¿Cada vez más taxistas se suman a Uber?
La aplicación de viajes comenzó a funcionar en La Pampa el año pasado. Como en otras provincias, su aparición despertó un fuerte conflicto con el servicio tradicional. Mientras no haya una normativa que reglamente su actividad, seguirá siendo ilegal.
“Si comprobamos que un chofer o titular de licencia de taxi hace un viaje de Uber lo expulsamos. Y cuando descubrimos a los choferes de Uber, se les secuestra el auto y se labra una contravención que redunda en multas por un monto importante. En La Pampa, Uber es ilegal y que hayan activado la aplicación desde un servidor en algún lugar del mundo, no lo convierte en legal”, afirmó Ernesto Forastiero
Desde hace algunas semanas, circulan versiones de que muchos choferes de taxis realizan también viajes para Uber. “Las personas están usando Uber porque los viajes son más baratos y eso provoca una caída del número de viajes que los taxis realizan. Por eso, cada vez son más los taxistas que se inscriben en la aplicación y hacen viajes para Uber”, aseguran algunas fuentes conocedoras de esta actividad.
En diálogo con LA ARENA, el presidente de la Cámara de Propietarios de Taxis (Catarata) enfatizó que “Uber es ilegal”; recordó que la controvertida aplicación “es una agencia de negocios y no una empresa de transporte, que trabaja sin estar está legislada en nuestro país”, y advirtió que “hay provincias, como Tucumán donde ya bloquearon la app y no pueden trabajar”.
Según Forastiero los conductores de Uber “no tienen carnet profesional, no contratan seguro para pasajeros transportados y nadie los controla. Aquí en Santa Rosa detectamos uno que conducía un Fiat Uno tres puertas y otro un auto con ruedas tan lisas que parecían aspirinas. No se puede brindar de esa manera un servicio a la comunidad”, añadió.
“El gobierno debe actuar”.
Forastiero lamentó que “los dejaron entrar en La Pampa como si nada. Alguien debería hacer algo, porque después se rasgan las vestiduras detrás de un escritorio mientras nosotros ponemos el cuerpo todos los días”. Para circular legalmente, el municipio santarroseño exige a los taxistas “una verificación técnica cada seis meses, libreta sanitaria, carnet profesional, certificado psicofísico y registro laboral de los choferes”. Además renovar los autos cada cinco años. “Hoy un coche cuesta entre 20 y 30 millones de pesos. ¿Cómo vamos a hacer para comprar auto nuevo si no hacemos viajes”, pregunta. Por eso, “el gobierno debe actuar, hacer algo y terminar con esto, como en Tucumán y otras provincias, para que los pampeanos viajen en un sistema de transporte aprobado, controlado y con las garantías que la ley determina”.
Según Forastiero “la situación está muy difícil”. Si bien enero y febrero “siempre fueron meses complicados, este año hemos levantado un poquito pero no sabemos si se reactivará la actividad”, por lo cual habrá que “esperar hasta marzo para ver si mejora la situación”.
Riesgo para pasajeros
Según Forastiero la ilegalidad de Uber también coloca a los pasajeros en un situación riesgosa. “Afortunadamente, todavía no pasaron cosas graves, pero los quiero ver el día que ocurra un como ha pasado en otras ciudad”. Y mencionó el caso de “una pasajera que sufrió un choque en Uber y sufrió lesiones. La operaron en un hospital y pedía 4,5 millones de pesos a la comunidad para pagar las intervenciones quirúrgicas y la internación”.
Aunque el taxista no lo identificó, fue el caso de José María Cullen, una santafesina de 50 años que viajaba en Uber Moto. Ocurrió en noviembre del año pasado. La mujer sufrió fracturas de caderas, pelvis, fémur y hombro derecho. Permaneció 45 días internada en un hospital donde le hicieron tres operaciones y aún tiene programadas otras dos. Tuvo que contratar una abogada para hacer las gestiones ante la empresa Uber y actualmente atraviesa un largo tratamiento de rehabilitación.
En mayo de 2024, ocurrió algo similar en San Juan. Juan Ignacio Garay viajaba en una Uber Moto que colisionó con una camioneta 4 x 4. En diálogo con un móvil de Canal 13, desde el hospital Rawson de San Juan, el joven relató que sufrió múltiples fracturas, incluyendo la frente, el tabique nasal, un pómulo y un codo, además de heridas en el riñón derecho y pérdidas de varias piezas dentales. Tuvo que costear los gastos por su cuenta, porque ni Uber ni el dueño de la camioneta se hicieron cargo.
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