En Lonquimay se inaugurará la Reserva Natural Urbana El Embarcadero
(Lonquimay / C. Catriló) - En el marco de los festejos por los 120 años de la fundación de Lonquimay, que se conmemora el 19 de junio, este jueves se llevará a cabo la inauguración de la Reserva Natural Urbana Municipal “El Embarcadero”. Este espacio, que era un parque caracterizado por la vegetación autóctona, ahora cuenta con parrillas, bancos, mesas y pérgolas, y busca fortalecer el vínculo entre la comunidad y el entorno natural.
A pocos meses de asumir como intendente Manuel Feito, en diciembre de 2019, desde el municipio se comenzó a trabajar en un predio ubicado al oeste sobre la avenida Alem, lindante a las vías del ferrocarril. Allí se conservaron plantas y arbustos autóctonos y se quitaron otros como eucaliptos. Con el correr de los años se ha convertido en un lugar de esparcimiento y descanso para las y los vecinos, y ahora también es elegido para compartir un asado o unos mates. Durante su inauguración, mediante una ordenanza municipal, el espacio se convertirá en reserva natural urbana.
El director del área comunal de Medio Ambiente, Pablo Hernández, explicó a LA ARENA que ese predio estaba al cuidado de la municipalidad y los vecinos. En una primera intervención para limpiar y mejorar el espacio se convocó a dos vecinos, Ever y Edgardo Adema, uno de ellos que trabajaba en el INTA Anguil.
“Se realizó una poda correctiva para que mejorar las plantas, para que tengan sombra y sea un espacio más cómodo, y empezamos a plantar algunos arbustos nativos. Ese predio tiene predominancia de caldenes, ya de buen porte y muchos años, y algunos espinillos. Después plantamos algunos arbustos, también nativos, todos autóctonos”, señaló el funcionario.
Más vegetación y cerco.
En una segunda etapa, en 2023, “junto a la Subsecretaría de Ambiente agregamos muchos arbustos y plantas de flores, también todos autóctonos, distribuidos en seis sectores bien delimitados para darle color y más variedad de plantas. También en ese momento, pusimos una estación sustentable junto con la Secretaría de Energía y Minería. Y seguimos con la plantación, siempre cuidando el predominio de caldenes también le fuimos sumando esta especie”, manifestó Hernández.
El municipio durante esos años también le hizo “un cerco perimetral con alambre romboidal, ya que antiguamente tenía un alambre de siete hilos”. Esto fue para mejorar la seguridad y la estética del predio, luego que se renovó la avenida Alem y se le mejoraron los ingresos a la reserva, con puentes que cruzan el canal de desagües, contó el entrevistado.
Parrillas, mesas y bancos.
Y en “esta última etapa, que es lo más importante que hemos hecho, lo terminamos de acomodar en toda su extensión. Le pusimos seis pérgolas que tiene la particularidad que como está al lado del embarcadero, está todo hecho con durmientes viejos que nos donó FerroExpreso”.
El funcionario detalló que las pérgolas “hechas con durmientes fueron pensadas para cuidar esa estética de rústica y como está al lado de las vías pusimos esas seis pérgolas que tienen iluminación, y en cada una de ellas instalamos una mesa con banco tipo canadiense”.
“Además pusimos otros bancos canadienses, bien distribuidos en el espacio. En otros sectores colocamos unos bancos dobles, con iluminación led en altura y otras luminarias bajas. Y construimos cuatro parrillas premoldeadas, cada una con brasero, pala, bien equipadas, al lado de cada pérgola”.
También “le instalamos un cartel nuevo de identificación del parque. Y algo muy significativo que hicimos es que pasó de ser un parque de especies autóctonas, mediante una ordenanza municipal que se va a firmar ese día (de la inauguración), a una reserva natural urbana”.
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