Martes 21 de octubre 2025

“Lía voló a tres o cuatro metros de altura”

Redaccion Avances 21/10/2025 - 13.04.hs

Este martes comenzó el juicio oral y público contra Francisco Roldán por la muerte de Lía Falcón, la joven de 22 años que fue atropellada en enero de este año. En ese marco, declararon el acusado, Alejandra Falcón (mamá de la víctima), tres efectivos policiales que actuaron en el lugar del hecho, y una testigo presencial.
Según las primeras hipótesis que se desprenden de la investigación preliminar, Roldán cruzó el semáforo en rojo con su Ford Falcón en la avenida Circunvalación y Cavero de Santa Rosa, en exceso de velocidad, y presumiblemente manipulando su celular. 
El Tribunal de Audiencia, que juzga a Roldán, está integrado por los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié, y Carlos Besi. El fiscal es Marcos Sacco, la abogada querellante es Aldana Prost y los letrados defensores Javier Espínola y Seila Domínguez Ardohain. El juicio continuará mañana y el resto de los días de esta semana, y el próximo lunes 27 se esperan los alegatos. 

 

"Realmente, no la vi".
Roldán declaró en la primera audiencia, en la que aseguró que no cruzó en rojo, y no conducía a la velocidad que lo acusa la fiscalía. Además negó haber estado manipulando el celular mientras conducía. "Realmente, no  vi a la criatura", sostuvo el imputado, que aseguró nunca haber conducido su Ford Falcon “a más de 80 o 90 kilómetros por hora”.
La segunda persona en declarar fue la mamá de Lía, Alejandra Falcón, que relató cómo había sido ese día y los planes que tenía Lía para esa tarde. Relató además el tipo de relación que tenía con su hija, y aseguró entre lagrimas que con Lía se fue la mitad de su vida. 
La describió como “simpática, dulce, una nena muy buena”, y aseguró que era una excelente alumna en el colegio. “Buena compañera. Quería ser policía, pero se decidió por psicopedagogía para poner un consultorio y ayudar a los nenes que no pueden pagar”, recordó.
“Lía era mi sostén. Esto me destruyó la vida, no se vivir sin mi hija. Me afectó mucho emocionalmente, a tal punto de no poder dormir. No puedo entender cómo no va a volver. Era muy joven, no lo merecía. Me falta mi otra mitad. No sé cómo voy a continuar”, aseguró entre lagrimas.

 

Imputación.
Roldán está imputado por el delito de homicidio culposo por conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, agravado por pasar en rojo y por conducir en exceso de velocidad. Es decir, para la fiscalía no tuvo intención de matar. 
La querellante, Aldana Prost, que representa a la familia de Lía, intentará demostrar que se trató de un homicidio simple con dolo eventual. Es decir, que en su hipótesis, la querella intentará demostrar que al circular a alta velocidad y pasar el semáforo en rojo, Roldán era consiente de que podía causar una muerte.  
La defensa de Roldán, planteó la invalidez de la acusación por “actividad procesal defectuosa” y sostuvo que se “violó el principio de acusación única” y se “afectó el derecho de defensa” de Roldán, y aseguró que lo que ocurrió fue un siniestro vial, “no un delito intencional”. En esa línea, Domínguez Ardohain, indicó que Roldán salió ese día a la calle “no con intención de matar”, y reveló que salió apurado a comprar un pasaje para que su hijo viajara de General Pico, a Santa Rosa.
La defensora argumentó además, que Roldán padece glaucoma, una enfermedad que reduce la visión periférica, pero no lo sabía antes del hecho, porque a pesar de usar lentes desde hace una década y media, nunca había ido al oculista. 

 

Testigos.
La primera testigo en declarar fue una agente de policía que fue una de las primeras en llegar al lugar del siniestro vial, esa tarde del 16 de enero. Dijo que el auto de Roldán estaba a 100 metros del lugar del impacto. Además, señaló que fue la encargada de pedir los registros de las cámaras de seguridad de la carnicería ubicada en la esquina en la que se produjo el impacto que terminó con la vida de la joven de 22 años.
El segundo testigo, otro de los policías que trabajaron en el lugar del hecho, y fue uno de los primeros en hacerle maniobras de RCP a Lía, dijo que no podía precisar a qué distancia del impacto había quedado el auto, asimismo, dijo que el teléfono de la joven estaba dentro del auto de Roldán cuando él llegó a la escena.
El tercer testigo, también agente de la policía, dijo que el auto estaba a más de 50 metros del punto de impacto. También fue uno de los encargados de hacerle a Lía maniobras de resucitación. 
La última persona en declarar durante la primera jornada, fue una testigo presencial del siniestro vial, vecina de la zona. Si bien dijo que ella no vió el semáforo en rojo en el momento en el que el Fálcon de Roldán cruzó la intersección de Circunvalación y Cavero, aseguró que el de la colectora en ese momento estaba en verde, por lo que el de la arteria principal debía estar indefectiblemente en rojo. 
La mujer aseguró que el impacto contra la joven se escuchó como “una explosión”, y que el cuerpo de la joven voló a una altura de entre tres y cuatro metros. Dijo que Lía no estaba mirando el celular en el momento de la colisión, y aseguró que “el auto apareció de golpe, como una luz. Venía muy fuerte”.
Se espera que entre mañana y el próximo viernes presten declaración todos los testigos de las partes, y el próximo lunes 27 sean los alegatos de cierre, en un juicio que puede marcar un antes y un después, al momento de juzgar la siniestralidad vial en nuestra provincia. 

 

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