacer Patria, ¿qué es?

 

Listo para ser colocado.

 

El proyecto presentado ante las autoridades de Educación desde la Escuela 201 consiste en desarrollar una cubierta sustentable con botellas de plástico para el patio del establecimiento.

 

De esa manera también se hace un trabajo de concientización ambiental, porque el desarrollo implica reciclar y reutilizar botellas de plástico para sombrear un amplio espacio escolar exterior donde el alumnado comparte momentos de esparcimiento y actividades físicas al aire libre.

 

Hubo intentos por introducir especies vivas en el sector como aguaribay y fresnos entre otros, pero fue infructuoso debido a la salinidad y empobrecimiento del suelo.

 

¿Cómo subsanarlo? De la mano de la sustentabilidad. Obvio, para eso acudieron a una labor de educación en cuestiones ambientales. Cabe recordar que en 2019 se sancionó la Ley Ambiental Provincial 3195, que establece que la Educación Ambiental (EA) incluye a todos los niveles de la educación formal y no formal de manera transversal e interdisciplinaria.

 

Por eso el proyecto escolar cuadraba perfectamente, y en la Escuela 201 lo tienen muy en cuenta. Así se trazaron objetivos, que pasó en principio por conseguir recolectar 20.000 botellas, que después se debieron limpiar y retirarle el etiquetado. Hubo que perforarlas en ambos extremos y elaborar una estructura metálica de 20 por 15 metros con botellas pláticas enhebradas con alambre.

 

Luego se hizo la colocación y amarre de las tiras realizadas en enhebrado.

 

Por estas horas ese trabajo está prácticamente concluido. Falta solamente la colocación en el patio y todo estará listo para que los chicos tengan el lugar sombreado que necesitan.

 

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