El femicidio “se podría haber evitado”

El Poder Judicial le hizo una severa advertencia a la Secretaría de la Mujer, Género y Diversidad del gobierno provincial por su conducta desinteresada en el trámite que investigó el femicidio de Raquel Amaya, en Monte Nievas. El femicida Fabricio Borges fue condenado a prisión perpetua. “Se podría haber evitado”, afirmó la defensora del imputado, Soledad Forte.

 

La oficina a cargo de Gabriela Labourié aparece cuestionada de modo múltiple en el fallo de primera instancia, primero por su intervención tardía, luego por su ausencia en el trámite judicial y su desinterés por el caso. El Tribunal, integrado por los jueces Marcelo Luis Pagano, Carlos Pellegrino y María José Gianinetto, indicó: “No dejaremos de mencionar que la Secretaría de la Mujer del Gobierno de la Provincia de La Pampa, aunque tardíamente en lo que respecta a la ayuda a la situación de violencia que en vida padecía y era víctima Raquel Amaya, se presentó como Querellante Particular en este proceso, pero sus representantes no concurrieron al debate”.

 

“Entendemos que habría resultado de suma importancia que en un caso paradigmático de violencia contra una mujer, como dijimos resulta el presente, por su muerte en manos de un hombre que además resultaba su pareja, en nombre y representación del Estado provincial hubieran participado, manifestando su interés en particular por la vida -y la muerte- de Josefa Raquel Amaya y en general, en la lucha contra la violencia contra las mujeres”.

 

“Corresponderá a la Fiscalía evaluar si dichas conductas ameritan ser investigadas por la eventual comisión de un delito y/o la existencia de una falta administrativa”, completaron los magistrados.

 

Desprolijo.

 

Cabe recordar que durante el mes de noviembre, en las mismas fechas, el Poder Judicial de La Pampa desarrolló dos juicios, ambos por femicidio. Raquel Amaya fue la víctima de Monte Nievas y Paola Recuna de Toay. El primero de ellos tuvo lugar en la Segunda Circunscripción judicial, es decir en General Pico, y el segundo en Santa Rosa. Sus femicidas, Fabricio Borges y Rolando Quiroga, fueron condenados a prisión perpetua.

 

La Secretaría de la Mujer se presentó como Querellante Particular en los dos juicios, pero no asistió al realizado en General Pico y de ahí surgen las advertencias del Tribunal de Audiencia. La defensora oficial que representó a Borges, Soledad Forte, dialogó con LA ARENA y sostuvo que la ausencia del organismo provincial “fue rara”.

 

Relató que la primera audiencia debía comenzar a las 8:30. “Teníamos público porque habían venido alumnos del secundario a presenciar el debate y desde la Secretaría no aparecían. El fiscal (Guillermo Komarofky) y yo nos mirábamos y no entendíamos nada. A las 8:45 o más tarde, la empleada de la sala nos avisó que se habían logrado comunicar y que habían pedido estar por Zoom porque no podían viajar. Al otro día, desde la Secretaría se comunicaron con el fiscal y le dijeron que alguien estaba con licencia por enfermedad…”, agregó.

 

Pero, ¿qué significa que la Secretaría finalmente no asista a la audiencia? Forte explicó que, de esa manera, “desisten de la querella”. Contó que tampoco habían viajado para una audiencia anterior, pero -al menos- “habían contestado a la acusación”. Resignada, la defensora oficial sentenció: “La verdad es que tenían un juicio más importante en Santa Rosa, porque era más mediático, y le prestaron atención a ese. Este era un juicio muy simple”.

 

Impotencia.

 

Forte aseguró que durante la audiencia de juicio hubo “mucha impotencia” porque “se vio cómo cada agente de los organismos administrativos que habían intervenido la habían pifiado”. Recordó que en el alegato de clausura, hizo hincapié en que su cliente (Fabricio Borges) “siempre confesó lo que hizo” y aprovechó el espacio para reflexionar: “Esto se podría haber evitado porque ella (Raquel Amaya) fue a pedir el cambio de titularidad de la casa para que quede a su nombre, y le dijeron que no se podía hacer. También le contó a una médica, que es funcionaria y tiene el deber de denunciar, que su marido la había abusado. La médica le dijo que tenía que hacer terapia. Estuvo un año haciendo terapia y la psicóloga trabajó para empoderarla, pero nunca hizo una derivación por violencia familiar. Ya llevaba tres años de olla a presión en esa casa y el último fue el peor. Todo el mundo miraba para un costado o intentaban ayudar de una manera que no es la que debían instrumentar”.

 

Fuentes del Ministerio Público Fiscal explicaron a LA ARENA que “el Querellante Particular puede estar o no estar presente” en la audiencia. Muy diferente es lo que sucede con los abogados oficiales y el fiscal: “El abogado defensor no puede ausentarse al debate porque deja a su cliente indefenso, mientras que los intereses de la víctima están representados por el Ministerio Público Fiscal”.

 

Mencionaron que el Tribunal hizo hincapié en la “ausencia desprolija” de la Secretaría de la Mujer. Respecto a las actuaciones de la médica y la psicóloga, que también menciona la abogada Soledad Forte, desde Fiscalía expresaron que las dos profesionales “fundamentaron por qué no denunciaron y señalaron que estaban trabajando con la víctima para denunciar el hecho, cuando ella se sintiera en condiciones de visibilizar su reclamo ante la autoridad que corresponda. Nunca hubo ningún tipo de presentación de la víctima, en ningún organismo estatal, ni policial ni de salud”.