Martes 01 de julio 2025

Destacan el modelo de desarrollo de la provincia

Redacción 04/05/2025 - 00.09.hs

Según el sociólogo Hugo Haime, la “sinergia entre el sector público y el privado” que implementa nuestra provincia es un modelo a imitar. “En el mundo peronista hay ejemplos como La Pampa, que a través de un esfuerzo mancomunado entre Estado y sector privado, con intervención crediticia del Banco de la provincia, ha logrado atraer empresas extranjeras y duplicar sus exportaciones no tradicionales”, afirmó.

 

El reconocido analista político, especializado en investigaciones de opinión pública, inteligencia competitiva y estrategias, elogió esta política pública pampeana en su columna habitual del diario Perfil. Bajo el título “Preocupaciones argentinas. Sin cepo y sin repercusión en la opinión pública”, advirtió que distintos “gobernadores que representan la Argentina productiva del interior y a quienes no es posible acusar de kirchneristas, como Frigerio, Pullaro o Llaryola, hablan desde una visión productivista y se quejan porque la mirada porteña del gobierno no los incluye”.

 

El encuestador citó al mandatario santafesino, cuando dijo “hay un modelo distinto de crecimiento económico, que nos muestran diariamente pequeños y medianos productores e industriales. Si hasta Jaldo empieza a confesar que la reactivación difundida por Milei no se está viendo en Tucumán”, alertó.

 

El modelo pampeano.

 

En La Pampa, la articulación entre el Estado y el sector privado es considerada una política clave para impulsar el desarrollo económico y la inclusión social. A través de mecanismos diversos, como incentivos fiscales, financieros e impositivos, y la construcción de infraestructura para atraer inversiones, el Estado provincial apoya a las empresas privadas y cumple al mismo tiempo un rol regulador.

 

Una contribución fundamental hacia el sector privado son las herramientas de apoyo gubernamental para que las empresas alcancen nuevos mercados. Entre los instrumentos más conocidos figuran regímenes de incentivos fiscales, financieros e impositivos; construcción de parques industriales; promoción de pequeñas y medianas empresas; la diversificación de la matriz productiva, y una descentralización que permite la participación activa de los municipios.

 

Desde una perspectiva orientada por el ánimo popular que marcan las encuestas, Haime explica que “cuando indagamos si el acuerdo con el FMI o el levantamiento del cepo servirán para resolver los problemas del país, la respuesta es más negativa que positiva”. Esto es así porque “las principales variables que vienen marcando el ritmo de opinión pública en relación con la gestión de Javier Milei están vinculadas a la dinámica entre el comportamiento de precios y el volumen de dinero que ingresa en los hogares”, aclara.

 

Más pobres, menos ricos.

 

De esta manera, “en abril continuó la preocupación por los bajos salarios, el incremento de la pobreza y las dudas sobre la capacidad del gobierno para resolver el problema de la inflación”, una prueba de que algunos gobernadores “no son los únicos que piensan un modelo de país diferente al oficialismo nacional”. Es evidente que los problemas de Argentina “no se reducen a la sobredimensión del Estado, ni se resuelven con motosierra y dinero prestado”, reflexiona.

 

En las últimas semanas, un razonamiento lógico impulsaba a creer que los dólares frescos aportados por el FMI y la repercusión por el levantamiento del cepo lograrían “revertir una sistemática caída de aprobación con la gestión” iniciada durante el verano y “registrada por todas las encuestas de opinión”. Sin embargo, en abril continuó el desplome, cuando “la algarabía compartida entre grupos empresariales y consultores económicos” no se reflejó en el humor de la calle.

 

Aunque la suba indiscriminada de precios “dejó de ser vista como el principal problema del país” detrás de esa respuesta subyacen “los temas que más afectan a las personas: los bajos salarios y el incremento de precios”. Si algo están marcando las encuestas, concluye Haime, “es una clara percepción de que este rumbo nos lleva a una latinoamericanización: un mundo de pocos ricos y muchos pobres”.

 

'
'