Sabado 09 de agosto 2025

“El Lungo” envió una representante

Redacción 25/08/2023 - 08.27.hs

Xochi, “”flor” o “princesa de las flores” es la acepción de ese nombre, versión abreviada de “Kochitl”, una antigua palabra azteca que se usa en español y muy comúnmente en México. Dicho así, indicar que anda por aquí una joven llamada de esa manera podrá llamar la atención en principio, porque no es habitual entre nosotros; pero dejará de ser algo extraño si se la menciona con nombre y apellido completo: porque se trata de Xochitl Guadalupe Álvarez Rodríguez Desch.

 

¿Y quién es ella dirá alguien? Es la única hija de José Alberto “El Lungo” Alvarez -valorado y querido profesor de Educación Física-; y de Elena Desch, vecina años atrás de la Villa Alonso y también conocida en otras épocas de aquella Santa Rosa.

 

Se recordará que el “profe” resultaba popular por su actividad, vinculada a colegios y a diversos clubes de Santa Rosa, pero también en General Pico; porque –y además- era un destacado jugador de básquet. En el caso de Elena también se la tiene presente como ex empleada de firmas muy importantes de la ciudad en otras épocas: Casa Comar (vendía artículos del hogar, ubicada entonces frente mismo al Banco de La Pampa), y Rouco y Cia, que estaba en la Avenida San Martín.

 

Vino Xochitl.

 

Xochitl llegó a la redacción de LA ARENA encomendada por “Lungo” Álvarez para alcanzarnos un libro –”El fútbol en Santa Pola”, de su amigo Paco Juan-, y hacernos llegar de su padre un “abrazo interoceánico”. La historia de José alvarez la hemos narrado en estas mismas páginas, y también de qué manera se terminó afincando en Santa Pola (Alicante), lugar donde es una persona destacada por su aporte al deporte; y por haberse vinculado a los medios periodísticos.

 

Después de hacerse un nombre –importante- entre los profesionales de la Educación Física de este medio, “El Lungo” creyó llegado el momento de experiencias nuevas. Al principio fue “más o menos natural” su partida, porque lo hizo para ir –invitado por el director técnico de fútbol Nelson Festa-, al mundial que se disputaba en 1986 en México.

 

La gesta mundialista que culminó con Diego Maradona alzando la Copa del Mundo en el estadio Azteca tuvo a José como observador privilegiado: “Cuando el título ya era nuestro y se jugaban los últimos minutos frente a Alemania, estuve calculando si podía saltar desde la platea a la cancha. El foso era profundo, pero estaba dispuesto… cuando el árbitro pitó el final pegué el salto y caí en el césped”.

 

Memorable.

 

Fue un brinco memorable, como en sus mejores tiempos de basquetbolista, cuando entraba en la zona pintada a depositar la bola en el cesto con una bandeja.

 

Las fotos que después dieron la vuelta al mundo mostraron a Diego en andas, con la copa, y detrás algunas personas… una de ellas inconfundible con su pelo blanco: “El Lungo” parecía un campeón más, pegado a la vuelta olímpica de los jugadores y a Maradona.

 

Después de la euforia, junto con Elena, se quedaron un tiempo más, y allí en el Distrito Federal iba a nacer Kochitl, única hija del matrimonio.

 

Más tarde el viaje a España, hasta radicarse definitivamente en Santa Pola, donde hoy es un vecino más de la ciudad mediterránea. Cada tanto José y Elena llegan a La Pampa para saludar a familiares y amigos, pero esta vez la que llegó fue la “embajadora” de la familia: Xochitl.

 

La joven, con inconfudible acento español, llegó de visita encomendada por su padre, y contó aspectos de su vida en España. Es fisioterapeuta, Maestra Especial y trabaja en el área de Atención Temprana en un instituto de Murcia. Llegó acompañada de su pareja, Juan Antonio Rubio (trabajador social), y de su tía Estela y su prima Marina.

 

Las diferencias.

 

Xochitl –y sobre todo Juan Antonio- se sorprenden un poco de las características de nuestras tierras. “Sí, nos resulta un poco curioso, tanto lo que es políticamente y económicamente. Nos llama mucho la atención la gran llanura, los campos y las vacas pastando en libertad, cuando allá se crían en feed lot; y además hay pocos edificios de alto lo que permite disfrutar del cielo hermoso”, coinciden. Y un dato más, y que resulta crucial: “Allá nunca miramos si sube o baja el dólar”, dicen y “se vive de una manera muy tranquila”, completan.

 

“¿Lo que nos gusta? Las comidas, los asados, las pastas... la hospitalidad de la gente. Allá es más fría, no da tanta conversación y los hombres se saludan dándose la mano, y aquí con un beso…”, agrega Xochitl.

 

Como Murcia está a poco más de 80 kilómetros de Santa Pola, lo habitual es que la pareja vaya de visita los fines de semana, y allí la que se luce en la cocina es Elena. “¿Si ellos se vendrían de nuevo a Santa Rosa? Creo que hace unos años lo hubieran pensado, pero ahora están muy pendientes de mí”, razona.

 

No obstante señala que José y Elena no se olvidan “ni por un instante de todos los que siguen aquí… por eso la otra vez a papá le dolió tanto la muerte de Lorenzo Díaz, de quien era muy amigo”.

 

Y tanto no olvida “El Lungo” que ahora encomendó a Xochitl, para que –en Santa Rosa- vaya por aquí y por allá saludando a los amigos que dejó en la provincia. Mientras tanto promete a la distancia que “en poco tiempo” volverá con Elena a visitarnos. Porque la nostalgia es la nostalgia… ¿O no Lungo? (M.V.)

 

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